Blanqueo: Por la incompetencia de la CNV la economía real se perdió miles de millones

Blanqueo: Por la incompetencia de la CNV la economía real se perdió miles de millones

En el mercado de capitales lamentan que las demoras normativas y de la CNV se hayan perdido inversiones por u$s 2.000 millones.

Los fondos comunes de inversión (FCI) cerrados que promovía la ley de Blanqueo llegaron, pero pocos y tarde. Eran el único instrumento para que los dólares fuera del país en negro se convirtieran en la prometida “lluvia de inversiones” sobre la economía real, pero la Comisión Nacional de Valores (CNV) que dirige Marcos Ayerra no llegó a analizarlos y aprobarlos antes del 31 de diciembre.

Ayerra llegó al cargo empujado por Mario Quintana y en la última modificación ministerial, la CNV quedó del lado del ministro de Finanzas, Luis Caputo.

 

“No es que no juntaron tanto dinero porque la CNV llegó tarde: tampoco los fondos se presentaran en agosto, en general hubo mucha incertidumbre en el marco del Blanqueo y muchas definiciones no llegaron hasta último momento”, explicó a LPO Juan Aguado, el gerente comercial de Consultatio Asset Management.

 

El FCI cerrado de Consultatio ya está cumplimentando el paso posterior –la inscripción en la Inspección General de Justicia (IGJ)- y esperan poder tener el fondo plenamente operativo la primera semana de marzo.

 

Sin embargo su posición no es la de todos sus colegas. Por el contrario, en el mercado se lamentan por la oportunidad perdida: tanto para el sector financiero que estaba entusiasmado con la posibilidad de darle vida a estos instrumentos que vuelcan recursos financieros a la construcción, el financiamiento a pymes, y la generación de energía; y en especial para la economía que se quedó sin la mayoría de los más de 2.000 millones de dólares que apuntaban a tener desembolsados para febrero los FCI presentados para su aprobación.

 

La Ley del Blanqueo ofrecía a aquellos que tuvieran al menos 250 mil dólares en negro la oportunidad de blanquearlos sin pagar el impuesto del 10% -antes del 31 de diciembre- o del 15% después, pero corriendo el riesgo de la inversión y sin poder disponer de ese dinero por los siguientes cinco años.

El ministro de Finanzas, Luis Caputo.

 

El primer problema es que los FCI cerrados de inversión tienen un tratamiento impositivo distinto del que reciben los FCI abiertos, aquellos en los que los cuotapartistas pueden retirarse de la inversión cuando deseen haciendo variar el patrimonio del fondo. En estos últimos, solo pagan el impuesto a las ganancias las sociedades, pero no están afectados por este impuesto ni los FCI en sí ni las personas físicas. Para los FCI cerrados, por el contrario, hay una doble tributación.

 

Por eso hasta la Ley del Blanqueo no había FCI cerrados con renta fija en oferta: ningún inversor quiere pagar dos veces el mismo impuesto. Y la nueva Ley de Mercado de Capitales que prometió Macri con la reforma tributaria sobre los FCI no recibirá tratamiento hasta después de marzo.

 

En esto coincidieron todos los administradores de fondos consultados por LPO: “Muchos de los que apostaron a los fondos, se animaron a invertir y luego se resolverá la cuestión impositiva”, aclaró Aguado. Según pudo saber LPO, ya hay poco más de 8.000 millones de dólares esperando en fondos de parking, los instrumentos en los que los administradores depositan el dinero de los inversores hasta tanto la CNV les apruebe los FCI.

 

“Lo que más lamento es la cantidad de trabajos que podrían haberse creado a esta altura con los proyectos que no comenzaron: ¿cuántos puestos podrían haberse generado ya con inversiones de 150 millones de dólares levantando edificios?”, se preguntó otra directiva del mercado de capitales.

El segundo problema es que, producto de su ausencia en el mercado durante años, en la Comisión Nacional de Valores no había prospectos de cómo presentar un FCI cerrado, ni, sospechan, personal capacitado en los mandos medios para entender los productos financieros presentados y poder evaluarlos en tiempo y en forma: de los casi cuarenta fondos presentados en septiembre, antes del 31 de diciembre la CNV solo había dado luz verde al fondo inmobiliario de Allaria, al de gas de Galileo Gainvest Infraestructura y al de renta agro de First y el de SBS y Pampa Energía. Luego, le siguieron el fondo de energías renovables de Cohen S.A. y el de Consultatio; dos de los cuatro fondos inmobiliarios de Cohen también recibieron su aprobación.

 

Es decir que menos de una decena tuvo aprobación. Y aunque vayan recibiéndola gradualmente la fecha límite es el 11 de marzo. Y se va la primera mitad de febrero y muchos de ellos aún siguen en lista de espera. “No importa ya si los aprueban”, la oportunidad se perdió, el grueso de los inversores ya eligieron otras opciones para el Blanqueo y ahora solo queda captar los ahorros de los que quedaron luego del 31 de diciembre”, dijo a LPO una importante fuente del mercado.

 

La otra preocupación es que luego sigue el trámite ante la IGJ y son los menos los que ya han logrado atravesar el filtro de la CNV: a este ritmo pueden caerse incluso más inversiones de las que ya se postergaron por falta de fondeo. Todos los proyectos se dieron a conocer por un monto mínimo (10 millones de dólares por ley) y un monto máximo. Y hoy las administradoras de fondos apuntan al mínimo y celebran si logran triplicar la cota.

 

Esos 8.000 millones de dólares lejos están de los 2.000 millones de dólares que se estimaban que recaudarían en noviembre.

 

“Lo que más lamento es la cantidad de trabajos que podrían haberse creado a esta altura con los proyectos que no comenzaron: ¿cuántos puestos de trabajo podrían haberse generado ya con inversiones de 150 millones de dólares levantando edificios?”, se preguntó otra respetada directiva del mercado de capitales.

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