Las zonas rurales pasaron del apoyo a Cristina al voto útil de protesta

La falta de soluciones a problemas del campo, que impactan sobre la actividad de los pueblos del interior, se observó en una importante pérdida de sufragios respecto de 2011
La "ruralidad urbana", que define a las zonas donde el campo tiene influencia sobre la actividad de pueblos y localidades del interior, pasó de votar la reelección de la presidenta Cristina Kirchner en 2011 a darle mayormente la espalda al kirchnerismo en los comicios de anteayer.

Hubo casos en los que el cambio fue drástico. En 2011, en Pergamino, donde están las tierras productivamente más ricas de la provincia de Buenos Aires, la Presidenta había obtenido allí el 45,18% de los sufragios. Anteayer, en tanto, el oficialismo cosechó con el candidato a diputado nacional Martín Insaurralde un 26,3%. Otro caso: en San Cayetano, región triguera, el derrumbe del kirchnerismo fue del 44,5% al 16,23%. Así se puede mencionar otro caso más, como en el departamento de San Justo, en la provincia de Córdoba, zona de producción lechera en el norte cordobés. Allí, el kirchnerismo cayó de una adhesión del 38,5% de 2011 a un pobre 9,39% en las legislativas de anteayer.

La falta de soluciones a los problemas del agro, como la intervención en los mercados, una mayor presión impositiva nacional y provincial -esta última como la que aplicó el año pasado el gobernador Daniel Scioli con un fuerte revalúo de tierras y del inmobiliario- y la parálisis en muchos pueblos, parece haber sellado la suerte del kirchnerismo esta vez.

"En una parte de la ruralidad urbana que había acompañado en 2011 [al Gobierno] hoy lo que se nota es un fuerte castigo al kirchnerismo", expresó Rubén Ferrero, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Según Ferrero, "hay un parate fuerte en el interior y esta ruralidad quiere un cambio en el modelo, en la forma de gobernar".

Según Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), la ruralidad "mayormente hizo un voto útil contra el oficialismo".

El dirigente lo explicó así: "Queda claro que esa ruralidad que en 2011, cuando la economía todavía funcionaba y ante la ausencia de opciones superadoras, acompañó a Cristina, hoy con su voto fue a distintas opciones, pero en contra del oficialismo. La ruralidad mayormente hizo un voto útil".

Para Buzzi, la falta de soluciones a los reclamos del campo "tuvo mucho que ver" en los comicios en las zonas rurales.

El 20 del mes próximo, FAA, la CTA de Pablo Micheli, la CGT que lidera Hugo Moyano y la Multisectorial harán una jornada conjunta de protesta. Pero, además, Buzzi cree que el ruralismo debe "profundizar su reclamo", lo que podría derivar en nuevas medidas de fuerza.

"Las elecciones pasaron; los problemas de los productores continúan. La Mesa de Enlace debe encarnar el reclamo de los productores", opinó el ruralista. Sobre este tema, se aguarda que en las próximas semanas se reúna la dirigencia ruralista.

Jorge Solmi, un dirigente de la FAA que fue en el lugar 21° de la lista de diputados nacionales del Frente Renovador, cree que se "votó por un cambio de dirección". Y agregó: "En 2009 [cuando el kirchnerismo perdió en las legislativas de la provincia de Buenos Aires] hubo un voto castigo; ahora se necesita un cambio, y para eso se votó masivamente al sector de Massa".

DE ANGELI AL SENADO

Tras los comicios de 2009, el campo logró sumar 11 agrodiputados". Salvo el radical formoseño Ricardo Buryaile, que retuvo su banca anteayer, y el tucumano Juan Casañas, que pese a ir tercero en la lista se quedaría en el Congreso por un cambio de destino de quien ocupaba el segundo puesto, el resto de los agrodiputados no renovó.

Vale recordar que Omar Barchetta, un hombre de FAA que llegó al Congreso en 2011 de la mano del socialismo de Santa Fe, tiene mandato hasta 2015.

Lo que sí ahora es una novedad es que Alfredo De Angeli, el ruralista que se hizo conocido por liderar en 2008 el corte de ruta en Gualeguaychú, será senador nacional por Entre Ríos por Unión Por Entre Ríos, donde juega fuerte Pro, de Mauricio Macri.

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