La zanahoria, el burro y la fuerza de los números, la promesa de Kicillof y un vacío legal (y dos días perdidos de asados)

La zanahoria, el burro y la fuerza de los números, la promesa de Kicillof y un vacío legal (y dos días perdidos de asados)

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.

Casi tres meses pasaron desde que se inició la pandemia. Mar del Plata registró 40 contagios, con hoy, apenas 4 casos activos. Sin embargo, a partir de la resolución de la Provincia, que coloca a este distrito en la fase 4, resulta imposible hoy por hoy habilitar la actividad gastronómica, la apertura de gimnasios y la práctica de deportes al aire libre. Para acceder a tales beneficios, será imperioso ingresar a la fase 5. Para ello, en la teoría, deberán registrarse 21 días sin contagios. Para Mar del Plata, con una población cercana al millón de habitantes (Bahía Blanca, con menor cantidad, tiene 73 casos), es algo así como colocar la zanahoria frente al burro. Cumplir ese requisito es lisa y llanamente imposible. Si no se ofrecen algunas excepciones que tengan en cuenta otros índices, en la teoría Mar del Plata permanecerá en cuarentena por mucho tiempo más

 

Mar del Plata, cabe recordarlo, desde el jueves 12 de marzo, cuando se registró el primer caso de coronavirus en el distrito (coincidentemente fue la primera víctima fatal), estuvo sólo diez minutos sin casos. Fue el viernes 8 de mayo, a la noche, cuando se dio a conocer el alta de Alicia Zanardi, una mujer de 64 años que permaneció varias semanas como contagiada. Sin embargo, mientras algunos celebraban la buena noticia, se establecía oficialmente un nuevo contagio, el de la mucama de la Clínica del Niño, Evangelina Tripodi, de 30 años. Párrafo aparte, debe mencionarse que tras haber recibido el alta se le practicaron estudios serológicos que hasta el momento, sorprendentemente, han arrojado resultados negativos. En tanto, en estos casi tres meses, Mar del Plata logró marcar un “récord” de 14 días, desde el sábado 25 de abril hasta el viernes 8 de mayo, sin contagios. Ahora, cuando los especialistas señalan que se va ingresando al pico de la pandemia, constituiría casi un milagro acceder al requisito de tres semanas sin nuevos infectados que abre las puertas a la fase más deseada.

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Desde la Municipalidad se siguió con atención y cautela el anuncio presidencial del jueves pasado sobre la modalidad de distanciamiento social obligatorio, que incluía al 85 por ciento del territorio argentino. Según ese anuncio, luego ratificado por un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), conocido en las primeras horas del lunes, las características de Mar del Plata encajaban perfectamente para acceder a esa nueva modalidad, diferenciada de la de AMBA y CABA (en este último caso, con salidas familiares permitidas y hasta práctica de algunos deportes en horarios especiales) donde rige el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO). Durante todo el lunes, las autoridades provinciales estuvieron evaluando la situación.

 

El viernes, desde la Provincia hicieron saber que Mar del Plata ingresaría en la fase 4 donde se habilitaban salidas recreativas pero en el insólito horario de 18 a 8. Algo imposible de desarrollar en Mar del Plata, donde a esa hora oscurece y las temperaturas descienden. Las reacciones de marplatenses y batanenses en redes sociales, conocida la novedad, giraron en forma unánime en torno al rechazo de esa posibilidad. “Nos salvamos del coronavirus pero moriremos por una neumonía”, “¿En mi barrio se podrá salir armado a esa hora?”, “Me encanta porque es necesario que los chicos puedan ver el sol”, ironizaban quienes no le encontraban sentido al horario fijado. El intendente Guillermo Montenegro salió rápidamente al cruce. “Estamos esperando la notificación oficial, pero de ser así solicitaremos que se cambie el horario”, reconoció. Sobre su escritorio tenía también un “paper” con datos sobre lo que sucedía en Bahía Blanca. Allí el intendente anunció que se extiende la autorización para las salidas, para todos los días de la semana durante una hora, de 8 a 12 y de 14 a 20. Además, adultos mayores y personas de riesgo pueden salir a realizar actividad física y paseos recreativos de lunes a domingo, sólo entre las 12 y las 14. “En Mar del Plata va a terminar sucediendo o algo parecido”, reconoció una altísima fuente municipal, aclarando, que para ello deberá contarse con la autorización provincial.

