El gobernador Alberto Weretilneck recorrió ayer al mediodía las primeras cuadras de la renovada calle Mitre. Casi al unísono, y a pocos metros de allí, los parabrisas de los autos estacionados sumaban un folleto distinto al que suelen dejar los operadores del estacionamiento medido. La campaña para asociar al partido político que creó el gobernador con el Pro rionegrino había llegado a Bariloche.

“Juntos estamos cambiando Río Negro”, rezaba el mensaje en el frente del panfleto. La frase era acompañada por una de las fotografías que se tomó el mandatario provincial con Mauricio Macri durante su visita a la planta de Invap a comienzos del 2016.

“No sé que es eso”, dijo, con cierto rechazo, Weretilneck ante la consulta de “Río Negro”. Volvió a mirar la pieza publicitaria y se la atribuyó al clima político de las elecciones que se celebrarán en octubre.

En un primer intento por buscar un destinatario prefirió hablar de algún gremio o dirigente opositor, pero terminó por vincular la estrategia al peronismo “que está en una campaña sumamente agresiva, descalificante”, aseguró.

“Esta será la mecánica de acá hasta octubre”, dijo y no descartó denuncias o “agravios personales” durante las próximas semanas.

A pesar de que el interventor del Pro, Enrique Braun, no consideró inviable una alianza entre oficialismos, el gobernador prefirió insistir en que Juntos Somos Río Negro es un “proyecto individual” que llevará candidatos propios y que se definirán en junio.

Weretilneck dijo que el armado de una lista con un partido político nacional iría contra la “idiosincracia fundacional” de su espacio y no dejó pasar la oportunidad para decir, ya inmerso en un tono de campaña, que prefiere creer que la provincia puede tener una posición distinta al macrismo y la oposición.

El distanciamiento que intentó marcar quedó subsanado al ser consultado sobre cómo será la relación del gobierno provincial con Nación después de las elecciones. “Hay cosas que los rionegrinos no podemos resolver por nosotros”, aclaró y reflotó la necesidad de mantener un diálogo fluido con la administración central.

“La buena relación (con Nación) se la debemos a los rionegrinos”, afirmó antes de enumerar una serie de inversiones en obra pública que se ejecutarán con las plantas de tratamiento en Bariloche, Roca y Cipolletti, los 13 jardines de infantes que se distribuirán en todo el territorio, y los contratos que celebró Invap.

“Creo que el mejor negocio para los rionegrinos es que el gobernador se lleve bien con el gobierno nacional”