La justicia falló a favor de los vecinos de Bajo La Viña y ya no se podrán arrojar residuos ni escombros en el margen del Río Grande. Se ordenó al municipio a realizar tareas de saneamiento y también a hacer un estudio de impacto ambiental junto con Ambiente y Recursos Hídricos. La falta de control sobre la basura tuvo como consecuencia que se afectaran 5 hectáreas de bosque nativo y se alterara el cauce del río.

En septiembre de 2019 los vecinos de Bajo La Viña habían presentado ante el juzgado ambiental una acción de amparo por el enorme basural que se estaba formando de manera indiscriminada a la vera del Río Grande, responsabilizando por el mismo al Ministerio de Ambiente y al Municipio capitalino. Dicha presentación también fue acompañada por una medida cautelar para que no se permita ingresar a más nadie y así evitar que la basura siga avanzando.

Un año después se conoció que ambas medidas tuvieron resultado favorable.

La Justicia ordenó cerrar el lugar pero además sentenció al Municipio capitalino a realizar la limpieza inicial de los residuos no inertes (escombros) y disponerlos en lugares adecuados; llevar adelante un proceso regular de otorgamiento de vertederos y controlar los mismos; y que en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Recursos Hídricos se realice un estudio de impacto ambiental en el área afectada.

En diálogo con JujuyalMomento, Virginia Frías, manifestó, "La falta de control de Recursos Hídricos, la falta de control del Ministerio de Ambiente y la falta de control de la Municipalidad hizo que en la vera del Río se rellenen de manera irregular unas 5 hectáreas de bosques nativos".

Manifestó que este relleno de escombros alteró el cauce del río y ahora desconocen cómo se va a comportar, con lo cual se ha causado un gran daño. "El río va y viene no sabemos cómo y tenemos a 150 metros la margen derecha que es El Chingo y ahora no sabemos cómo se va a comportar. Se ha alterado de una manera tremenda", expresó.

Inicialmente los vecinos no tenían problemas porque eran únicamente escombros y entendían que esto no afectaba de manera significativa al medio ambiente, pero luego comenzaron a advertir que ya no solo se arrojaba este material, sino también residuos electrónicos, plástico y basura de toda clase, que incluso algunos iban a quemar.

Daniel Toffoli, otro de los vecinos, graficó que el basural iba creciendo de tal manera que cuando se hizo la inspección ocular se llegó desde AMPUAP hasta la vera del Río Chijra.

"Como centro vecinal nuestro fin era evitar que se forme un basural y que indiscriminadamente se utilice un terreno lindero al río y los espacios verdes".

 "La jueza citó a la municipalidad y el estado provincial, por supuesto que se echaron la culpa mutuamente y trataron de deslindar responsabilidades pero está clara la responsabilidad y se logró una sentencia favorable".

Tanto Toffoli como Virginia Frías celebraron la sentencia porque se logró proteger el Río y porque el caso sirve como precedente para otros vecinos que se encuentren en una situación similar y quieran accionar judicialmente.

"No podemos vivir en medio de la basura. Los jueces lo han dicho, es un caso que puede servir como precedente", expresaron.

En Jujuy la cuestión de la basura es un problema crónico. Estos montículos de desechos se encuentran apostados en cada barrio, al costado de rutas, a la vera de los ríos, como consecuencia de la falta de políticas que detengan su propagación.

Mientras tanto el Plan GIRSU (Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos) que a través de la Ley 5.954 habilitó la creación de una empresa estatal con el mismo nombre para el tratamiento de la basura, se encuentra sumido en un relajo que no le permite avanzar con soluciones.