En viviendas se achica más

En viviendas se achica más

El ajuste fiscal empezó antes de la llegada del Fondo Monetario Internacional. Durante el primer semestre de 2018, el financiamiento para obra pública registró una contracción del 19,9 por ciento frente al mismo período del año anterior.

 La caída está expresada en términos nominales: fueron 20.857 millones de pesos menos que los contabilizados entre enero y junio de 2017, por lo que no dimensiona el efecto de la aceleración de la inflación sobre la capacidad de compra de esos recursos. Con una retracción del 48,9 por ciento la caída más pronunciada fue registrada entre las obras destinadas a la construcción de viviendas.

Las planillas difundidas ayer muestran que también acumuló una merma significativa el financiamiento para el área de transporte donde el gasto cedió 23,8 por ciento. De acuerdo a los datos presentados por el Ministerio de Hacienda y Finanzas, los proyectos vinculados a Agua y alcantarillado cayeron 18,3 por ciento. Los datos oficiales revelan que junto con los gastos de capital también se registraron caídas nominales entre las transferencias realizadas a las provincias. En ese caso, la contracción llegó a 5,5 por ciento frente al primer semestre del año pasado. 

El Palacio de Hacienda informó que el déficit fiscal primario escaló en el primer semestre hasta los 105.825 millones de pesos que representan 0,9 por ciento del PBI. El guarismo representa una reducción del 26 por ciento frente al mismo período del año pasado que fue celebrada por Dujovne (ver aparte). Cuando se incorpora a la medición la carga de los intereses de la deuda, el resultado financiero arroja un rojo de 25.187 millones de dólares equivalentes al 1,9 por ciento del producto entre enero y junio. 

“La mejora en el resultado fiscal es consecuencia de un estricto cuidado en el manejo del gasto público para lograr que el mismo crezca menos que los ingresos, que han tenido un buen desempeño en el semestre”, explicaron desde la cartera encabezada por Dujovne. El gasto primario registró un incremento de 19,3 por ciento en el semestre que, en términos reales, representa  una caída del 5,6 por ciento. “Las acciones de contención del gasto se centran en subsidios, otros gastos corrientes y gastos de capital”, precisaron los funcionarios de Hacienda y Finanzas. 

Además de recortar el gasto en obra pública, para acceder al programa de financiamiento con el FMI las autoridades argentinas se comprometieron a reducir las transferencias a las provincias, profundizar la quita de subsidios, achicar las erogaciones salariales estatales y ajustar el sistema de la seguridad social. Pero el ajuste comenzó antes. “Nunca nos hemos pronunciado públicamente sobre el recorte. Lo único relevante es que hay que bajar el déficit”, sostuvo Dujovne al ser consultado por la dimensión del ajuste. Las cifras oficiales suministradas por el Palacio de Hacienda indican que, a lo largo de los próximos tres años, el financiamiento del Fondo estará condicionado a la implementación de un ajuste equivalente a 3,7 puntos del PBI o 19.300 millones de dólares. Al tipo de cambio vigente, el tijeretazo superará los 540 mil millones de pesos. 

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