Alerta oficial: segunda ola de Covid amenaza con boicotear la economía y la paz del dólar

Alerta oficial: segunda ola de Covid amenaza con boicotear la economía y la paz del dólar

Tras los últimos registros de contagios, el ministro Guzmán no pudo esconder la preocupación y es motivo de análisis en el equipo económico

Martín Guzmán monitorea la cantidad de contagios diarios de Covid como si fuera una variable económica o financiera más. Y, en las últimas jornadas, incluso con mayor obsesión. El ministro acaba de regresar de su gira por los Estados Unidos y en ninguna de los encuentros que tuvo -con inversores de Wall Street y con funcionarios del Fondo, del Banco Mundial y del Tesoro americano- puso en duda una fuerte recuperación económica, tras el desplome del año pasado.

Guzmán, tras los últimos registros de contagios, no pudo esconder la preocupación y es motivo de análisis en el equipo económico.

El ministro sabe que la economía argentina -a diferencia de las más desarrolladas- no tiene demasiado margen para la asistencia a los ciudadanos que no puedan trabajar, en el caso de que se les pida recluirse en una "fase 1".

"Llegado el caso habrá que focalizar la ayuda. No habrá algo a gran escala. Se elegirán sectores y regiones del país afectados. Pero no más. No se puede hacer lo del año pasado", define un funcionario cercano a Guzmán, en diálogo con iProfesional.

El ministro se reservó una porción del Presupuesto anual para focalizar una asistencia en caso de que el coronavirus impacte muy fuerte.

La preocupación no es sólo por la escasa ayuda que pueda brindar el Estado. A Guzmán también lo desvela el impacto de los contagios sobre la actividad, que se viene recuperando mes tras mes.

De hecho, uno de los motores de esa rebote tiene que ver con la buena perfomance de la construcción. La actividad ya se encuentra 10% por encima a los niveles prepandemia gracias a que los costos quedaron abaratados en dólares. Pero lo cierto es que si el Covid continúa expandiéndose a un ritmo veloz, la misma gente que hoy trabaja no podrá hacerlo. Y así en el resto de las actividades.

El ministro sabe que la economía argentina no tiene demasiado margen para incrementar la asistenciaAyuda a cuentagotas

 

El escenario monetario del año pasado es irrepetible. Durante el primer trimestre de 2020, el Banco Central emitió la friolera de $600.000 millones. En este 2021, la situación es bien distinta: la emisión para el Tesoro resultó de "apenas" $70.000 millones.

Guzmán se planteó un ordenamiento fiscal muy prolijo, en línea con la esperada recuperación de la actividad económica. De hecho, una alta fuente del Ministerio adelanta a iProfesional que la recaudación de marzo volvió a mostrar cifras "muy positivas", que se conocerán apenas comience la próxima semana.

En simultáneo, el ministro quitó prácticamente toda la asistencia (gasto Covid): la última distribución del IFE fue en agosto del año pasado. Y el ATP (salarios complementarios a cargo del Estado) se mantuvo hasta diciembre. Desde ese momento se pagan parte de los salarios a través del Repro II, que es un programa más limitado que el ATP.

No fue el único ajuste en marcha: los salarios de la administración pública también quedaron bien por debajo de la inflación. Mientras que las jubilaciones se actualizaron 35,3%, un punto menos que la inflación, pero lejos del 42% que les hubiera significado en caso de que no se suspendiera la antigua fórmula.

El Gobierno ya probó lo costoso que puede significar un desvío de la consistencia fiscal. Tras la emisión récord -de alrededor de $2 billones a lo largo de 2020-, el dólar "blue" llegó a los $195. Bajarlo de ese nivel fue muy trabajoso, asumen en el equipo económico. Y llevó tiempo.

Tanto, que hay un convencimiento de que una parte de la aceleración inflacionaria de los últimos meses se vincula con aquel ensanchamiento de la brecha entre el dólar "oficial" y el "paralelo", que superó largamente el 100%.

El costo de la brecha cambiaria tuvo que ver con un fuerte impulso en los precios de distintos sectores. Como, por ejemplo, en los materiales de la construcción.

Guzmán no quiere dar ninguna excusa para que retornen las presiones cambiarias. Y cree que ese ordenamiento fiscal y de la emisión monetaria es clave para mantener las expectativas en calma en el mercado del dólar.

Por ese mismo motivo, cuando Guzmán se acercó a los inversores de Wall Street fue para llevar calma, más allá de las idas y vueltas en las negociaciones con el FMI.

Con esa misma idea, de llevar tranquilidad a los centros financieros, el ministro mantuvo una cumbre con Kristalina Georgieva.

A la directora general del FMI, Guzmán le dijo que las reservas crecerán entre u$s6.000 y u$s7.000 millones a lo largo del año. Esa estimación contempla alrededor de u$s3.500 millones de los DEGs que, eventualmente, el Fondo Monetario repartirá entre los países socios en los próximos meses.

Se trata de un monto inferior a la estimación de superávit comercial para el 2021, que ascendería a por lo menos u$s12.000 millones, de acuerdo a proyecciones de las consultoras privadas.

Por eso, para algunos analistas que escucharon el viernes a Martín Guzmán en el consulado argentino en Nueva York, la estimación oficial es conservadora. De hecho, el propio ministro de Economía les dijo a los financistas que él suele manejarse con proyecciones conservadoras para hacer sus análisis.

Como fuera, la estimación oficial da cuenta de que el Banco Central terminaría el año con mejoras de sus reservas, lo que le permitiría avanzar el año sin la necesidad de una devaluación abrupta.

El ministro Guzmán no quiere dar ninguna excusa para que retornen las presiones cambiarias

 

Respecto del crecimiento, Guzmán mantiene la idea de que la expansión del PIB será de por lo menos 7%. Incluso del 8%. A los representantes de los fondos de Wall Street les aseguró que el crecimiento superaría ese número, que está por encima de la estimación del Presupuesto (+5,5%).

¿Podrá ser? Y ahí es cuando entra a pesar el escenario de la segunda ola de Covid.

Guzmán, dentro del Gabinete, es de los que más obsesivamente piensa en el proceso vacunatorio. Sólo con vacunas se logrará pasar a la próxima página. Por eso sigue con suma atención cada vuelo que llega a Ezeiza con las vacunas.

Se trata de la carrera más relevante que tuvo la Argentina en los últimos tiempos. La carrera por conseguir la mayor cantidad de dosis en la menor cantidad de tiempo posible.

 

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