 

Lo cierto es que en esta nueva etapa, Mar del Plata gana y pierde. Aquí, en la fase 4, están abiertos prácticamente todos los comercios. Incluso este martes se decidió ampliar el horario de atención al público. De hecho en las ultimas horas se elevaron los protocolos para la apertura de los shoppings, de los locales gastronómicos, hotelería y hasta gimnasios. En otros distritos municipales eso aún no sucede. También aquí se habilitó por ejemplo la pesca deportiva, lo cual no está contemplado entre las características de la fase 4. “Montenegro fue pícaro y se adelantó en muchas de las habilitaciones. De hecho no está permitida la apertura de comercios en avenidas y en Mar del Plata está casi todo abierto”, reconocía un ministro bonaerense, en la noche del lunes, poco después de la conferencia de prensa ofrecida por el gobernador Axel Kicillof a algunos medios bonaerenses.

 

No obstante, se da la paradoja que en Mar del Plata se puede ir a pescar a la escollera pero no a surfear. Los deportes individuales recién aparecen autorizados en la fase 5. El intendente ya elevó también los protocolos para las actividades deportivas. ¿Habrá margen para la negociación y la excepción, como en casos anteriores, o a partir de las nuevas medidas la Provincia se circunscribirá a la letra fría de cada fase? Algo queda claro al menos entre los hombres de Montenegro. “De lo que ya está autorizado no daremos marcha atrás. Los números son relativos, no absolutos. La situación epidemiológica y las estadísticas de Mar del Plata son excelentes gracias al comportamiento de la ciudadanía durante la cuarentena. Cuatro casos activos. Sólo cuatro…”, insistía el funcionario.

 

En ese contacto con la prensa, Kicillof dejó mensajes tranquilizadores para Mar del Plata. Resaltó su diálogo constante con el intendente Montenegro -“estamos trabajando en conjunto” dijo- y explicó que cada fase tiene actividades permitidas. Pero en cuanto a lo no autorizado, aclaró que será potestad de los jefes comunales solicitar excepciones en base a la situación epidemiológica de cada distrito, sugiriendo los protocolos correspondientes. En primer lugar, desde esta costa se le pide un cambio de horario de las salidas recreativas, lo cual seguramente tendrá el visto bueno. “El porcentaje de recuperación es excelente. De 40 casos tenemos 33 recuperados. El índice de duplicidad de casos juega a nuestro favor. No estamos para cometer locuras. Cada pedido deberá estar sustentado en bases concretas. Y además, hemos repetido hasta el cansancio, no nos va a templar el pulso para dar marchas atrás si las acciones cambian de rumbo”, le decía esa misma noche del lunes el intendente a sus dos estrechos colaboradores, Alejandro Rabinovich y Christian Lence (merece escribirse y publicarse el perfil de este hombre clave y silencioso de la gestión).

