"Sin música la vida sería un error", dijo el filósofo Friedrich Nietzsche allá por el siglo XIX. Difícil que alguien no coincida con esta idea, porque la música gusta a personas de todas las edades, clases sociales, religiones, etnias e ideologías. Y hacer música es un trabajo que hace feliz a mucha gente.

El problema es -o era, ojalá- lo complejo que resulta para un músico vivir de su profesión; poder, por ejemplo, grabar un disco (sueño de todo artista), que la gente lo compre y lo disfrute en donde quiera.

Sin embargo, desde el miércoles hay una buena noticia y todos los músicos -sobre todo los que militaron para lograrlo- mendocinos y del país la están festejando. Es que la Cámara de Senadores de la Nación convirtió -por fin- en ley un proyecto por el cual se crea el Instituto Nacional de la Música (Inamu).

Y si todo lo bueno que dice esta norma -que en esencia busca promover y proteger la producción musical argentina- se cumple, se abrirán muchas puertas para los trabajadores del mundo de la música.

En Mendoza, los músicos están muy contentos. Ayer, en cuanto se enteraron de la buena nueva, organizaron una movida frente a la Legislatura provincial para celebrar haciendo, justamente, lo que más les apasiona: tocar, cantar y que oídos los escuchen y manos los aplaudan.

Folcloristas, murgueros, melódicos, populares, roqueros, metaleros, entre otros tantos, pasaron por el escenario para hacer algún tema y expresar su alegría por haber sido reconocidos como trabajadores profesionales por el Estado nacional.

"Esta lucha, para lograr la ley, viene hace años. La gente del Movimiento Independiente de Músicos Mendocinos (MIMM) ha trabajado mucho por esto. Yo participo hace poco activamente. Con el nuevo instituto la música como profesión tiene un amparo. Me parece súper importante que los medios deban difundir la música (uno de los puntos de la ley) de gente talentosa que no se conoce por falta de difusión", indicó Facundo Jofré, un joven cantautor que tocó ayer en la Casa de las Leyes.

Por su parte, los integrantes del MIMM (que organizaron ese encuentro) destacaron la importancia de esta ley para los músicos del interior "que vivimos lejos de Buenos Aires". Es que dentro de su extensión, la norma prevé crear una delegación en cada región del país.

"La función más importante del Inamu es que generará circuitos estables de música en vivo, articulando espacios privados y estatales. Además, se hará un censo para saber cuántos músicos hay en el país, y tendrán que registrarse", contó Carlos Casciani, baterista e integrante del MIMM.

Estimular la música en vivo, la producción de música grabada, la enseñanza del arte de la música, la difusión de los artistas nacionales y la promoción cultural y social, son algunos de los tantos objetivos que se plantea esta ley.

"Vivo de la música, pero no sólo de cantar, también de la docencia y de la gestión de espectáculos. En mis ingresos económicos cantar es sólo un 20 por ciento. O sea se puede vivir 'a través de' la música. Pero es complicado y esta ley ayudará a que sea más simple", dijo Cristian Ojeda, cantante lírico.