Buscan este año acuerdo UE-Mercosur (no será fácil)

Buscan este año acuerdo UE-Mercosur (no será fácil)

Lo conversaron los ministros de la Argentina y España. Pero hay un “club del subsidio” (Francia, Irlanda, Polonia y Hungría) que se oponen firmemente buscando proteger sus sectores agrícolas.

 El ministro Francisco Cabrera y su par español Julio de Guindos acordaron ayer acelerar el demorado acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur con una reunión técnica que se hará en marzo en Buenos Aires y la meta de que esté cerrado este año. De todas maneras no será fácil: si bien el entendimiento es apoyado, además de España, por Alemania e Italia, cuenta con el firme rechazo de Francia, Irlanda, Polonia y Hungría, quienes integran el "club del subsidio", buscando proteger al sector agrícola.

Cabrera se encontró ayer con De Guindos en el Ministerio de Economía, ubicado sobre el Paseo de la Castellana. Se trata del ministro más relevante del Gobierno español, con injerencia en todo lo relacionado con el sector privado y el financiamiento. La Unión Europea, desde el "brexit" y el advenimiento de Donald Trump en EE.UU. intenta aprovechar la tendencia proteccionista y cerrar acuerdos comerciales ante los huecos que deja la principal potencia del mundo. Ya ha avanzado con Canadá y, como dijera ayer la canciller Malcorra ante periodistas, ese entendimiento puede servir de base por las similitudes existentes entre ese país y la Argentina. Allí se sortearon las diferencias y trabas que ponían países del "Club del subsidio". Ahora al Mercosur, el bloque comercial con menos acuerdos comerciales del planeta, lo observan con atractivo países como España, Italia, Alemania y Portugal. "A España le llovieron inversiones cuando se integró comercialmente con la Unión Europea pese a que se decía que su industria automotriz iba a ser arrasada", dijo Cabrera ayer tras el encuentro. Lo que sucede es que las empresas invierten más en países con más acuerdos comerciales firmados, y por ello la intención oficial de avanzar en esta cuestión en línea con lo conversado en la última reunión de presidentes en Brasilia, entre Temer y Macri. Ya en Davos, Cabrera había recibido la voluntad europea de cerrar el acuerdo en 2017. Tantas veces se lo prometió que reinan las dudas sobre el éxito de las negociaciones. Pero sobre este punto giran las conversaciones en esta visita presidencial que inicia formalmente Mauricio Macri hoy.

Pendientes

Hay varios puntos que conversar, como patentes, comercio electrónico, biodiésel y por ello la relevancia del encuentro de técnicos del Mercosur y la Unión Europea que tendrá lugar en Buenos Aires el mes próximo. Igualmente para el Gobierno de Macri será volver a las relaciones normales con un país al que se apunta a tener un stock de inversiones de u$s30.000 millones. Llegó a estar por debajo de 18.000 millones tras la expropiación de las acciones de Repsol en YPF. Todo pasa. También Cabrera se refirió en un encuentro con periodistas a lo que podría suceder con la eliminación de aranceles a los teléfonos celulares siguiendo la medida ya anunciada de computadoras, tablets y laptops. "Es una posibilidad pero por ahora no", dijo. Explicó que una medida de esa naturaleza sólo beneficia a Brasil con pérdidas para la Argentina. Los que sí vienen perdiendo son los consumidores, que pagan el triple que en países vecinos por un celular.

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