El yoyo, el jueguito preferido de Arroyo

Por: Gerardo Gómez Muñoz.

Muchos que aún pueden recurrir a la memoria podrán remontarse al “yo-yo” el jueguito de la infancia que mediante una cuerda motivaba el sube y baja de una ruedita de madera que con habilidad se la podía mecer con gracia inocente.

Los marplatenses hemos sabido ganar un intendente con innatas condiciones para recurrir a un “yoyó” cada vez menos inocente y nada creíble por más que haya servido para ganar apabullantemente una elección y luego entretener a muchos que hasta lo creyeron un taumaturgo antiguo que haría milagros para transformar nuestra política actual tan tergiversadora. Dos meses agobiantes han transcurrido ya sin que las novedades de la transformación asomen siquiera la punta de la nariz con lo que las afirmaciones de Arroyo están pasando a ser la simple manifestación de un “yoísmo” enfermizo y macanero con el que pasa a integrar con mérito propio el nutrido elenco de nuestros políticos que en la tribuna van a cambiar el mundo y después ni siquiera llegan a ver el bache del pavimento por donde pasan todos los días. Veamos algunas pocas de las variantes que Arroyo y su “yo-yo” nos fueron ofreciendo en estos meses. “Yo me voy a ocupar que el Concejo resuelva los temas en 5 minutos, más no hace falta”, “yo me voy a ocupar de que la gestión sea diferente”; “yo me voy a ocupar que todos trabajen y que no haya ñoquis”; “yo voy a bajar el cartel”; “yo en persona me ocuparé de la seguridad”; “yo voy a ser el jefe de la Policía Local”; “yo en persona me voy a ocupar del tránsito; “yo me voy a ocupar de la salud en los barrios”. Se podría seguir hasta el infinito. Pero hay una última que escuchada en estas horas por Canal 10 causaba hilaridad porque ante una pregunta periodística sobre la puesta en vigencia del Plan Maestro del Transporte y del Tránsito en el que trabajaron la Municipalidad y la Universidad Nacional, a lo Mugica diría el visionario Mauricio Macri, espetó desde la cumbre de su modestia “yo soy el maestro acá” y para finalizar otra de antología “yo no me voy a dejar presionar por nadie”, pero a las horas bajó de una preanunciada Secretaría de la Producción a Tato Serebrinsky por presión de empresarios ganaderos, luego nombró allí a Toti Flores, hombre del conurbano, quien al cabo de un mes de gestión ñoqui “partime” se pasaba más de la mitad del tiempo en La Matanza, la otra mitad acá porque en realidad venía a atender problemas familiares. Se lo destinó a otra no creada secretaría, todo por presión del partido de Lilita.

Podría haber algún “yo yo” valioso

Habrá quienes alegan que dos meses es poco tiempo para juzgar, pero es que sólo se habla de estos dos meses y sobre los temas que fueron usados como bandera en campaña, y los políticos deben saber que los cargos logrados por el voto se someten a la racionalidad ejemplar de la Doctrina Drago, aquel célebre argentino que frenó a la prepotencia invasora yanqui con la norma inmarcesible “la victoria no da derechos” y en la función concedida por el pueblo es garantía de que no hay prerrogativas sino deberes y obligaciones.

Para no ser tan draconiano en el análisis se podría transar con el mayestático “ya-yo” de don Carlos Arroyo a cambio que después de tantas vacuidades esta vez prometa “yo voy a terminar con la basura que en cualquier esquina prolifera en toda la ciudad ante la inacción frente a las fallas del carísimo servicio de la ‘Nueve de Julio'” y con “la basura humana del nazismo que ha comenzado a crecer en Mar del Plata”, con una filial tan importante en la creciente federación que los agrupa. Hasta ahora desde su aparición en 2010 no han podido con ella pese a que están todos indentificados ni la policía ni la Justicia. Vamos don Carlos esta vez sí su imperial yo-yo serviría en serio. Tal vez no sea tan fácil como perseguir a empleados adictos políticamente a Gustavo Pulti ni como pedir documentos a los vecinos ni objeto de su visita, a los vecinos que quieran ingresar a la casa de los marplatenses, mantenida por los marplatenses.

