Se volvieron esenciales no sólo para el delivery de comidas, sino para casi todos los sectores. Durante la pandemia, quedaron a la vista las malas condiciones laborales, la precarización y la necesidad de regular el sector. Además, su desembarco en la provincia de Buenos Aires trajo un problema adicional: los constantes robos que sufren. Ante esto, se organizan al margen de la interna gremial que existe desde hace un tiempo.