Con bajo perfil, Alberto Fernández y Máximo Kirchner trabajan para presidir el PJ nacional y el bonaerense desde marzo

Con bajo perfil, Alberto Fernández y Máximo Kirchner trabajan para presidir el PJ nacional y el bonaerense desde marzo

Tanto el Presidente como el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos encontraron algunas resistencias internas. La prioridad, aseguran, es la economía y el plan de vacunación.

En un asado organizado por Martín Insaurralde en Lomas de Zamora varios intendentes se alinearon detrás de la figura de Máximo Kirchner con la intención de que presida el PJ bonarense. El apoyo no fue unánime en noviembre y los primeros que se negaron fueron Gustavo Menéndez y Fernando Gray, intendentes de Merlo y de Esteban Echeverría, presidente y vice del partido a nivel provincial. Intercedió para calmar los ánimos Juan Zabaleta, de Hurlingham, con entrada irrestricta a Olivos. Los ánimos se calmaron pero la negativa de Gray obligó a poner en pausa la estrategia mientras siguen las conversaciones para buscar una salida consensuada.

Para que Kirchner presida el PJ de su distrito deberían renunciar sus autoridades y también los 48 consejeros y sus respectivos suplentes, 900 congresales y 125 presidentes consejeros de partidos. En su entorno bajaron el tono al conflicto pero varios emisarios conversaron con distintos dirigentes. Tampoco Gray habla en público desde noviembre y también él recibió a varios mensajeros.

A nivel nacional gobernadores y un grupo importante de dirigentes le propusieron al presidente Alberto Fernández que conduzca el Consejo Nacional donde tiene mandato prorrogado José Luis Gioja. Darle el timón partidario sería una manera de consolidar el respaldo hacia él e incrementar su poder político. La estrategia sería consensuada si no fuera por la aparición de rebeldes competidores: Alberto Rodríguez Saá, con Gabriel Mariotto, Milagro Sala y Alessandra Minnicelli, la esposa de Julio de Vido; y Sergio Berni, a quien muchos ven jugando su propio juego electoral desde su cargo como ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. El funcionario, que antes había querido postularse para el PJ provincial, tiene slogan propio y le da su impronta a cada anuncio u operativo con videos que se viralizan en las redes sociales.

Coinciden todas las fuentes consultadas en señalar que no es prioridad una batalla partidaria en el actual contexto de pandemia. Que la prioridad es la pelea contra la suba de los precios lo demuestra la salida este fin de semana para controlar las góndolas en los supermercados. Hasta Gray salió para apoyar el pedido de Paula Español, la secretaria de Comercio de la Nación a pesar de que distintos dirigentes de La Cámpora caminan su distrito sin aviso previo.

Lo conversado entre Alberto Fernández y Máximo Kirchner es una estrategia conjunta para asumir al mismo tiempo al frente de ambas estructuras partidarias. La fecha planeada era marzo.

El almuerzo del miércoles pasado entre ambos con Sergio Massa, Santiago Cafiero y Eduardo ‘Wado’ De Pedro, reactivó la mesa chica del Frente de Todos que es mucho más amplio pero que en ellos cinco expresa el poder real. Cristina Fernández no se sienta en esa mesa pero la representan su hijo y jefe del bloque de Diputados y el ministro del Interior. Los protagonistas son los mismos que ocuparon el escenario el último domingo de octubre en que ganaron las elecciones provinciales y nacionales: fue el prólogo de lo que sucedió todo este año. La foto se repitió hace poco en el Estadio Unico de La Plata y volverá a repetirse porque todos insisten en que la unidad es imprescindible para enfrentar y ganar el turno electoral de este año en que se renueva un tercio del Senado y la mitad de la Cámara de Diputados.

La mejor campaña, agregan otros, es la gestión. Y la reactivación económica y del empleo, el plan de vacunación, el inicio de las clases y la pelea contra los precios son los principales temas que preocupan a los más encumbrados dirigentes del Gobierno.

