Cambio climático: por qué el cero es un número mágico

Cambio climático: por qué el cero es un número mágico

Alcanzar las cero emisiones netas supone el mayor éxito para combatir el calentamiento global. Estos son los pasos que compañías como Coca-Cola dan a la hora de limitar los gases de efecto invernadero y lograr la neutralidad climática. 

Ser consciente de la urgencia. Las cantidades de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera se han incrementado en niveles nunca antes vistos en tres millones de años, sostiene la Organización de Naciones Unidas. Y la irrupción del Covid-19 tampoco ha ayudado. Pese a que las emisiones diarias de CO2 disminuyeron hasta en un 17% por el confinamiento del pasado abril, la variabilidad es mínima, tal y como informó la Organización Meteorológica Mundial. Las concentraciones de GEI en la atmósfera aumentan a un ritmo preocupante y compañías como Coca-Cola han asumido su papel ante la emergencia climática.

Alinearse con los objetivos internacionales. El principal objetivo del histórico Acuerdo de París, celebrado en 2015, es limitar el aumento de la temperatura mundial por debajo de los 2˚C con respecto a los niveles preindustriales. Una cifra que se marcó una nueva meta global, los 1,5˚C, tras un informe especial de 2018. Mientras, la UE cuenta con el Pacto Verde Europeo, que busca culminar la neutralidad climática en 2050. Coca-Cola, en línea con estas medidas, lleva años trabajando para minimizar la huella de carbono de su negocio.

El cambio climático es el reto ambiental más grave y Coca-Cola forma parte de los esfuerzos globales para hacerle frente. Desde 2010, la compañía ha logrado reducir un 42,05% las emisiones de gases de efecto invernadero en sus operaciones comerciales centrales y un 30,8% las emisiones en su cadena de valor en Europa Occidental.

Defender que no es una misión imposible. Para el secretario general de la ONU, António Guterres, lograr la neutralidad de carbono para 2050 no es una cuestión inabarcable. “Cada país, ciudad, institución financiera y empresa debe adoptar planes para efectuar la transición a emisiones netas cero, y actuar ahora mismo para encaminarse hacia el logro de ese objetivo, lo cual implica reducir las emisiones mundiales para 2030 en un 45% respecto de los niveles de 2010”, resaltó, con optimismo, hace unos días.

Marcarse retos ambiciosos. En el caso de Coca-Cola, la clave es reducir las emisiones totales de GEI en un 30% para 2030, en línea con la ruta 1,5˚C, y con un enrome reto en el horizonte: convertirse en una empresa cero emisiones netas en 2040. “Nuestra visión siempre ha sido ofrecer productos elaborados de manera sostenible, pero hoy reconocemos una mayor urgencia de abordar el cambio climático”, señaló el CEO de Coca-Cola European Partners, Damian Gammell.

Contar con el aval científico. Diversas compañías como Coca-Cola están agrupadas en la Science Based Target Initiative, una iniciativa de expertos que asesoran a las empresas para que sepan de qué manera y en cuanto tiempo necesitan reducir sus emisiones de GEI para prevenir los peores efectos del cambio climático. A través de apoyos como este, la multinacional impulsará “un ambicioso plan con objetivos de reducción de emisión de carbono avalados científicamente”, añadió el CEO Damian Gammell.

Diseñar una estrategia sostenible. El enfoque de Coca-Cola consiste en reducir tanto las emisiones de las que se tiene un control directo como de las que no, además de aquellas que proceden de la energía que compra. Con Avanzamos, su estrategia de sostenibilidad en Europa Occidental, desde 2010, Coca-Cola ha logrado reducir un 42,05% las emisiones de GEI en sus operaciones comerciales centrales y un 30,8% las emisiones en su cadena de valor: aquellas que proceden de sus ingredientes, envases, operaciones y delegaciones comerciales, transporte y equipos de frío.

Para el secretario general de la ONU, António Guterres, lograr la neutralidad de carbono para 2050 no es una misión imposible, pero sí urgente. “Cada país, ciudad, institución financiera y empresa debe adoptar planes para efectuar la transición a emisiones netas cero, y actuar ahora mismo para encaminarse hacia el logro de ese objetivo”, remarcó hace unos días.

Utilizar energías más limpias. La estrategia contra el cambio climático se sustenta en medidas muy diversas. Por ejemplo, el 100% de la electricidad que utiliza Coca-Cola en España tiene su origen en fuentes renovables, a la vez que se continuará apostando por equipos de frío más eficientes y para que las fábricas estén libres de combustibles fósiles –seis de ellas serán neutras de carbono en 2023–. En otros ámbitos como el transporte, Coca-Cola European Partners utiliza modelos de camiones más ecológicos y este año una parte de la flota de vehículos comerciales será híbrida.

Implicar a todos en su estrategia por el clima. Todos los proveedores de Coca-Cola están en el Código de Conducta para Proveedores de la compañía, que busca garantizar una cadena de suministro respetuosa con el medio ambiente, ya que la gran mayoría de las emisiones proceden de esta. Con esta premisa, la compañía trabaja para impulsar que todos sus proveedores estratégicos establezcan objetivos validados científicamente, compartan sus datos sobre la huella de carbono y utilicen un 100% de la electricidad renovable en 2023. 

Las emisiones diarias de CO2 disminuyeron hasta en un 17% por el confinamiento, pero la variabilidad es mínima, apuntó la Organización Meteorológica Mundial. Las concentraciones de GEI en la atmósfera siguen aumentando a un ritmo preocupante.

Actuar juntos hacia un futuro verde. Según el Fondo Monetario Internacional, la actual recesión mundial causada por el Covid-19 ofrece oportunidades para poner la economía en un camino más ecológico. En ese sentido, Coca-Cola ha puesto en marcha en España proyectos como Hostelería #PorElClima, con el que se han desarrollado más de 3.900 acciones climáticas. “Queremos impulsar con nuestros socios hosteleros una recuperación verde tras la crisis y desarrollar iniciativas que aceleren la transición hacia una sociedad neutra en carbono”, afirmó la directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola Iberia, Ana Gascón.

Liderar más allá de las iniciativas propias. Junto con las acciones concretas por el clima, hay otras fórmulas para combatir el cambio climático. Coca-Cola European Partners ha señalado que se centrará en reducir las emisiones al máximo, pero cuando no sea posible disminuirlas más, invertirá en mecanismos que eliminen el carbono de la atmósfera o en proyectos de compensación de carbono verificados. La clave es conseguir una transición a una economía climáticamente neutra, apoyando a las comunidades, el crecimiento económico, el empleo y la creación de nuevos trabajos verdes.

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