Aunque Cristina lo puso a cargo de la energía, Kicillof está escondido e ignora la crsis

En agosto del año pasado el ahora ministro de Economía tomó el control de la energía y lanzó un plan “revolucionario” para definir los costos. Tras un apagón no volvió a hablar y menos a proponer inversiones. Ahora ni se lo ve.
Axel Kicillof se hizo formalmente cargo de la energía el año pasado cuando todavía era secretario de Economía y, aunque no hubo anuncio ni disposición, siendo ministro prefirió recluirse durante la crisis energética.

El desemcbarco del camporista no pasó desapercibido: ni bien Cristina le asignó esa responsabilidad, reunió a los empresarios junto a Guillermo Moreno y el secretario del energía Daniel Cameron y planteó un cambio “revolucionario” en la relación con los concesionarios.

El viernes 24 de agosto del año pasado, Kicillof envió un correo electrónico a las empresas para pedirle información sobre sus costos fijos. Su plan, revolucionario, se trataba de fijar un “costo plus” para definir la reentabilidad de las empresas electricas.

Recién en ese proceso, repetía el entonces secretario de Economía, se vería si era necesario un ajuste de tarifas.

Uno de los primeros escucharlo fue el fallecido secretario del gremio de Luz y Fuerza Oscar Lescano. “En 30 o 45 días se resolverá la crisis energética”, le garantizó ante el asmobro del sindicalista.

En una incursión en el Senado, dio más detalles. “Antes las tarifas estaban dolarizadas y eran de las más caras del mundo en dólares para todos los servicios públicos que se habían privatizado; ¿era algo llamativo, no?”

“ Hoy hay algunos que hablan de atraso tarifario, de aumentos tarifarios, pero lo cierto es que es una política deliberada de mantener tarifas que estén sosteniendo la competitividad y las condiciones de vida de la población”, explicaba en ese entonces.

“Se está avanzando muy rápidamente, se ha propuesto un cambio de esquema que es público porque ha salido en los diarios que está más fundado en la necesidad del país y en los costos del país que en los precios internacionales”, confió esa vez.

En ningún caso anticipó propuestas de inversiones para ampliar las líneas de media y baja tensión, que este año y medio hubiera aminorado los cortes de energía de las últimas dos semanas.

De hecho, tal como anticipó LPO, el Comité de Crisis comprobó que la mayoría de los cortes se dieron en zonas donde no hubo inversiones mientras que en las que sí existieron, el servicio funciona normalmente.

Aunque no existieron anuncios que lo desvincularan del área, Kicillof dejó de hablar de energía en noviembre del año pasado, cuando el primer golpe de calor dejó a la mayor parte de la ciudad de Buenos Aires sin luz.

Para ese entonces, las empresas de energía habían dejado de pagar a Cammesa, la distribuidora de energía, actitud que no habían tenido ni en los momentos más críticos.

El silencio de Kicillof es la marca registrada desde que asumió de ministro. Estaba de viaje cuando los gobernadores acrodaron una suba asideral a los policías tras duras protestas, que abrieron un panorama incierto para las paritarias.

En estos 10 dias con cortes de luz y protestas en las calles ni se lo vio. Tampoco se sabe si está refugiado en su casa de Colonia, Uruguay. O si prefirió desentenderse del servicio que no brindan las empresas que prometió controlar.

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