El intendente de Villa María en uso de licencia y secretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Gill, es el elegido por la Casa Rosada para encabezar la boleta del Frente de Todos en el tramo de diputados, según confió a LPO una alta fuente del Gobierno nacional.

Como número 2 de Gabriel Katopodis, Gill tuvo una fuerte presencia en Córdoba en el último año: obras en localidades del interior, financiamiento del plan de bacheo de la ciudad capital y la construcción de los hospitales modulares son los activos de gestión que puede exhibir.

Durante los últimos meses Gill apostó a la gestión como "herramienta para construir la unidad del peronismo" cordobés. Y fue uno de los últimos funcionarios del Frente de Todos en resignarse ante la confrontación de los peronismos. Justamente por esto es mirado con recelo por otros sectores kirchneristas, que tildaron a Gill de "moderado" por intentar hasta el final no confrontar con el gobernador Juan Schiaretti.

De hecho, como reveló LPO, esa moderación alimentó en Córdoba las versiones de una hipotética fórmula con Martín Larryora que unifique al peronismo en las elecciones de gobernador del 2023.

Gill tiene una situación particular en Villa María: transita su cuarto período consecutivo de licencia en la intendencia, un "permitido" que logró con el visto bueno del otro cacique en esa ciudad, Eduardo Accastello, actual ministro de Industria de Schiaretti. Ahora, tras la confirmación de que irá por una banca en Diputados, aumentará la presión en el sudeste provincial para que renuncie y llame a elecciones municipales.

De hecho, ese ‘gesto' de Accastello se produjo por la venia de Schiaretti, con quien Gill tuvo un encuentro durante el verano. Ahora, la situación podría cambiar con este escenario; como así también por la relación que tejió el villamariense con los intendentes desde su cargo en Nación.

Dentro del albertismo, fue Caserio quien ante la ambigüedad de Gill respecto del trato con Hacemos por Córdoba reclamó definiciones a nivel nacional. En la Rosada le hicieron entonces a Gill "una oferta muy difícil de rechazar", a riesgo de perder su puesto en el Ministerio de Obras Públicas.

Ante esta decisión de Balcarce 50, en el comando de campaña de Hacemos por Córdoba evalúan sumar a Accastello o a su ex esposa (y ex intendenta de Villa María) Nora Bedano en la lista que encabezará Natalia de la Sota, un contrapeso territorial importante. Sobre todo, por las diferencias que existen desde hace un tiempo entre Accastello y Gill.

En tanto, el otro teatro de batalla de los dos peronismos será en Punilla, el ‘patio de la casa' de Caserio. Allí, Hacemos por Córdoba empoderará a Matías Montoto, el intendente de Huerta Grande, pero sobre todo a Esteban Avilés, actual titular de la Agencia Córdoba Turismo, y la prenda del socialismo para integrar la boleta como lo adelantó LPO.

En el entorno de Gill aseguraron a LPO que no está confirmada su candidatura: "Hoy está enfocado en la gestión y en que Nación haya dado vuelta la página de la relación con Córdoba", afirmaron.

 

Por Gabriel Silva