Lo bajaron del burro

Pese a todos mecanismos policíacos afines a muchos de los “ex” que engrosan las filas del “arroyismo”, los más rebeldes se encargan que lleguen al periodismo algunas de las vicisitudes que aquejan al nada ensamblado equipo de gobierno. Algunas circulan porque los propios protagonistas no tiene la discreción mínimante necesaria. Por ejemplo la tirria del pretendido “hombre fuerte” -en realidad iniciador de casi todas las chispas que surgen- José Cano que en plena reunión de comisión por el tema del presupuesto lo desautorizó con su habitual belicosidad al jefe de bloque, hijo del intendente, y su reemplazo legal Guillermo Arroyo que simplemente se equivocó en una acotación nada importante. Por los mismos conductos con filtraciones y por otros diversos era comidilla el hondo malestar de la presidencia y de la gobernadora por la “chuscada” que tiró el intendente calificando de “burrada” a la decisión oficial de no alterar el comienzo de clases y de amenazar con una carta tonante a María Eugenia Vidal. Esta al igual que otras instancias superiores le cortaron todos los contactos al insólito detractor. Esta, ni la vicepresidenta Graciela Michetti cuando concurrieron a participar de la mesa de Mirtha Legrand se dieron por enteradas que el intendente marplatense era propia tropa y hubo otros desaires más costosos desde el punto de vista de la imperiosa necesidad de oxígeno financiero. Emiliano Giri, como es costumbre, se dio dique de que había conseguido apagar el fuego… Nada de eso Vidal le abrió, por fin, las puertas a Arroyo en Pinamar, pero con drásticas especificaciones: a solas y sin fotógrafos a la vista. Nadie le escuchó al jefe comunal narrar detalles, pero sí desde los entornos superiores se filtró que el tono fue de inusitada energía de parte de la primera mandataria y con severas advertencias hacia el futuro. Tal vez por eso otro “cocorito” de espuelas de plástico volvió a hablar de que quiere irse para retornar a su banca aún vigente… Estos tipos una vez que conocen las delicias del poder ni para curase hablan de volver a la actividad privada.

Severo y preciso el FR

El bloque massista no quiere confusiones y su titular Lucas Fiorini que mañana va a brindar una conferencia sobre el peronismo en el Instituto Doctor Carrillo que preside Marcelo Viejo, puntualiza que la posición frente al presupuesto que brindó con poca credibilidad hasta de su autor -José Cano-, el Frente Renovador tiene serias divergencias que serán expuestas en el plenario del Concejo. Es interesante por ejemplo que la propuesta no contemple aumentos de fondos para áreas de primordial relevancia como la seguridad y la producción y con ello para la creación de trabajo. Tampoco se contempla recursos para el Presupuesto Participativo y a pesar de que fue caballito de batalla de la campana de Arroyo la creación de un hospital municipal, la creación de Cano no contempla ni un peso para ese fin. Desnudando el espíritu fiscalista ultraliberal pese a su historia en el socialismo, el radicalismo y en el pultismo, Cano propone un aumento del 40 por ciento al impuesto a la instalación de nuevos comercios y también fuerte imposición a la actividad comercial.

Intransigente asegura Fiorini que será el massismo en estos temas que atentan contra la defensa del trabajo y de la equidad social buscada a tal punto que se ha incorporado a este espacio la socióloga María Eva Ayala -feliz cumpleaños hoy- para crear grupos de estudio y de trabajo sobre el tema.

El peronismo no descansa

Menos ahora que el agitado Juan Manuel Rapacioli que soliviantado por las versiones de que el PJ podría ser intervenido, logró las declaraciones del experimentado apoderado partidario Jorge Landau, en las que califica de insólita y absolutamente desechable la pretensión de Eduardo Duhalde de paralizar al peronismo impidiéndole elegir sus autoridades. Se oyó decir que “es una alocada maniobra para tratar de poner al peronismo al servicio del gobierno de Macri”. Rapacioli cazó grandes manojos de boletas de afiliación y salió a recorrer la sierra con la presidencia del PJ distrital entre ceja y ceja.

Tampoco cejan los creadores del colectivo “La Plaza del Pueblo”, que reunieron casi dos mil personas que escucharon a Edgardo Mocca -periodista, sociólogo y ex panelista de “678”- que se lució y despertó ovaciones, en nuestra Plaza Rocha, analizando los logros de la “década K” y su comparación con la política a contrapelo de la inclusión social que lleva a cabo Macri. Este sábado el expositor, pero en Las Tosca, será Martín Sabatella y el 27 estará el creador del Movimiento Nacional Alfonsinista Leopoldo Moreau.

Otro sector es el la agrupación “La hora de los Pueblos” con gran participación que en vista de la crisis que ya se advierte en diversos barrios trabaja con jóvenes vecinalistas y referentes políticos”. Una tarea que los enaltece pero que merecerá más espacio tal vez ya la semana próxima.

Afuera los neonazis

Ya dejó de ser un delirio de cuatro o cinco loquitos y unos grandotes de entrañas de asesinos en potencia, Mar del Plata en la década fue un enclave de particular importancia para la CNU que crecía aquí como prolongación del centro instalado en La Plata. La Concentración Nacional Universitaria formada se decía por jóvenes de un ala peronista y católica que defendían “el ser nacional” terminaron mostrando su esencia: racismo, intolerancia, violencia, asesinatos. Contaban con protección policial, de sectores políticos y de Fuerzas Armadas. Allí se incubaron las “AAA” y los asesinos campearon a sus anchas. Los de ahora hicieron su aparición en 2010 y han ido creciendo y año a año aumentaron su violencia. Acá hay una filial de la Federación Nacional. Se los conoce hasta alguna vez, hace poco intentaron un partido político, ahora se esconden en sectores que los requieren para que hagan de pesados…, se los conoce, alguna vez protegieron a una figura política en el Concejo Deliberante. Hay procesados, están fichados, también estuvieron en la celebración del 22 de octubre. Ni los políticos, ni la Justicia ni la policía tienen derecho a mirar para otro lado ni a ser contemplativos…, la Justicia, en todo caso debe ser el límite visible y presente.

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