Bachelet habló esta noche en su comando electoral ante una multitud que se dio cita fuera del local, el céntrico hotel San Francisco, que la saludó y aclamó con cantos, música y miles de banderas.

"¡Cuánta gente en una misma Alameda, cuánta esperanza en una misma jornada, cuántos sueños despiertan a esta hora!", comenzó diciendo la exmandataria a la multitud, que copó una amplia zona de la Alameda, la principal avenida santiaguina.

"Gracias a mi familia, que ha sido mi sustento incondicional, a mis hijos, a mi madre que ha sido mi aliada y mi guía. Mamá, la gente de mi Patria te valora y te quiere como yo", añadió, entre vítores de sus seguidores.

Le agradeció a su adversaria, Evelyn Matthei, por haberle realizado una visita en su bunker para reconocer su triunfo.

"Más allá de las diferencias, sé que compartimos un inmenso amor por Chile y las ganas de servir en el proyecto en el que creemos, es en la diferencia de las miradas que descansa la riqueza de un país diverso y democrático, hoy Chile está honrando su historia y su vocación de pluralismo”, enfatizó.

“A través del prisma de la educación, hemos sido capaces de soñar en grande (…) el lucro no puede ser el motor de la educación, porque no es una mercancía. Porque los sueños no son un bien de mercado, es un derecho de todos y de todas”, agregó.

También señaló que “hoy los chilenos hemos triunfado con un anhelo común: que nuestros hijos y nietos tengan acceso a una mejor educación y mayores oportunidades”.

"Espero que esta sea la última vez que un compatriota no puede votar por estar lejos de su Patria", dijo finalmente, en un tácito apoyo a un reforma que permita a los chilenos en el extranjero porder votar mediante consulados y embajadas.