En medio del escándalo que abrió la denuncia de la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, sobre el establecimiento de una mesa judicial en el seno del gobierno de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires para montar causas judiciales contra dirigentes sindicales, el ex juez Luis Carzoglio recordó el apriete que sufrió en 2018.

En diálogo con C5N Carzoglio aseguró que el video en el que se ve a ex funcionarios de Vidal, agentes de la AFI y empresarios de la construcción armar una mesa judicial para perseguir a sindicalistas molestos "es una muestra más del modus operandi ilegal que adoptó el gobierno anterior para alcanzar sus objetivos políticos".

Carzoglio contó que en 2018, antes de que la causa en que estaba imputado el referente de Camioneros Pablo Moyano llegara a su juzgado lo visitaron agentes de la AFI para concertar una entrevista con el ahora ex presidente Mauricio Macri.

Y sin medias tintas le dijeron: "El presidente Macri quiere tener detenido a Pablo Moyano".

"Yo en ese momento todavía no tenía en mi juzgado la causa, el que me vino a ver fue (Fernando) Di Pasquale, ex asesor financiero de la AFI y me dijo 'estamos obsesionados con la detención de Pablo Moyano'", contó Carzoglio y aseguró que ante ese apriete se limitó a responder que una vez que la causa estuviera en sus manos, y con los elementos que obren en ella y el pedido del fiscal, resolvería qué hacer.

Carzoglio contó que incluso los agentes de la AFI le ofrecieron enviarle la orden de detención "ya redactada para aliviarme el trabajo y efectivamente a las dos horas me la mandaron".

El ex juez recordó además que cinco días antes de su resolución (Carzoglio rechazó el pedido de detención de Moyano tal como pretendían los gobiernos de Macri y Vidal) "comenzó la tarea mediática para presionarme a través de los diarios Clarín y La Nación. El 14 de octubre La Nación saca un artículo firmado por Gustavo Carabajal que ponía en duda mi idoneidad como juez y dos días después sale el mismo artículo, pero sin firma, en Clarín".

Luego de rechazar el pedido de detención a Carzoglio le desaparecieron los teléfonos celulares del polo judicial y tanto su mujer como sus hijos recibieron amenazas de muerte.

Ahora con la operatoria del macrismo para perseguir opositores al desnudo Carzoglio aseguró que "la justicia debe dar una señal fuerte, de que la Argentina está fuerte y que la justicia está de pie porque sin justicia dejaremos de ser una República".