Vuelve a tensarse la relación de Macri con Paolo Rocca

Qué pasó en la reunión entre el líder del PRO y el dueño de Techint. Porque terminó mal.

Mauricio Macri se trenzó duro con el dueño de Techint, Paolo Rocca, tras un encuentro inicialmente pautado para conversar sobre la colaboración que el principal grupo empresario de la Argentina haría a la campaña presidencial del líder del PRO.

 

El resultado de la reunión fue tal vez el peor esperado por el jefe de Gobierno: Rocca que no es precisamente un hombre fácil, se molestó de entrada porque Macri además de su mano derecha y también empresario, Nicolás Caputo, también llevó al encuentro a otros dos acompañantes que para el líder de Techint no estaban a la altura de su presencia.

Molesto pidió que se retiraran de la reunión, que en ese momento empezó mal y terminó peor.

 

Macri fue al grano y le pidió su colaboración en la campaña presidencial, señalándole la oportunidad que se le ofrecía de sumarse a un nuevo ciclo político. El tono del pedido del jefe de Gobierno no fue del agrado de Rocca, que dejó muy en claro que según su visión él no necesitaba que lo invitaran a formar parte de nada, ni temía quedarse afuera de nada.

Y la reunión terminó muy mal.

Una historia de desencuentros

 

Aunque ambos provienen del mundo empresario y fueron colegas y competidores en el mundo de la obra pública -y acaso por eso-, la relación de Macri con Techint fue oscilante: Con momentos de gran cercanía, como luego de su primer triunfo electoral cuando accedió a la jefatura de Gobierno y Macri fue la estrella de un evento empresario en el Malba que lideró Rocca, hasta largos períodos de frío glaciar.

Durante su primer mandato Macri no le dio ninguna obra importante, hasta 2011 cuando le concedió la construcción de la Línea H del Subte, por 2227 millones de pesos.

 

Fue el retorno de Techint a la obra pública en la Argentina tras 6 años de ostracismo, luego de la pelea con Néstor Kirchner que derivó en la renuncia de Roberto Lavagna como ministro de Economía.

 

“Esto es un capitalismo de amigos”, fue la fulminante frase de Lavagna en el Coloquio de Idea de 2005, en un mensaje directo a los empresarios cercanos a Julio de Vido, que estaban desplazando de los grandes contratos a Techin, como se sabe muy cercana a Lavagna.

 

Rocca, hay que decirlo, por momentos parece creerse el dueño del futuro de la Argentina y ensaya una pose de prócer que irrita a más de uno de sus interlocutores. Pero hasta sus más enconados adversarios le reconocen a Techint un nivel empresario del primer mundo y cierta visión estratégica de país.

En 2011, Rocca llegó a retornar rápido desde Europa para ayudar a Eduardo Duhalde a impulsar una alianza entre toda la oposición.

 

Ese aire de superioridad -en algún punto justificado- le genera también el fastidio de muchos de sus pares. Recientemente se negó a formar parte de joint venture con las empresas rusas que querían invertir en la Argentina, si para eso tenía que asociarse con Eduardo Eurnekián.

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