 

“No hay lugar para las grietas en la provincia”, aseveró el gobernador bonaerense en su contacto con algunos periodistas bonaerenses, dos de ellos de Mar del Plata. “Hemos aportado muchos recursos a Mar del Plata y hay un trabajo conjunto con Montenegro”, afirmó el mandatario bonaerense, quien insistió que en cada una de las fases habrá una serie de actividades permitidas (la cuatro, la de Mar del Plata, habilita para el trabajo de servicios doméstico y manicuría, entre las pocas actividades que hoy no se desarrollan en la ciudad) aunque explicó que cada intendente podrá elevar una propuesta respecto a la situación epidemiológica y a la particularidad de cada municipio. Mientras observaban por el canal de la Provincia en Youtube la conferencia de prensa, se relajaron varios de los colaboradores del intendente. No quedaban dudas que, en el caso de General Pueyrredon, podrían llegar a habilitarse más actividades que las permitidas en la fase 4. Paralelamente, desde el despacho del secretario de Producción, Fernando Muro, salían disparados uno tras otro hacia La Plata los protocolos de las distintas actividades que reclaman su apertura en la ciudad. Una batería de iniciativas que deberán ser analizadas por la Provincia para su aprobación o rechazo. Es que en La Plata tampoco quieren sorpresas más allá del entusiasmo que esgrimen algunos intendentes en su afán aperturista. Mate en mano, Kicillof admitió ante los periodistas que “tenemos 135 municipios y si alguno toma una decisión equivocada, la pagamos todos los habitantes”, puntualizó. Lo sucedido en Necochea y en Olavarría, que de cero caso pasaron a más de veinte en cuestión de horas, constituye una lección que por todos debe ser tenida en cuenta.

 

No obstante, entre el lunes y el martes, “legalmente”, en Mar del Plata se podrían haber realizado reuniones de hasta diez personas. “Pudimos haber metido un asado para 10¨, reflexionaba veterano colega. Es que hasta tanto la Provincia publique en el boletín oficial las características de la nueva etapa -lo cual hasta el momento de redactarse estas líneas no había sucedido- está en vigencia el DNU firmado por Alberto Fernández en el que Mar del Plata se equipara a algunas de las tantas provincias argentinas donde las restricciones son mínimas. Una vez que se publique en el Boletín Oficial la decisión de la Provincia, la Municipalidad elevará el pedido de los cambios que considere correspondiente. Y a la vez, varios municipios vecinos ingresarán en la fase 5, como General Alvarado, Mar Chiquita y Balcarce.

 

“O abrimos o cerramos”, coinciden en señalar los representantes de los sectores gastronómicos, quienes a la luz de los nuevos decretos ven cada vez más lejos la posibilidad de volver a abrir. “Un par de semanas más así y nos fundimos todos”, dicen, e insisten en la necesidad de volver a trabajar. Saben, quienes tienen años acumulados en el sector, que la vuelta de los clientes tampoco será fácil en un contexto de pandemia. “Tampoco es negocio abrir para que por temor no quiera entrar nadie a sentarse a una mesa. Por eso nuestra situación es muy delicada”, confió uno de los firmantes del documento de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, a través del cual se pide que se declare el Desastre Económico Turístico del partido de General Pueyrredon. La hotelería y la gastronomía, señalan, genera trabajos para 30 mil familias en Mar del Plata. “A pesar de los meses de cierre –reconocen- el sector debió enfrentar sus compromisos, pero lamentablemente ha agotado sus posibilidades de financiación, lo que se encuentra agravado con la imposibilidad de proyectar su reapertura, lo que sabemos no ocurrirá en un futuro cercano”. Una presión que le llega al intendente a diario. Lo mismo se escucha desde los sectores que agrupan a los gimnasios, muchos de los cuales ya están funcionando “clandestinamente”, especialmente aquellos cuyos ventanales no dan a la calle. Tiempos de definiciones. Y de presiones que se multiplican.

