Alberto Fernández envió este jueves al Senado el pliego para designar a Alejo Ramos Padilla en el Juzgado Federal 1 de La Plata, el juzgado que controla todo el proceso electoral en la provincia de Buenos Aires, nada menos que el 40% del padrón del país.

Esa oficina está vacante desde el año 2014, cuando falleció el juez Manuel Blanco. En las elecciones que siguieron el juzgado fue ocupado a través de subrrogancias por otros magistrados.

Ramos Padilla había conseguido la mejor calificación en su examen y un excelente promedio con las entrevistas posteriores. El concurso se realizó durante el gobierno de Mauricio Macri y el juez de Dolores quedó encabezando la terna que aprobó el Consejo de la Magistratura en abril de 2019.

Sin embargo, el ex presidente eligió para enviar al Senado el pliego a Laureano Durán, que había salido tercero en ese concurso, pero cuando Fernández asumió la presidencia retiró todos los pliegos que había dejado su antecesor en la Cámara Alta.

El juzgado federal 1 de La Plata es un lugar clave para la política porque tiene la competencia electoral en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país y que tiene un peso determinante en las elecciones nacionales, especialmente en los turnos presidenciales.

En el kirchnerismo había dudas sobre si el juez de Dolores era la persona adecuada para ese cargo. Incluso un sector del albertismo empujaba la candidatura de Durán.

Ramos Padilla es un juez cercano al kirchnerismo y lleva adelante la causa que gira sobre el falso abogado Marcelo Dalessio, que se dedicó durante años a espiar y extorsionar políticos y empresarios.

El pedido, que ingresó al Senado este jueves, en medio de la conmoción social por la muerte de Diego Maradona, está firmado por el Presidente; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; y la ministra de Justicia, Marcela Losardo.

El nombramiento será tratado por la Comisión de Acuerdos, que preside Anabel Fernández Sagasti, una de las senadoras más cercanas a Cristina Kirchner. El Frente de Todos tiene mayoría para emitir dictamen del pliego y aprobarlo en el recinto cuando disponga. 

El Juzgado Federal 1 de La Plata no era el único cargo por el que Ramos Padilla aspiraba a alejarse del juzgado de Dolores. También había concursado para ocupar un lugar en la Sala II de la Cámara Federal porteña. Allí también había quedado bien posicionado y ocupaba el tercer lugar detrás del juez Diego Amarante y del abogado Roberto Boico.