"Eva volvió en la dignidad de una patria que ha dejado de ser colonia"

Cristina Fernández repasó las políticas implementadas desde 2003 y trazó un paralelismo con el legado histórico de Eva. Cargó contra los "saboteadores" de los proyectos nacionales y populares. Evocó también la figura de Néstor.
Martin Piqué.

La presidenta convocó a los trabajadores y al pueblo a ser solidarios para enfrentar las desigualdades que subsisten dentro de la clase trabajadora. Y luego citó el último libro de Eva Perón, Mi mensaje, el texto encendido y pasional que Evita escribió y dictó en voz alta cuando ya estaba enferma, para lamentarse por los que "han venido de abajo y se juntan con los que siempre nos atacan". "Siempre han existido saboteadores de los proyectos nacionales, populares y democráticos. Pero no perdamos el tiempo en aquellos que, por ambiciones o limitaciones, no comprenden el curso de la historia", exhortó Cristina desde el escenario y ante una multitud que los organizadores estimaron en 100 mil personas. El palco estaba coronado por un gran cartel que marcaba la nueva consigna de la época: "Unidos, Organizados y Solidarios."

El acto por el 60º aniversario de la muerte de Evita reunió a la convocatoria más numerosa desde que el kirchnerismo llenó el estadio de Vélez y sus alrededores. Ayer, más allá del cálculo del locutor del municipio, la multitud ocupaba un espacio inmenso que se extendía por siete cuadras de largo y dos cuadras de ancho. Eran las instalaciones del Mercado Concentrador en José C. Paz, uno de los municipios más pobres del GBA, que estrenó su universidad pública hace dos años.

Desde el sitio reservado a la prensa, el paisaje –poblado banderas que se perdían en el horizonte– se asemejaba a una avenida con dos calles laterales separadas por canteros de pasto, como la 9 de Julio con Carlos Pellegrini y Cerrito a ambos lados. En los primeros 100 metros, el espacio por el que suelen pelearse las distintas columnas, se veían estandartes de La Cámpora, JP Descamisados, Los Kumpas y La Kirchner (agrupaciones del peronismo de José C. Paz), Peronismo Militante, Kolina, Miles, Nuevo Encuentro y Segundo Centenario. Los más entusiastas trataban de imponer sus consignas, de hacer oír sus cantitos. Los jóvenes camporistas, que cantaban haciendo pogo, contaron con la ayuda de la propia presidenta. Al iniciar su discurso, Cristina escuchó un cantito que provenía del sector de La Cámpora: se sumó al coro.

"Vengo bancando este proyecto / proyecto nacional y popular / te juro que en los malos momentos / los pibes siempre vamos a estar / porque Néstor no se fue / lo llevo en el corazón / con Cristina los soldados de Perón", corearon los militantes desde el llano y la jefa de Estado desde el micrófono. Detrás suyo, sentados en el estrado, la observaban el vice Amado Boudou, el gobernador Daniel Scioli, el jefe del peronismo de José C. Paz, Mario "el Japonés" Ishii, y el intendente local, Carlos Urquiaga. La presidenta habló después de Urquiaga y de Ishii, quien había advertido que se iba a referir a cuestiones "lamentables". Amigo personal de Néstor Kirchner, Ishii dedicó palabras muy duras a Hugo Moyano, a Julio Piumato y a otros dirigentes a los que no necesitó nombrar. "Algunos atorrantes se han cruzado a la vereda de enfrente, donde los pintan de rubio y de ojos celestes. Nos han pagado con la traición, con la puñalada trapera", cargó (ver aparte).

La ubicación del acto llevaba implícito un factor emotivo que no fue pasado por alto. Kirchner nunca ocultó su aprecio por Ishii y encabezó varios actos en el Mercado Concentrador de José C. Paz. "En este lugar, Néstor dijo unas palabras que marcaron a fuego a José C. Paz. Dijo 'cuiden a Cristina, que es la presidenta coraje, que hay muchos que quieren boicotear al gobierno y poner palos en la rueda'", recordó desde el palco. La figura de Kirchner estaba presente en las banderas del municipio que colgaban de los dos pabellones del centro logístico. Su perfil compartía espacio con los rostros de Evita, Perón y Cristina. Las imágenes de Eva, al cumplirse ayer 60 años de su muerte, se repetían en toda la estructura del escenario.

