Alberto Fernández cierra filas para conducir el Partido Justicialista

Alberto Fernández cierra filas para conducir el Partido Justicialista

La lista “Unidad y Federalismo” estará encabezada por el presidente de la Nación y tendrá a la diputada Cristina Álvarez Rodríguez como vicepresidenta. Será la primera vez en la historia que el peronismo lleve una nómina con paridad de género.

Las pautas de convivencia dentro del Partido Justicialista conservan históricamente una regla de oro: la renovación de las autoridades partidarias proviene indefectiblemente de una lista de unidad. Mantener esa tradición es el deseo generalizado de gobernadores y dirigentes que se cumplirá el próximo 21 de marzo cuando Alberto Fernández se convierta en el presidente del espacio. Sin embargo, un sector del Frente de Todos, integrado por Alberto Rodríguez Saá, Milagro Sala y Gabriel Mariotto está dispuesto a participar de la contienda desafiando al Jefe de Estado y a la propia raigambre peronista. ¿Habrá interna partidaria?

Este lunes 15 de febrero vence el plazo para la presentación de las listas que competirán en los comicios. El Presidente pasó las últimas 48 horas en Olivos confeccionando la nómina “Unidad y Federalismo” que él mismo encabezará y tendrá a la diputada nacional Cristina Álvarez Rodríguez como vicepresidenta primera. 

Del armado participaron funcionarios de su máxima confianza, incluido el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y el ministro del Interior “Wado” De Pedro. La premisa fue incorporar a representantes del amplio espectro del Frente de Todos y promover la participación de jóvenes y mujeres. Será la primera vez en la historia que el peronismo lleve una lista que respete la paridad de género.

Bajo el compromiso de reforzar la impronta federal, los gobernadores estarán representados, como mínimo, por dos consejeros por provincia y habrá un importante lugar para los distintos sectores del movimiento obrero: CGT, CTA de los Trabajadores, Frente Sindical y dirigentes de las organizaciones sociales. “El armado es con todos”, indican en el oficialismo.

Alberto Fernández imagina un PJ renovado y activo, un partido que “vuelva a enamorar a la sociedad”. “Necesito que genere cuadros nuevos, una nueva dirigencia, que convoque a repensar la Argentina y que asuma su identidad de una vez por todas. Como fue en el Frente Amplio. Tenemos que lograr institucionalizar el espacio porque contenemos a mucha gente que no está en el peronismo y eso le da riqueza a la coalición de gobierno”, explicó el Presidente a este diario la semana pasada. También resaltó la importancia de su “autonomía” y que no funcione como un “apéndice” del Poder Ejecutivo.

En este camino se cruzó la lista “17 de Octubre Fuerza Argentina”, que encabeza el gobernador puntano, Alberto Rodríguez Saá y acompañan la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, el ex vicegobernador Gabriel Mariotto y la ex síndica de la Sigen y esposa del ex ministro de Planificación Julio De Vido, Alessandra Minnicelli.

Desde el PJ plantean que si bien “están en su derecho a presentarse”, encarar una competencia tan asimétrica resulta “ridículo”. “No llegan al 1 por ciento, no ganan ni en San Luis. Evidentemente, no es un armado para competir sino para negociar”, analizan.

“La lista única es como un patovica en la puerta de un establecimiento que te dice 'vos sí, vos no'”, responde Gabriel Mariotto, ante la consulta de este diario. El lomense deja en claro que el sector que encabeza Rodríguez Saá está dispuesto a trabajar en una lista de unidad, siempre y cuando aprueben sus candidaturas. “Tiene que haber una construcción sino nos vamos a sentir proscriptos”, afirma.

El máximo punto de tensión podría darse en caso de que la Junta Electoral rechace la presentación de esta lista, una resolución altamente probable. Según “Fuerza Argentina”, en noviembre presentaron 85 mil avales acreditados ante un escribano y esperan la aprobación. Aseguran que no los pudieron entregar en la sede de Matheu 130 porque “estaba cerrada”.

En el PJ plantean lo contrario: “No tienen respaldo de documentación. Mostraron fotos de unas cajas en un local partidario, pero los avales se ingresan en la mesa de entrada del partido y los examina la Junta”. En este escenario de versiones cruzadas, hay quienes se animan a vaticinar que la disputa podría desembocar en una judicialización. En este caso, Milagro Sala no estaría dispuesta a que las diferencias escalen a un verdadero conflicto político.

Mientras tanto, en Casa Rosada negocian a contrarreloj para poder llegar a un acuerdo. Incluso el propio Alberto Fernández se comunicó con Rodríguez Saá para evitar un derroche de energía que consideran absurdo.

La otra incógnita a develar es qué pasará con Sergio Berni. Desde el año pasado, el ministro de seguridad de la Provincia amaga con jugar en la interna nacional. Hasta el momento, no presentó ninguna lista.

El calendario marca que mañana a última hora quedarán despejadas todas las especulaciones. En el Gobierno trabajan para evitar sorpresas. Tienen en claro que para los argentinos la interna peronista no es una prioridad. “No podemos perder tiempo en caprichos”, concluyen.

Máximo Kirchner a la cabeza del PJ Bonaerense

En la provincia de Buenos Aires el pasado 30 de diciembre las piezas se alinearon. Durante un encuentro en José C. Paz, Alberto Fernández le comunicó a los principales dirigentes del peronismo bonaerense que había tomado la decisión de conducir el PJ nacional y que consideraba necesario que Máximo Kirchner tomara las riendas de la estructura del principal distrito del país.

Tras el mensaje presidencial, el único que se opuso abiertamente fue el vicepresidente del PJ bonaerense, Fernando Gray. “Yo me planto”, respondió el jefe comunal. En Esteban Echeverría señalan que su postura se mantiene firme y que lo acompañan Alberto Descalzo (Ituzaingó) y Julio Zamora (Tigre). Explican que Gray respeta mucho la figura de Máximo pero que considera que “está mal acompañado”.

Lo cierto es que el jefe del bloque de diputados del Frente de Todos, tarde o temprano, será consagrado presidente del peronismo bonaerense y pretende que su liderazgo salga por consenso. Aún resta definir el mecanismo de la elección y la fecha.

En principio, la intención es que no haya una situación de acefalía, de renuncias masivas, sino que se convoque a una reunión del Consejo del partido y que en ese marco se disponga adelantar la elección de autoridades que estaban previstas para el 17 de diciembre de 2021. “Tiempo sobra y Máximo no está apurado. Su prioridad ahora es la agenda de la gente”, expresan en territorio bonaerense.

 

Por Sebastián Cazón

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