Durante el año pasado, la brecha entre la plata que entra y sale a diario de las cuentas provinciales estuvo entre las más altas desde 2011.

Eso pasó porque la recaudación, si bien aumentó, lo hizo en una escala menor a la de los gastos corrientes, en especial, el salarial.

 Según los datos oficiales, los ingresos impositivos globales subieron 34,2 por ciento durante 2015, coparticipación de por medio. No estuvo mal para un año en el que la actividad económica volvió a estancarse, aunque con una desaceleración de la inflación.

Pero en ese universo, los ingresos por tributos propios subieron sólo 28,6 por ciento, en una evolución que fue de mayor a menor, en especial en el último tramo del año, y que quedó casi empardada con la suba general de los precios.

Por la otra ventanilla, el gasto corriente aceleró con más fuerza y la erogación de la partida de personal (explica más de la mitad del total) aumentó 37 por ciento, según las proyecciones que había formulado el exministro de Finanzas, Ángel Elettore, cuando presentó en la Legislatura el proyecto de presupuesto 2016, antes de abandonar su cargo.

El saldo se tradujo en un menor ahorro corriente, un elemento que en los últimos años fue clave para mantener con buena salud las finanzas públicas, en medio de la pelea entre la Provincia y la gestión del kirchnerismo en la Nación.

Ingresos

El Gobierno provincial completó ayer los casilleros que faltaban en la planilla de recaudación para mostrar el cierre de los recursos de 2015.

El año pasado, los ingresos impositivos sumaron 59.234 millones de pesos, apenas por encima de los 58.829 millones previstos. En grado de importancia, la coparticipación tuvo un peso relativo mayor, con un alza interanual de 38 por ciento, impactada en el último mes por el fin de la detracción del 15 por ciento de los fondos que Córdoba destinaba desde 1992 para financiar a la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).

Los ingresos propios, por su parte, llegaron a 23.004 millones, por debajo de la proyección oficial, con una marcada desaceleración que, comparada con la inflación anual (entre 25 y 27 por ciento), refleja caídas reales en noviembre y diciembre.

Ocurre que la base de comparación fue demasiado alta. En el último trimestre de 2014, hubo cambios en las alícuotas para los anticipos de Ingresos Brutos a través de los agentes de percepción, lo que generó un flujo extra de pesos.

Sin ese elemento, lo lógico es que la captación del principal tributo local hubiera aumentado entre 30 y 33 por ciento, en línea con la expectativa que el Ministerio de Finanzas había estructurado a mediados del año anterior.

Salarios

En la otra punta del mostrador, la movilidad de los salarios de los estatales fue mucho mayor a la de los ingresos corrientes.

Si bien el acuerdo paritario fijó una suba interanual promedio de 31,6 por ciento, en los bolsillos el incremento fue mayor.

En el caso de los empleados del escalafón general, en noviembre se aplicó el primer impacto del nuevo sistema de coeficientes para determinar la apertura entre cada categoría.

Tras un acuerdo con el Sindicato de Empleados Públicos (SEP), esa medida se tradujo en subas promedio que fueron de dos a cuatro por ciento y que se replicará en noviembre de este año y también en 2018.

Cuando el proceso se complete, habrá brechas salariales que acumularán diferencias de entre cuatro y hasta casi siete por ciento entre categorías.

El personal jerárquico tampoco quedó afuera, ya que si bien no ingresó en esa medida, la Unión del Personal Superior (UPS) acordó por cuerda separada un despegue de siete por ciento en noviembre para mantener el estatus diferencial.

Los docentes, por su parte, negociaron con el Gobierno el “blanqueo” gradual del adicional por material didáctico, con una lógica parecida: llevará cuatro años, a razón de 25 por ciento de incorporación al básico durante cada período.

Por lo tanto, los estatales gozaron de un alza salarial que le ganó a la inflación en términos reales, incluyó un importante primer tramo (20,64 por ciento) en febrero y superó a los acuerdos en el sector privado, que en su mayoría se cerraron entre abril y mayo pasados.

Además, implica que una mayor porción del presupuesto fue a cubrir gastos salariales, en desmedro de otros rubros. Por cierto, en ese incremento también incide la expansión de la planta de estatales. A septiembre de 2015 (último dato publicado), había 127.948 agentes, 4.689 más que un año atrás (incluye contratados). Las mayores subas fueron en educación, salud y seguridad.

Abucheo a Schiaretti y ahora Jesús María

Pilar. Los gremios estatales siguen en protesta por el recálculo de los haberes jubilatorios. Ayer, unos 60 activistas de Luz y Fuerza Villa María abuchearon a Juan Schiaretti en Pilar, donde el gobernador asistió a un acto en el Centro Comercial.

Lo seguirán. La CGT Rodríguez Peña evaluó pasos a seguir. Por caso, hoy volantearán en el Festival de Jesús María. Gabriel Suárez, de Luz y Fuerza, adelantó protestas en todo acto oficial.