La emoción también sobrevoló el discurso de la presidenta, quien comenzó recordando a su esposo en el acto del 25 de mayo de 2006, cuando mencionó la frase "y un día volvimos a la Plaza de Mayo". "Quería simbolizar a una generación, a mi generación, a una generación que tenía 18 años cuando el General regresó a la Patria. Y no tengo dudas de que nosotros (por la Juventud Peronista de los años '70) lo trajimos. Sí, nosotros, los jóvenes, los trabajadores, lo trajimos”, subrayó en un mensaje implícito hacia adentro del movimiento (en el peronismo siempre se debatió qué sector interno había mostrado real disposición por concretar el regreso de Perón). Luego se refirió a otra famosa frase de Kirchner, la de "no dejar las convicciones en la puerta de la Casa de Gobierno". Y la relacionó con la trayectoria de Evita y su legado histórico.

"Nosotros no volvimos para hacer cualquier cosa. Volvimos para que ella, que había prometido volver y ser millones, pudiera cumplir con su propia profecía. Ya no luchamos por el retorno de Perón, sino por el retorno eterno de Eva", aseguró. Según Cristina, el regreso definitivo de la mujer que había sido "vilipendiada", "odiada", a la que le deseaban la muerte pintando "viva el cáncer en la mansión Alzaga Unzué", donde había vivido con Perón, ha sido posible gracias a la Asignación Universal por Hijo, a las netbooks que se distribuyen en las escuelas, a las nuevas universidades que se inauguraron en el Conurbano, al pase al Estado de la administración de los fondos de las AFJP, a las escuelas construidas y al incremento del presupuesto educativo, entre otras medidas tomadas por el kirchnerismo. "Luchamos por el retorno eterno de Eva, que volvió en los millones de puestos de trabajo. Eva volvió en la dignidad de una patria que ha dejado de ser colonia", señaló.

La presidenta también mencionó la reducción de la deuda externa en relación al PBI, la construcción de Tecnópolis ("¿no es una moderna versión de la Ciudad de los Niños?"), el matrimonio igualitario. "¿Con quién habría votado Evita, ella que era la amazona de la libertad y la igualdad, que había sufrido en carne propia la desigualdad y los prejuicios?", se preguntó Cristina sobre la mujer que, además, tuvo entre sus confidentes de mayor confianza a un modisto homosexual, Paco Jamandreu. "Díganme si no estábamos haciendo las cosas necesarias para cumplir con ese legado histórico que ella impuso para todo aquel que se sienta peronista", pidió Cristina.

El recuerdo de Kirchner reapareció en el discurso con una confesión. Ante miles de personas, con las cadenas de noticias transmitiendo en vivo, la presidenta contó que en El Calafate le hizo una promesa íntima a su marido, en homenaje a su memoria. "No te voy a hacer quedar mal. No te voy a hacer pasar vergüenza", fue su juramento. "Yo siento una inmensa responsabilidad ante estos momentos, que no son fáciles. Porque yo estuve toda la vida al lado de alguien que era mucho más que mi marido. Era mi mejor amigo, mi mejor compañero, mi mejor maestro. Pero yo trato de hacer honor a lo que le prometí en El Calafate", remarcó. "Tenemos que aprender a distinguir entre los tiempos biológicos y los tiempos históricos. No vamos a ser juzgados por los titulares de los diarios de mañana sino por la historia. Por lo que hicimos en el tiempo que nos tocó estar", instruyó la mandataria en un párrafo muy aplaudido por los miembros del Gabinete que la acompañaban.

Para hablar de la actualidad de Evita, Cristina volvió a elogiar a los cientos de miles jóvenes que se incorporaron a la política, a los miembros de movimientos sociales, a los trabajadores. "Si hay un lugar donde la veo a ella, es entre ellos", señaló. Antes de despedirse, mientras las familias que ocupaban las primeras filas se acercaban a las vallas para tratar de conseguir una foto, un beso o un abrazo, ella sorprendió con un concepto nuevo sobre la característica contradictoria de los proyectos nacionales, populares y democráticos. "Estos procesos benefician incluso a aquellos que los boicotean", advirtió. En el palco volvieron a aplaudir. «

Duro discurso de Mario Ishii

El duro discurso de Mario Ishii llegó enseguida a los portales de noticias. El ex intendente de José C. Paz, presidente del PJ en el distrito, cuestionó en términos muy duros "la traición" de algunos dirigentes de la CGT, en alusión al camionero Hugo Moyano y sus lugartenientes. "El que abandona el justicialismo es porque nunca fue justicialista, porque las críticas se plantean desde adentro. Hoy, lamentablemente, tenemos dirigentes en nuestra CGT, en la que algunos gremios pasaron de 50 mil a 250 mil afiliados, que se fueron con muchos beneficios. Y nos han pagado algunos con la traición. Con la puñalada trapera. Estos cuatro atorrantes, que se fueron con muchos beneficios, ahora se pasaron a la vereda de enfrente, donde los pintan de rubio y ojos celestes”, cargó.

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