Alberto apuesta a la troika Scioli, Béliz y Solá para enderezar la relación con Brasil

Alberto apuesta a la troika Scioli, Béliz y Solá para enderezar la relación con Brasil

El futuro embajador viajará la semana que viene. El ministro Guedes cortó el diálogo con la Argentina hace más de un mes. Béliz es el más cercano al general Heleno, el punto de contacto con el sector productivo.

 

El futuro embajador de Brasil tiene una complicada tarea por delante, retomar el diálogo con el gobierno de Brasil que hace más de un mes se volvió virtualmente nulo desde que el ministro Guedes dejó de atender las llamadas del gobierno argentino.

 

Por eso, la semana próxima viajará a San Pablo con una agenda orientada a fortalecer el vínculo comercial y productivo entre ambos países. La alicaída industria automotriz necesita un plan integrado con Brasil para dinamizar las ventas y coordinar la producción. En este punto, el sector lo que pide es previsibilidad y un horizonte de negocios despejado de los altisonantes anuncios de Bolsonaro de poner aranceles a las importaciones argentinas o directamente romper con el Mercosur.

 

Scioli no está solo, Felipe Solá y Gustavo Béliz completan la apuesta de Alberto Fernández para enderezar las relaciones con Brasil. De hecho, el próximo 12 de febrero, Scioli tendrá una reunión con el canciller brasileño Ernesto Araújo en Brasilia; y recién en marzo se instalará definitivamente allí.

 

Pero antes de encarar el frente diplomático, el 3 y el 4 del mes próximo, Scioli viajará a San Pablo para avanzar en la agenda productiva y comercial entre ambos países.

 

Por eso, este jueves, en la previa al viaje se reunió con la UIA y también con Santiago Cafiero. Desde la UIA destacaron que Scioli escuchó las propuestas para aumentar las exportaciones y aceitar los vínculos y señalaron que Brasil viene siendo más duro en las amenazas y las declaraciones políticas. Además, destacaron el rol "componedor" del futuro embajador para acercar posturas y se mostraron confiados en que logre despejar los ataques al comercio entre ambos países.

 

En este punto es clave la figura del general Augusto Heleno, quien primero sonaba para vicepresidente de Jair Bolsonaro y finalmente de erigió jefe de gabinete del Seguridad. Heleno tiene una visión geoestratégica distinta de la de Paulo Guedes y ha sido en varias ocasiones quien puso paños fríos a los comentarios rupturistas del presidente brasileño. Su interés va más allá de la integración productiva y se centra en el potencial nuclear de la Argentina que Estados Unidos le encargó monitorear.

 

Heleno, que también comandó los cascos azules en Haití y fue agregado militar de la embajada brasileña en París, es un hombre con un costado más diplomático, pero que también encarna el pensamiento profundo de los militares que son la base de sustento de Bolsonaro. Y Gustavo Béliz tiene buena llegada a él.

Varios hombres de negocios también buscan tener buen diálogo con él. En especial en el sector automotriz es ponderado por su moderación frente a la volatilidad de Bolsonaro.

 

El otro que pone paños fríos es Hamilton Mourao, el vicepresidente brasileño y artífice de los dichos de Bolsonaro que apaciguaron transitoriamente las diferencias políticas e ideológicas que sostiene con Alberto Fernández: "Estoy a disposición si él quiere visitarnos. Está invitado, será motivo de satisfacción. Vamos a seguir siendo grandes socios en América del Sur", dijo el presidente en diciembre. 

En tanto, desde la Casas Rosada, señalaron que el encuentro con Scioli fue "para profundizar la agenda de trabajo conjunta que se desarrollará en el país vecino" y remarcaron la importancia de fortalecer los lazos en común con Brasil,principal socio comercial de la región y destino de las exportaciones de los productos argentinos.

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