 

“No esperen una pelea del intendente con el gobernador porque se van a quedar con las ganas”, refieren cerca de Montenegro. Desde el despacho del lord mayor se apuesta por el diálogo y la negociación. Hay canales abiertos y aceitados con el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y la ministra de Gobierno, Teresa García, y hasta el momento, prácticamente todos los protocolos elevados por Fernando Muro, secretario de la Producción, desde Mar del Plata, terminaron siendo aprobados. Montenegro ha preferido diferenciarse claramente de otros intendentes de Juntos por el Cambio en su relación con la Provincia. “Es un acto de rebeldía”, le advirtió Teresa García al intendente de Tandil, Miguel Lunghi, cuando manifestó que iba a avanzar con la flexibilidad más allá de tener o no autorización de la Provincia. El mismo mensaje se le hizo llegar a los jefes comunales de Bahía Blanca, Olavarría, Campana y Vicente López. También es necesario recordar -y desde ya no es un dato menor- que hace dos meses los sueldos de los municipales de este distrito se puede abonar gracias, en parte, a los fondos que llegan desde la capital bonaerense. Lo cierto es que el municipio local pide mayor autonomía para tomar “decisiones ágiles en el territorio” en el marco de la pandemia. Pero también es una realidad que por esa misma pandemia fue necesario pedir 45 millones de pesos a la Provincia para pagar sueldos. El mes anterior se había acudido a un auxilio financiero, para el mismo fin, 190 millones, fondos que serían devueltos a través de retenciones en la coparticipación.

 

Con respecto a Fernando Muro, también desde la oposición le llegan felicitaciones (lo que demuestra que no está prohibido reconocer las buenas gestiones más allá de las diferencias políticas). El funcionario participaba este martes de un zoom del Centro de Atención Pymes del Banco Nación, junto a numerosos empresarios de Mar del Plata y algunos dirigentes políticos. Fue el concejal Ariel Ciano, quien resaltó el trabajo que viene desarrollando Muro, recibiendo y buscando soluciones para los diferentes sectores productivos locales, además de ser el responsable de la elevación a la Provincia de los diferentes protocolos. Hicieron suyas las palabras de Ciano los restantes marplatenses que participaban del zoom, reconociendo que en situaciones delicadas como éstas no deja de ser un alivio el tener un diálogo constante y directo con los funcionarios de la comuna, en este caso, el titular de Producción.

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En otro aspecto, se recibió con beneplácito en el ámbito de la salud local, la decisión del Ministerio de Salud bonaerense de realizar un relevamiento del personal sanitario de hospitales de la provincia de Buenos Aires para determinar la prevalencia de la infección por coronavirus en ese sector. Los trabajadores de los hospitales de Mar del Plata están en el primer grupo de testeados mientras que las muestras se analizarán en el Instituto Nacional de Epidemiología “Dr. Juan H. Jara” (INE). En Mar del Plata, de los 40 casos de coronavirus registrados, 16 corresponden a personal de salud, una cifra y un porcentaje por demás alto con respecto a otras ciudades del país. La distribución de los casos indica que hubo cinco infectados en la Clínica del Niño y la Familia, 3 en la Pueyrredon, 2 en el Hospital Privado de Comunidad, 1 en el Houssay, 2 en la Colón, 1 en el Interzonal, más los casos de los médicos que residen en Mar del Plata pero trabajan en Florencio Varela y en Miramar.

 

También la decisión del Ministerio de Salud ratificó la necesidad de realizar testeos, marcando claras diferencias ante quienes venían minimizando la importancia y necesidad de los mismos, aportando incluso a polémicas estériles que tenían que ver más con “internas” entre algunos profesionales bioquímicos que con verdaderas cuestiones sanitarias. “Se hacen testeos para cuidar a los marplatenses. Y si los bioquímicos quieren debatir me parece perfecto. Estarán quienes argumentarán que los resultados de sus testeos y pruebas se pueden conocer a las pocas horas mientras que en otros casos demorarán entre 48 y 72 horas. Que se haga un debate científico, no en los medios, y que se confronten ideas. Por ahí hay algún bioquímico que tenga mejores ideas que las que se están aplicando. Ojalá que no se trate de celos profesionales porque la situación amerita estar a la altura de las circunstancias”, expresó una altísima fuente del sector de salud que minimizó lo que quiso plantearse como una polémica o lo que es más grave aún, como una maniobra dolosa con la realización de un puñado de testeos a determinadas personas que intentaban ingresar a la ciudad. Un planteo que, como el humo, desapareció en cuestión de horas.

