Juan Zabaleta es intendente de Hurlingham. Bonaerense de Haedo, técnico mecánico. Conoció a Néstor Kirchner en el 2001, en un acto de la CGT de La Matanza. En el 2004 fue a trabajar a la ANSES, primero con Sergio Massa y luego con Boudou. Fue Secretario Administrativo del Senado por cuatro años, hasta asumir la intendencia, en diciembre de 2015.

-Repasando su historia vi que usted corrió como copiloto en turismo de carretera con Luis Minervino, que fue subcampeón 1996-1997. ¿Qué produce más adrenalina y más vértigo, el automovilismo o la política y el poder?

- Fueron en 1995 y 1996 los subcampeonatos, 179 carreras. Mi pasión son los fierros. Produce indudablemente mucha más adrenalina esto que es el desafío cotidiano, lo decíamos recién, de la política. No el poder, la verdad es que el poder es una situación complicada fundamentalmente en función de esto que tiene que ver con que obnubila. El poder puede ser una herramienta que todos los días genere problemas. Me parece que al poder hay que interpretarlo de otra forma, es circunstancial, es coyuntural. Y la sociedad no demanda poder, demanda soluciones.

-¿No tiene temor que los muchos años que usted ha pasado al lado de Boudou; que fue una vergüenza, lo digo yo, que tuvimos como vicepresidente; termine más tarde o más temprano perjudicando su carrera política?

-Yo tengo temor a que los vecinos de Hurlingham me juzguen en algún momento mal por lo que hago. Y la verdad que este año ha sido importante de trabajo en nuestro distrito vinculado a muchos temas: seguridad, política social, infraestructura y salud. Hace que hayamos construido una relación con nuestros vecinos que todos los días se reivindique y se consolide. Me parece que hoy el único temor que uno puede tener, para llamarlo de alguna forma, es fallarles a los vecinos de Hurlingham. Hacemos un esfuerzo enorme todos los días para que esto no suceda, poniendo el Gobierno Municipal en la calle fundamentalmente cumpliendo con los compromisos que asumimos.

-A propósito de esto, ¿cómo es la relación suya, y en general de los 50 intendentes peronistas, con la gobernadora María Eugenia Vidal? En este primer año de gestión, ¿hicieron cosas entre todos para que algo esté mejor en la provincia?

-Más que cómo es la relación, es cómo debe ser la relación. Tiene que ser seria, una relación institucional. Cómo debe ser y cómo es, es mi caso. Seria, responsable, con mucha institucionalidad y también con un ida y vuelta que es bueno tenerlo a partir de las demandas que tenemos los intendentes. Al revés de los que pasa en el Gobierno Nacional, el Provincial creo que entiende a la provincia de Buenos Aires o la está comprendiendo y fundamentalmente a ese conglomerado que es el conurbano bonaerense que tiene alrededor de 13 millones de habitantes o un poco más. O sea, me parece que a partir de ahí las cosas están empezando a funcionar.

-La colaboración mutua, Gobierno provincial e intendente de otro signo, ¿es convicción o solamente oportunismo? ¿Uno tiene que esperar que este año la relación se haga “a cara de perro” porque es año electoral?

-Tiene que ser convicción, porque esto es lo que nos obliga todos los días la sociedad. No hay más margen para esto que tiene que ver con poner la politiquería por delante de la responsabilidad que tenemos los que hoy gobernamos la provincia de Buenos Aires y distritos. Esa responsabilidad hace que evitemos que todos los días roben a un vecino o que haya problemas vinculados a la salud en un distrito. O sea, todas las decisiones que tomemos en función del vínculo que se construya, tiene que ver con el impacto directo en la casa o en cada uno de los vecinos que nosotros gobernamos. Así que me parece que tiene que ser de mucha convicción y de mucha responsabilidad llegado el proceso electoral.

-El peronismo está, aparentemente, en un proceso de transición, particularmente en la provincia de Buenos Aires. ¿Usted cree que Cristina Kirchner puede volver a conducir al peronismo en un retorno hacia el poder?

-Primero, creo que es una decisión que tiene que tomar la ex presidenta. Y en segundo lugar, yo quiero dejar en claro que tanto Cristina Fernández de Kirchner como Néstor Kirchner han sido una parte importante de la historia del peronismo. Ahora también creo que, hacia adelante, los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires, que somos alrededor de 50, también tenemos esa responsabilidad de reconstruir el peronismo y que vuelva a ser alternativa. Eso lo vamos a lograr a partir de la gestión pública. Hoy cuál es el desequilibrio que el dirigente político responsable de gestión tiene, es la gestión pública. Es cómo gestionemos y gobernemos nuestros distritos de cara a los vecinos. A partir de ahí va a ser la imagen o el espejo que nos posibilite poder reconstruir el peronismo en la provincia de Buenos Aires.