Yacimiento Km 8: un lugar donde tienen que lidiar con ocupaciones informales

Yacimiento Km 8: un lugar donde tienen que lidiar con ocupaciones informales

Los cercos perimetrales son robados, la cartelería en una zona descampada es utilizada para la práctica de tiro y las locaciones terminan como basurales clandestinos. Algunos de los curiosos desafíos que tiene CRI Holding en su yacimiento.

Que los pozos abandonados o el mismo avance de la industria entorpezca el crecimiento natural de la ciudad es un tema de permanente presencia. Sin embargo, en la zona norte de la ciudad se invierte el rol de los actores: el avance de la ciudad es el que entorpece la actividad, en forma de asentamientos informales y el levantamiento de viviendas que revela una falta de planificación en la distribución de tierras.

CRI Holding es una de las empresas más antiguas del sector minero petrolero. El año que viene cumplirá 100 años de actividad, con la propiedad minera del Yacimiento KM 8 en la zona norte de Comodoro Rivadavia. Tiene una producción de alrededor de 20 metros cúbicos día en todo el yacimiento, un volumen si bien rentable es pequeño para el sector.

Los asentamientos informales avanzaron sobre el yacimiento, y ese no resulta el único problema para CRI Holding. También ha habido robos de cercos perimetrales, tableros eléctricos, cables, transformadores, entre otros elementos propios de los equipos de extracción que utilizan.

En la zona de Caleta Córdova, la cartelería es utilizada como blanco para la práctica de tiro. Además, la zona se ha convertido en un basural a cielo abierto. Tal como mostraron técnicos de la compañía a Patagónico Energía, las marcas de bala están en los carteles que dicen “Propiedad Privada. Prohibido arrojar basura”.

“Zona de riesgo no urbanizable” es otro de los carteles que indica que hay pozos en producción, abandonados o en evaluación de abandono. Allí ya hay instaladas casas con chapas o madera. Muchas veces, algunos de los ocupantes usan esa cartelería o el alambrado de los cercos para hacer sus “medianeras”.

Al llegar junto a este medio a uno de los pozos PCP que CRI Holding está pensando en abandonar, los técnicos se anoticiaron de que habían robado el cerco perimetral. Hacía dos semanas que se había colocado uno nuevo.

Tanto en la ocupación de Standart como en la de Caleta Córdova, los ocupantes tiran la basura en los alrededores de la locación. O al lado de los equipos de extracción. Frente al faro, un AIB bombea mientras que en el cerco perimetral hay bolsas de residuos ordenadas alrededor. La propia empresa, en colaboración con Clear, limpian permanentemente las locaciones.

A uno de los asentamientos en KM 8 no le importó el radio de seguridad de los pozos, establecido en 60 metros. Un PCP de la compañía quedó a menos de 5 metros de la puerta de la casa de uno de los vecinos que forma parte de la ocupación informal, de la que se estima que hay más de 300 viviendas instaladas.

 

UNA VISION LOCAL

Los robos provocan inconvenientes en la producción diaria, por lo que la empresa ya incluyó como si fuera un ítem más en el presupuesto un monto para salvar estas situaciones. En diálogo con Patagónico Energía, Reinaldo Van Domselaar y Pedro Arias, propietarios de CRI Holding, explicaron la situación.

En el yacimiento tienen 14 pozos activos, siendo trece de ellos AIB (Aparato Individual de Bombeo) y uno PCP (Pump Cavity Progresive o bombeo de cavidad progresiva, en castellano). Sólo en cuatro equipos, el radio de seguridad es respetado mientras que en los otros ya hay construcciones.

Otro problema al que tienen que estar atentos es a que ninguno de los ocupantes informales rompa instalaciones cercanas o subterráneas. Ya pasó en mayo pasado. En su edición del 31 de mayo, Diario Patagónico daba cuenta de una pinchadura en un oleoducto en un terreno usurpado, un gran asentamiento ubicado entre los barrios Gobernador Fontana y Standart Norte.

La cañería llevaba la producción de un pozo, que tiene a pocos metros casas construidas. Y vas más que están en pleno proceso de construcción. De hecho, en la del accidente todo indicaba que el ocupante quiso hacer una zanja que dio con la línea que transportaba crudo, y terminó por derramar medio metro cúbico en el patio.

En aquel momento, inspectores de la compañía confiaron a Diario Patagónico que recorren frecuentemente el área para constatar que no hay. Otro inconveniente que tiene es cuando alguien quiere "colgarse" de la luz. Las redes de alta tensión pueden quemar los electrodomésticos.

Hace un año, CRI Holding cambió de dueños. En esta nueva etapa, la dirección está a cargo de comodorenses que quieren una empresa con visión local. Por eso están desembolsando inversiones para mejorar el yacimiento, reforzar las tareas medioambientales y planean un proyecto de recuperación secundaria para duplicar la producción.

Comentá la nota