Zecca habló de fin de ciclo e instó a elegir con cuidado el rumbo que se le dará a la Nación

Zecca habló de fin de ciclo e instó a elegir con cuidado el rumbo que se le dará a la Nación

“Es nuestra obligación hacer de esta nación la tierra de promisión que supo ser y que, lamentablemente, ya no es”, dijo el arzobispo El líder religioso volvió a quejarse por la aprobación del matrimonio igualitario y pidió compromiso y dedicación a los políticos

El arzobispo de Tucumán, Alfredo Horacio Zecca, centró su homilía por la conmemoración del 205° aniversario de la Revolución de Mayo en la transición política, que se dará este año tanto en la Provincia como en la Nación. A raíz de ello, aunque se dirigió a toda la dirigencia; en especial les habló a los candidatos. Pero sólo lo oyeron en vivo dirigentes del oficialismo, únicos presentes en la Catedral. Llamó la atención la ausencia total de representantes de la oposición, debido a que habían asistido años anteriores. Particularmente, la del intendente de la capital, Domingo Amaya, y la de su aliado político-electoral, el diputado José Cano.

Adelante se sentaron el gobernador, José Alperovich, y su esposa, la senadora Beatriz Rojkés. Detrás se ubicaron el vicegobernador, Juan Manzur, y el ministro del Interior, Osvaldo Jaldo -la fórmula que buscará la Gobernación, desde el alperovichismo-; el presidente de la Corte, Antonio Gandur; los ministros Jorge Gassembauer(Gobierno, Justicia y Seguridad) Jorge Jiménez (Economía), Pablo Yedlin (Salud), Beatriz Mirkin (Desarrollo Social) y Silvia Rojkés (Educación); la secretaria General de la Gobernación,Carolina Vargas Aignasse, y el presidente subrogante de la Legislatura, Regino Amado, entre otros. Salvo Gandur y algún otro, los demás buscarán un cargo en los comicios del 23 de agosto.

Zecca destacó los momentos en que se fundaba la Patria, pero planteó la necesidad de atender el presente. “Hay tiempos fundacionales, heroicos, de grandes cambios; y otros, más corrientes y, en apariencia, menos importantes. Sin embargo son los más aptos para ‘poner cimientos’ que garanticen un futuro más promisorio. Estos suelen ser más arduos y requieren perseverancia, fortaleza, y un discernimiento y una sabiduría susceptibles de expresarse en decisiones firmes”, dijo. A su criterio, el país vive hoy estos tiempos. “Estamos en el fin de un Gobierno y en el cierre de un ciclo. Los argentinos debemos reflexionar a fin de decidir, con lucidez, valentía, generosidad en la renuncia a ambiciones personales, a través de un diálogo veraz, el rumbo que queremos que tome la Nación a partir de las elecciones provinciales y nacionales. Es nuestra obligación hacer de esta nación la tierra de promisión que supo ser y que, lamentablemente, ya no es”, dijo.

Monseñor pidió que se vuelva la mirada a los tiempos fundacionales de la Patria, pero dejando de lado toda ideología. “El país, que comenzó a forjarse el 25 de mayo de 1810 y que declaró su definitiva independencia el 9 de julio de 1816, tenía y supo asumir una misión de cara a la historia y al plan de Dios en quien los Padres de la Patria creían firmemente. Hoy contemplamos con tristeza que algunos, por motivos ideológicos y negando la verdad histórica, quieren desconocer la importancia fundamental de la gesta patriótica del 9 de julio de 1816 cuando los congresales reunidos aquí, entre los cuales (había) 21 sacerdotes, juraron la independencia”, dijo.

Consideró que es el momento de gestar una Argentina para el futuro. “Las primeras décadas independientes pusieron sólidos cimientos para una fecunda y plena vida en común, (que) dieron lugar a un sólido desarrollo. No nos fue nada mal. Pero va siendo hora de remozar; de recoger creativa y verazmente nuestro pasado y de encontrarnos para acordar un programa para los próximos tiempos”, indicó. Luego subrayó que tal programa debe dejar de lado: “los recelos, los enfrentamientos y peleas, los odios que carecen de fundamento y sentido y las ideologías que nos dividen y dañan la Patria”.

Crítica a la actual política

Indirectamente, Zecca criticó los actuales tiempos políticos. “Resulta indispensable recuperar los valores que hicieron grande nuestra tierra; la verdad, el diálogo, el bien común, el respeto mutuo, la justicia, la solidaridad. Para ello hemos de encontrar el modo de reconciliarnos, corregirnos y valorarnos”, afirmó. Luego indicó a la dirigencia la agenda a incluir en el referido programa. Allí, especialmente, cuestionó los proyectos para despenalizar o legalizar el aborto y la ley del matrimonio igualitario, una de las cucardas del kirchnerismo: “trabajaremos por recuperar la dignidad de la persona humana respetando todos sus derechos -ante todo, el derecho a la vida, que sigue siendo sistemáticamente vulnerado-, el derecho a una familia constituida conforme al derecho natural y no al capricho de un conjunto de legisladores que impongan modelos inaceptables; el derecho a la educación, a la salud, a un trabajo digno y bien remunerado”, puntualizó.

Finalmente, se dirigió directamente a la clase política; en particular, a los postulantes. Les pidió que sean claros con sus propuestas. “Es indispensable que, dejando de lado intereses mezquinos, todos los ciudadanos, pero especialmente los dirigentes y, entre ellos, los que aspiran a obtener cargos en las elecciones que se avecinan se comprometan a poner en claro sus ideas y programas de Gobierno y que cumplan con lo prometido. La Iglesia, que acompañó a la Patria desde sus orígenes, la seguirá acompañando esforzándose por reflejar en su vida lo que anuncia en su doctrina”, afirmó.

Tradicional chocolate.- El 205° aniversario de la Revolución de Mayo arrancó con el tradicional desayuno de fechas patrias. Funcionarios de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, entre otros, bebieron chocolate y jugo y comieron masas secas y sanguchitos.

Izamiento.- Luego, los presentes se apostaron frente a la Casa de Gobierno para ver el izamiento de las banderas nacional y local. En la plaza no se vio movilización de gente; unos pocos se acercaron a saludar al gobernador, José Alperovich, en su recorrido a la catedral, para oír el Tedeum.

Palabra de Manzur.- El único dirigente que habló tras la homilía del arzobispo, Horacio Zecca, fue el vicegobernador Juan Manzur. “Que nuestro obispo se exprese nos hace bien; máxime cuando la historia lo marca: 21 sacerdotes hubo cuando se declaró la Independencia; esto manifiesta el rol de la Iglesia, acompañando al pueblo”, dijo. Sobre la crítica de Zecca al aborto el precandidato a gobernador respondió: “estamos en contra de cualquiera de estas prácticas”. Y evitó contestar los cuestionamientos de Zecca al matrimonio igualitario, bandera del kirchnerismo: “es la visión de la Iglesia; la oímos con mucho respeto y atención”.

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