Volvieron a vincular a Grondona con un presunto líder narco

Volvieron a vincular a Grondona con un presunto líder narco

Lo dijo otro de los acusados por el contrabando de una tonelada de cocaína a Europa

 Héctor Roberto dijo que es amigo de Patricio Gorosito desde los cinco años. Fueron juntos a la escuela primaria en Arroyo Seco, a 20 kilómetros de Rosario, y después se embarcaron en el negocio del fútbol. Contó que recuerda con nitidez la relación que mantenían con Julio Humberto Grondona, a quien visitaba en su casa de Sarandí, donde le llevaba "papelerío y grandes sumas de dinero".

"Don Julio también venía seguido a Real Arroyo Seco a cerrar negocios con Gorosito", dijo uno de los cinco imputados en la causa Carbón Blanco, cuyo juicio oral se postergó ayer hasta el martes próximo después de que justamente Roberto decidiera cambiar de abogado. Ese planteo fue interpretado por la fiscalía como una estrategia para dilatar el juicio.

Roberto sumó elementos sobre la relación entre el ex presidente de la AFA y dos imputados en la banda narco que protagonizó en 2012 uno de los contrabandos más grandes de cocaína a España y Portugal.

Gorosito, procesado como jefe de una asociación ilícita junto con el abogado porteño Carlos Salvatore, reveló a LA NACION que era "testaferro de Julio Grondona".

Y aportó que el club Real Arroyo Seco, que empezó a edificar en 2003 la empresa Constructora Deportiva SA, cuyo titular era el yerno del ex presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) Genaro Aversa, pertenecía a Grondona.

El nombre de Grondona apareció de forma colateral en el juicio, donde se juzgan tres envíos de cocaína a Portugal y España por más de una tonelada. A la par hay otra causa en la que se investiga la arquitectura económica de parte de esta banda para lavar dinero del narcotráfico a través de más de 60 empresas diversificadas en los rubros de la construcción y gastronómico, entre otros.

Héctor Roberto explicó en su presentación formal ante los miembros del Tribunal Oral Federal (TOF) de Resistencia que su actividad antes de ser detenido en 2012 era "manager" del club Real Arroyo Seco. Esa entidad fue vendida por 16 millones de dólares a Rosario Central en 2008. El predio estaba gravado con dos hipotecas en favor de la firma Conort SA. Tras acordar el precio, la dirigencia "canalla" pagó una cuota de 2,5 millones de dólares y el resto en 40 pagarés que Gorosito vendió a la financiera Autocredit SA.

CONFESIÓN

"Yo manejaba el club. Era una especie de manager y hasta a veces director técnico", dijo a los medios el acusado. Antes había contado a los jueces que debe tomar 280 pastillas por mes para controlar su enfermedad pulmonar.

En ese rol al frente de Real Arroyo Seco, que figuraba a nombre de la sociedad financiera internacional Bavella SA, radicada en Montevideo, Roberto dice que conoció a Grondona.

"Yo era el nexo y le llevaba documentación de los jugadores y del club y también dinero en efectivo", contó el acusado.

Gorosito, que fue presidente de la Liga Santafecina de Fútbol, confirmó que llegó a "manejar" 108 jugadores en el fútbol profesional. Y ahora volvió al ruedo. Según contó a este enviado, pretende "vender jugadores de la cantera en el fútbol boliviano. Pero ahora todos creen que soy narco", protesta.

"Yo iba a la casa de Grondona en Sarandí. Gorosito tenía mucha relación por los jugadores que le pasaba a Arsenal. También llevaba papelerío. Y Grondona a veces venía a Arroyo Seco. No fue solamente cuando visitaron el club el presidente del Barcelona [por Joan Laporta] y Lionel Messi, que eso lo saben todos, vino muchas veces más", aseguró Roberto.

Grondona visitaba con frecuencia, según el imputado, el predio enclavado al costado de la autopista Buenos Aires-Rosario, que ocupa 21 hectáreas, donde se edificaron un estadio para 12.000 espectadores, un hotel cuatro estrellas y siete canchas de fútbol profesionales con iluminación artificial incluida.

ENLACE

Por fuera del universo del fútbol, Roberto era el "enlace" con Juan Carlos Rodríguez Parga, gerente de la empresa Carbón Vegetal del Litoral SRL, quien tenía el control de la planta de Quitilipi donde se cargó presuntamente la droga que tenía como destino final Lisboa y Barcelona. Roberto, según la elevación a juicio que elaboraron los fiscales, tenía la tarea de contratar obreros para trabajar en la fraccionadora de carbón en Chaco.

Este hombre, canoso y con la salud deteriorada, es uno de los cinco imputados en la causa conocida como Carbón Blanco, cuyo juicio empezó el miércoles pasado y ayer se postergó hasta el martes próximo, luego de que este imputado decidiera cambiar por "motivos personales" de abogado defensor.

Pidió que el letrado Alejandro Espinoza Güerci no ejerciera más su defensa y solicitó que le asignaran un defensor oficial. Ramón González, presidente del TOF, le aclaró que sería imposible asegurar a Roberto una defensa idónea sin que el defensor oficial designado tome el tiempo para estudiar los 64 cuerpos que tiene la causa.

Para el fiscal federal Federico Carniel, que representa al Ministerio Público en el debate, se trató de una estrategia pensada para dilatar el juicio oral, algo que se puso de manifiesto durante la primera jornada cuando tres de los cinco imputados pidieron no participar del juicio por problemas de salud y económicos.

LOS PRÓXIMOS TESTIGOS PARA LAS AUDIENCIAS

 

Estaba previsto en la jornada de ayer que declararan cuatro testigos, pero el debate se suspendió hasta el martes próximo. Iban a prestar declaración dos trabajadores de la planta Carbón Vegetal del Litoral -donde se realizaron los cargamentos de droga-, un jornalero y el primo de uno de los imputados. El próximo martes declararán dos policías de la División Drogas Peligrosas de la policía chaqueña, dos empleados de la Aduana de Barranqueras, uno de ellos era el fiscalizador.

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