La Agencia Europea de Medicamentos denunció una “manipulación” de los documentos sobre las vacunas robados por hackers en el ciberataque de diciembre

La Agencia Europea de Medicamentos denunció una “manipulación” de los documentos sobre las vacunas robados por hackers en el ciberataque de diciembre

La EMA aseguró que los archivos filtrados en internet incluyen correspondencia “interna confidencial” sobre los inoculantes contra el coronavirus que “podría socavar la confianza” en los ensayos de Pfizer y Moderna

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) denunció que los documentos relativos a vacunas contra la enfermedad de COVID-19, robados en un ataque cibernético en diciembre pasado y filtrados en internet, incluyen correspondencia “interna confidencial” que “ha sido manipulada” antes de su publicación en redes.

Según la agencia de la Unión Europea (UE), con sede en Ámsterdam, los documentos filtrados “incluyeron correspondencia interna confidencial por correo electrónico que data de noviembre, relacionada con los procesos de evaluación de las vacunas del COVID-19, y parte de esa correspondencia ha sido manipulada por los perpetradores antes de su publicación de una manera que podría socavar la confianza de las vacunas”.

Es la primera vez que la EMA reconoce que los atacantes también tuvieron acceso a correos confidenciales, un paso que da luego de que la televisión neerlandesa NOS haya localizado esos documentos en un foro de internet ruso bajo el título “Evidencias de GRAN ESTAFA DE DATOS de las vacunas de Pfizer”, que incluía etiquetas como “fraude” y “vacunas falsas”.

Lo que ha podido constatar NOS muestra que la agencia ha recibido aparentemente una “fuerte presión de la Comisión Europea para aprobar las vacunas lo antes posible”, además de haber hallado documentos con detalles científicos sobre los inoculantes contra el coronavirus, informes de entrevistas y correos electrónicos intercambiados entre los empleados de la EMA.

La entidad se niega a especificar qué pasajes o documentos fueron manipulados por los ciberatacantes, aunque no parece que se hayan revelado detalles clasificados o sensibles sobre las vacunas en sí, en especial la desarrollada por las farmacéuticas Pfizer y BioNTech, cuyos informes se encontraban en ese momento siendo analizados por los científicos de la EMA.

La agencia aseguró que las dos autorizaciones de uso condicional que se concedieron en la Unión Europea a las vacunas desarrolladas por Pfizer y por Moderna siguieron un proceso de “evaluación científica independiente”.

“Existe una necesidad urgente de salud pública de poner las vacunas a disposición de los ciudadanos europeos lo antes posible, pero siempre ha habido consenso en toda la UE para no comprometer los estándares de alta calidad y basar cualquier recomendación en la solidez de la evidencia científica en la seguridad, calidad y eficacia de una vacuna, y nada más”, sostiene el organismo, desmintiendo presiones.

Los detalles completos de las evaluaciones científicas llevadas a cabo por los científicos de la EMA están disponibles públicamente, en un gesto de “transparencia” que la agencia prometió para luchar contra la desinformación y las teorías de conspiración relacionadas con las vacunas COVID-19.

Dado que la EMA tiene su sede en Ámsterdam, las autoridades neerlandesas son las encargadas de investigar lo ocurrido, y, según la agencia, están tomando las medidas necesarias.

Por otro lado, la EMA espera que Johnson & Johnson solicite la aprobación regulatoria para su vacuna contra la enfermedad de COVID-19 en febrero, dijo su directora ejecutiva, Emer Cooke, el pasado viernes.

Un importante legislador de la UE afirmó la pasada semana que es probable que la empresa estadounidense solicite la aprobación regulatoria de la UE el próximo mes.

El regulador de medicamentos de Europa ha aprobado hasta ahora las vacunas Pfizer-BioNtech, y Moderna y está revisando otra de AstraZeneca bajo un ajustado plazo de tiempo.

Cooke añadió que la EMA no ha tenido aún propuestas de aprobación de las vacunas rusas o chinas, pero está en conversaciones con el desarrollador de la Sputnik V.

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