A 10 años de la tragedia: los mitos de Cromañón y las mentiras que se instalaron

A 10 años de la tragedia: los mitos de Cromañón y las mentiras que se instalaron

A partir de la tragedia que se llevó 194 vidas y dejó miles de heridos, se crearon y alimentaron diversos mitos a partir de distintos ámbitos sociales para instalar la culpa en las víctimas que todavía hoy, a 10 años, siguen vigentes. Cuáles son.

Algunos nacieron de informaciones superficiales iniciales, otros fueron creados al correr de los días. Pero todos fueron alimentados o recreados por algunos de los responsables de la masacre para lograr un cometido: trasladar la culpa a las víctimas . 

Sin embargo estos mitos fueron y son mentiras creadas a partir de un viejo y perverso mecanismo. Que "los jovenes que fueron estaban alcoholizados", que "los padres no cuidaron a sus hijos", que "no se buscó a quien tiró la bengala" o (el más instalado) que "en el primer piso funcionaba una guardería", son algunos de los mitos que los familiares, amigos y sobrevivientes desmintieron y explicaron una y otra vez.

* En el primer piso funcionaba una guardería

Cientos de testimonios concordantes de la causa afirmaron con énfasis que no existía ninguna guardería. Los pocos menores que fallecieron eran los hijos de los empleados del boliche Cromañón, que esa noche (la última laboral del año) fueron con sus padres. 

* Los padres no los cuidaron 

Más del 80 % de los jóvenes fallecidos eran mayores de edad, los chicos de 15 a 18 años estaban dentro del horario permitido a menores (de 16 a 24 horas). La mayoría de los fallecidos (40%) murieron intentando salvar a los chicos que quedaban dentro del local.

* Los padres no se informaron sobre el lugar al que iban sus hijos 

Los chicos concurrieron a un lugar al que le fue otorgada la habilitación. Ese local era uno de los cinco lugares más grandes para celebrar recitales en la ciudad de Buenos Aires. No era previsible que no estuviera habilitado, ni que pudiera mantenerse abierto con el certificado de bomberos vencido desde hacía más de un mes, cuando hasta el propio recital era publicitado en revistas con el auspicio del Gobierno de la Ciudad. Por lo demás, a los ojos de cualquier padre ninguna de la infinidad de infracciones que produjeron la muerte a 194 chicos, estaba visible: los padres no eran especialistas en seguridad y prevención de incendios.

* Los chicos estaban drogados o alcoholizados 

En ninguna de las 194 autopsias se detectó ni alcohol ni sustancias psicotrópicas.

* Nadie busca al que tiró la bengala 

Existe una causa especialmente formada como anexo para la búsqueda y responsabilización del autor o autores del lanzamiento de la bengala. En esa causa se han hecho búsquedas hasta en las provincias de Tucumán, Salta. Se hizo un enorme trabajo de identificación y pericias de determinación fisonómica sobre tres identikits, a partir de los testimonios. Las tareas de inteligencia policial y búsqueda de personas han sido enormes. Los padres no descartamos que el autor o autores cuenten con cierta protección policial, que ha impedido que lo actuado tenga éxito.

* Los padres de Cromañón son violentos 

De los 388 padres solo tres han adoptado actitudes de violencia verbal. Ninguno de ellos jamás agredió físicamente a nadie ni pasó de la palabra a la acción. Ellos tres, como los restantes 385 padres, perdieron a sus hijos. Su violencia verbal no está provocada por una filiación política, por un acto de disputa de poder gremial, ni integran una barrabrava o una patota sindical. Fueron padres en la peor instancia de su vida. Todos los actos de los padres se caracterizan por ser absolutamente pacíficos, reclamando sin eufemismos justicia y denunciando que la corrupción mata. Cuando estos reclamos tienen nombre y apellido, los destinatarios suelen decir que los padres de Cromañón son violentos.

* Los padres de Cromañón formaron parte de un golpe institucional de la

derecha 

Esta frase surgió desde el ámbito del propio Aníbal Ibarra y algunos ibarristas. La destitución del por entonces jefe de Gobierno fue votada por los dos tercios de la Legislatura, en la que la supuesta derecha no era mayoría. El juicio político fuedecidido por los dos tercios de esa misma Legislatura con una composición distinta a la que dispuso la remoción. Los votos correspondieron a la izquierda, el Ari, el kirchnerismo, partidos independientes, y el macrismo. Los padres ni son de derecha, ni de izquierda ni de centro, son padres.

* Ibarra no conocía a Chabán 

Ibarra había apoyado a Chabán en 1993 cuando el Concejo Deliberante decidió clausurar Cemento. Escribió artículos a favor de Chabán en la Revista Humor y en Página 12. Tiene aún un departamento en el mismo edificio del domicilio de Chabán, unos pisos más abajo. No sólo fueron vecinos, sino que participaban de reuniones en dicha dirección: Rodríguez Peña 24. Por eso Cemento jamás fue clausurado (una clausura dispuesta por los inspectores fue prohibida a través de un handy) y República de Cromañón no era inspeccionada también como consecuencia de órdenes impartidas.

* Ibarra no sabía qué pasaba en República de Cromañón 

Aníbal Ibarra recibió 36 alertas que lo advertían de la situación, algunos directamente referidos a los locales de Plaza Once y deliberadamente se desentendió. El negocio de la noche era una caja política, por eso en su primer acto público después del 30 de diciembre de 2004, salió acompañado de los integrantes de la Cámara de Empresarios de Locales Bailables. Ibarra sabía de la existencia y actividades de los boliches de Chabán.

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