Algunos intendentes le dijeron a Infobae que no está en la agenda la discusión por cargos partidarios en este contexto. Un par señalaron que sería un error embarcarse en esa discusión. Pero en el entorno albertista y en La Cámpora trabaja con bajo perfil en paralelo a la resolución de los grandes problemas económicos y sociales.

“Consenso no hay”, dicen quienes respaldan a los que resisten y se sienten “avasallados”. En Echeverría circuló una versión del tango “Me planto” grabada por Hugo del Carril, hijo de la voz histórica de la Marcha Peronista. “Huguito” la grabó especialmente para el intendente que debería reemplazar a Menéndez al frente del PJ según un acuerdo interno por el que se alternan un año cada uno.

Fernández, Cafiero, Wado de Pedro y Kirchner son los que coordinan el trabajo político. Massa mira de reojo porque su partido es el Frente Renovador. En La Cámpora aseguran que la idea partió de un grupo de intendentes y no de la agrupación donde efectivamente se habla de un posicionamiento futuro del jefe del bloque de diputados del Frente de Todos. El horizonte es ampliar su proyección y superar la etapa como líder de la organización juvenil que apadrinó Néstor Kirchner y cuyo secretario general es Andrés El Cuervo Larroque, fuera de juego por dos semanas después de haberse contagiado COVID 19. Hay quienes muestran su camino: La Cámpora en 2010, Unidad Ciudadana en 2017, el Frente de Todos en 2019 y una vuela a las fuentes justicialistas en 2021.

Lo que incomoda a algunos intendentes es el recambio generacional que empujan los camporistas que ya tienen concejales y varios intendentes, además de diputados y senadores nacionales y funcionarios con rango de ministros y secretarios de Estado. No quieren, como tampoco el Frente Renovador, dar marcha atrás con la ley que impide las reelecciones indefinidas en los municipios.

Es en ese mismo esquema donde no encaja la suspensión de las PASO que piden los oficialismos de distintos colores partidarios y que rechazan dos de los mandatarios de mayor peso: Axel Kicillof, que dijo que no es una prioridad, y Horacio Rodríguez Larreta. La oposición está dividida.

Desde Interior el equipo de Wado de Pedro trabaja con el calendario electoral que marca la ley. En paralelo siguen las conversaciones y el ala más kirchnerista empezó a aceptar la posibilidad de que las primarias no sean en agosto, un mes en el que puede haber una nueva ola por COVID 19. Pero advierten que el cronograma sólo se puede modificar si hay un criterio epidemiológico acordado en el COFESA que reúne a los ministros de Salud de todo el país. Debería realizar una evaluación según el nivel de contagios y con un criterio nacional, sostienen. Pero también exigen garantizar a todos los partidos o alianzas electorales que puedan definir en internas a sus candidatos y candidatas.

Tal como reveló Infobae, una de las soluciones posibles, en caso de que el COFESA aconsejara suspender el turno de agosto, la opción con más chances puertas adentro del Frente de Todos es la realización de las PASO y la elección general el mismo día. De eso se charló en el almuerzo presidencial del miércoles donde se remarcó que sólo se puede modificar la ley electoral si hay un amplio acuerdo político. De ser así se presentarían las distintas listas, como en cualquier primaria, y luego cada fuerza política accedería a las bancas que le correspondieran según la suma total de sus listas de precandidatos. La distribución de cuántos y quiénes quedarían de cada lista interna se establecería también según el porcentaje sacado por cada una.

Como la pandemia no permitirá una campaña tradicional, desde el entorno de Máximo Kirchner proponen que el Estado garantice de manera gratuita a todos los partidos políticos la publicidad electoral en todos los medios: radio, tv, internet, vía pública. Los espacios en televisión y señales de radio ya se distribuyen y sortean en forma gratuita.

“El argumento de suspender por el costo de la elección no es válido”, remarcan en el Congreso quienes trabajan pensando en la renovación parlamentaria e insisten que la elección de autoridades y legisladores no es un costo ni tiene precio.

 

Por Analia Argento

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