El mismo tuvo lugar días pasado en Tordillo y los participantes no salieron bien parados de la singular e insólita experiencia, como así también habla de un entorno poco claro y describe una escena, que fue más propia de una emboscada, como también se señala en la información.

Tordillo, la ciudad más chica de la provincia de Buenos Aires, padecía una temperatura de 30 grados a la sombra. En ese paraje de 1.500 habitantes, también conocido como General Conesa y ubicado cerca de la Bahía de Samborombón, un grupo de dirigentes políticos de distinto signo se dirigía a tomar mate a lo de una vecina que los habían invitado, vía Facebook.

El grupo, conformado por el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, el macrista Manuel Mosca; el radical Maximiliano Abad (cercano a Ernesto Sanz), y Marcelo “Patón” Torres, diputado del Frente para la Victoria, salió de la casa al rato. Pero de repente, todo fue confusión: a su derecha, los observaba un grupo de 20 personas; hacia la izquierda, una decena de vecinos los esperaba, elementos contundentes en mano. ¿Era un escrache? ¿Se trataba de la vuelta del “que se vayan todos”? nada de eso: por el calor infernal, la gente estaba jugando al carnaval y, literalmente, los emboscaron, con baldes con agua y barro. “Eran como ejércitos”, contó luego uno de los políticos, mientras estrujaba su remera empapada. El auto del radical Abad terminó tan embarrado que frenaron en la casa del concejal Horacio Quiroga, para “manguerearlo” antes de emprender la retirada: Ojo con las “bombuchas”…