Basura, trabajo e inseguridad, puntos débiles de San Lorenzo

Basura, trabajo e inseguridad, puntos débiles de San Lorenzo

La Red Nueva Vida y la UNL pusieron la lupa sobre las dificultades de la barriada. El trabajo duró dos años y fue elaborado a partir de las opiniones de vecinos e instituciones. 

“En una cuadra hay tres personas que trabajan y las demás, viven de programas sociales”; “están matando gente en las narices de la policía”; “el camión de la basura no llega hasta el fondo del barrio”. 

Ésas son algunas de las apreciaciones de los vecinos de San Lorenzo sobre su propio barrio que hoy conforman el Mapa de las Vulnerabilidades de barrio San Lorenzo. Una radiografía elaborada a partir de la mirada de los habitantes, organizaciones e instituciones sobre las dificultades y necesidades de la popular barriada del oeste de la ciudad. A su vez, constituye una herramienta de información, de gestión del riesgo y para la elaboración de políticas públicas que, justamente, apunten a modificar esa realidad marcada por la marginalidad y la postergación. 

El trabajo de más de dos años fue elaborado por la organización de instituciones Red Nueva Vida y el equipo del proyecto “Otra mirada de nuestro barrio”, de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral. La puesta final fue presentada esta mañana en la Escuela Pascual Echagüe, de calle Entre Ríos 3642.

“El objetivo es que la información de los mapas sea socializada, compartida por las gestiones, vecinos, instituciones porque allí está la voz de todos. Y que sirva para mejorar las condiciones de vida”, señaló José Troncoso, director de la Pascual Echagüe. 

Por su parte, Sandra Gallo, integrante del equipo “Otra mirada...”, destacó el valor del trabajo, ya que contiene la opinión de los vecinos. “Son los que saben qué pasa, el porqué y cuáles son las propuestas para salir de los problemas. Los mapas son una manera de visibilizar esos problemas, de mostrar que quieren cambiar las condiciones materiales y simbólicas en las que viven”, remarcó. 

Los vecinos y su lugar

El estudio partió de considerar a la “vulnerabilidad” como aquellas características y aspectos de fragilidad, que puede presentar un barrio o una ciudad. En ese sentido, fueron presentados tres mapas y un listado de propuestas para hacer frente a las necesidades concretas. 

Uno de los aspectos relevados fue la situación territorial y ambiental, en relación con la formación de microbasurales, la falta de recolección de los residuos, de infraestructura como el tendido de la red de agua potable, energía eléctrica y cloacas. También el estado de las calles, los espacios públicos y relaciones entre vecinos.

A grandes rasgos, sobre estas cuestiones, los vecinos manifestaron que “el camión de la basura pasa solamente una vez por semana, principalmente por calle Arenales”, “hay vecinos que sacan la basura en horarios que no corresponden”, “el camión no llega hasta el fondo, la basura se acumula y genera moscas”, “los camiones no llegan hasta el fondo del barrio porque los cables están muy bajos”, “los colectivos no recorren el barrio por la situación de las calles y por la inseguridad” y que “en el barrio no hay canchas para jugar a la pelota”. 

Otro de los mapas contiene los aspectos vinculados con la vulnerabilidad económica y habitacional. 

Ubica el sector de casas más precarias (en el borde oeste) y, a partir del cruce de esos datos con los del último censo nacional de población y vivienda, aparece el alto porcentaje de desocupación e inestabilidad laboral en San Lorenzo. Al respecto, los vecinos dijeron que “la gente ya no trabaja”, “se ha perdido la cultura del trabajo”, “la gran mayoría vive de planes sociales” y que “desde la década del 50 no hay en el barrio un plan de vivienda”. 

Finalmente, en el gráfico denominado “vulnerabilidades directas e indirectas de la seguridad urbana” convergen aspectos vinculados con lo social, político, estructural, ambiental, cultural, entre otros. Es decir, manifestaciones concretas o directas de fragilidad como robos o hechos de violencia. Los vecinos señalaron las zonas donde personas del barrio fueron captadas por redes de trata, la presencia de bandas delictivas, sectores inseguros para transitar o por el mismo accionar policial. 

“Hay una fragmentación del barrio cuando los vecinos hablan de ‘atrás, arriba, al fondo’, consideran que en el afuera hay mejores condiciones para trabajar pero para acceder ‘hay que sacarse la gorrita’”, destacó una de las integrantes del equipo de investigación y subrayó que esos aspectos “se profundizaron luego de la inundación de 2003”. 

A modo de conclusión del trabajo, presentaron las propuestas para cambiar la realidad de San Lorenzo. Puntualmente, solicitaron más espacios verdes o la revalorización de los existentes, la creación de espacios para los niños, limpieza de cloacas, extensión de la red eléctrica y de agua, iluminación y erradicación de minibasurales. 

La voz de los vecinos

Basura. “El camión pasa solamente una vez por semana, principalmente por calle Arenales”; “hay vecinos que sacan la basura en horarios que no corresponden”; “los camiones no llegan hasta el fondo del barrio porque los cables están muy bajos”.

Trabajo y vivienda. “La gente ya no trabaja”; “se ha perdido la cultura del trabajo”; “la gran mayoría vive de planes sociales” y que “desde la década del 50, no hay en el barrio un plan de vivienda”. 

Inseguridad. “Hay personas del barrio que fueron captadas por redes de trata, hay bandas delictivas y sectores inseguros para transitar”. 

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