 

En cuanto a los testeos al personal de salud, el Ministerio informó que la iniciativa se lleva a cabo en respuesta a la Ley sancionada por el Congreso y alcanzará a todo el personal médico, de enfermería, de dirección y administración, logístico, de limpieza, gastronómico, ambulancieros y toda persona que preste servicio en establecimientos donde se efectúen prácticas destinadas a la atención de casos sospechosos, test y tratamiento de coronavirus. La nueva normativa es conocida como “Ley Silvio” en conmemoración a Silvio Cufré, el primer trabajador de la salud víctima del coronavirus en la provincia de Buenos Aires. Algo similar a lo que venían reclamando –la pandemia logró unirlos al menos en este objetivo– dos ex secretarios de Salud de la comuna, los doctores Alejandro Ferro y Gustavo Blanco

 

La prueba piloto se pondrá en marcha en los establecimientos de la Región Sanitaria VIII, que integran los distritos de General Pueyrredon, Tandil, Necochea, Pinamar, Villa Gesell y Lobería, entre otros. A cada uno, a su vez, se le tomará una muestra de sangre en el mismo lugar donde trabaja; el suero o plasma que se obtenga será remitido al Instituto Nacional de Epidemiología “Dr. Juan H. Jara” (INE) de Mar del Plata para su análisis y se incluirá a todos los trabajadores seleccionados que firmen el consentimiento informado. Se utilizará el test Covidar IgG, codesarrollado por Conicet, Instituto Leloir, Universidad de San Martín y Laboratorio Lemos SRL y en el caso de detectar anticuerpos, se procederá a la determinación de IgM y se informará en forma inmediata al responsable del establecimiento para que se arbitren los medios para la toma de hisopado nasofaríngeo del trabajador.

Tal como adelantó LA CAPITAL días atrás, Mar del Plata podría recibir a deportistas de elite para que retomen sus entrenamientos aquí a partir de la situación ventajosa que ofrece hoy por hoy la ciudad con respecto a la progresión del coronavirus, sin circulación comunitaria, a diferencia del difícil momento que atraviesa el AMBA. Desde River confirmaron que existió una comunicación entre el intendente local Guillermo Montenegro (fana de Boca) y el presidente del club porteño, Rodolfo D’Onofrio para avanzar en el tema. De hecho, el diario deportivo Olé, haciéndose eco de esa posibilidad tituló el artículo como “El intendente bostero que quiere recibir a River en su ciudad”. La dirigencia “millonaria” recibió con agrado el convite, teniendo en cuenta que su plantel profesional no puede retomar las prácticas en su predio de Ezeiza por tratarse de una zona donde se está atravesando un momento álgido en cuanto a los contagios de coronavirus.

 

 

Además, si bien también existieron propuestas desde Jujuy, al no haber vuelos habilitados, la corta distancia entre Mar del Plata y Capital Federal pone a esta ciudad en una posición ventajosa al respecto. Marcelo Gallardo tendría la última palabra para determinar si River acepta venir a trabajar a Mar del Plata. También se supo que Las Leonas, que habitualmente eligen esta ciudad para desarrollar concentraciones y etapas de entrenamiento en la previa a competencias internacionales (para el Chapa Retegui ya es cábala la tarea en Mar del Plata y alojarse en el mismo hotel), podría volver al trabajo aquí. Y no se descarta que algunos atletas que deben retomar su preparación con vistas a los Juegos Olímpicos (debían llevarse a cabo este año pero por la pandemia fueron pospuestos para 2021), puedan llegar a desarrollar aquí su pretemporada. Montenegro también se comunicó con Gerardo Werthein, titular del Comité Olímpico Argentino, para contarle sobre la propuesta de Mar del Plata.

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