La visita de Obama a Cuba divide a los disidentes

La visita de Obama a Cuba divide a los disidentes

Unos saludan la llegada del líder norteamericano, mientras que otros lo acusan de legitimar la dictadura castrista

Por Daniel Lozano

LA HABANA.- La visita de Obama ha profundizado las diferencias entre los grupos disidentes cubanos, luchadores casi incansables sometidos a los vientos huracanados del castrismo.

En el país del yo superlativo, donde un aficionado recién aterrizado al fútbol (nuevo deporte nacional) es capaz de aconsejar a Messi cómo tocar la pelota con la zurda, existen tantas posturas opositoras como personas en el reducto democrático. Y casi siempre en soledad constante, tanto fuera como dentro de la isla, donde el Estado les impuso la etiqueta de "mercenarios a sueldo del imperio".

En un lado, aquellos que perciben los momentos de cambio y los quieren aprovechar con un discurso conciliador que se ha subido sin contemplaciones a la ola de Obama. Son los moderados, pro Obama y a favor del diálogo. A la cabeza están el socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa (Arco Progresista), el católico Dagoberto Valdés, el activista Elizardo Sánchez (Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional), el ex preso político José Daniel Ferrer (Unión Patriótica de Cuba) y varios personajes clave de la sociedad civil cubana, como la bloguera Yoani Sánchez.

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En el otro, los que consideran inmoral y un simple negocio económico cualquier acercamiento que legitime el castrismo. Son los radicales, poco dados al diálogo (sólo si está bien "encuadrado") con la dictadura, que se apoyan en el prestigio de su lucha. Los lidera Berta Soler, la líder de las Damas de Blanco, a la que Obama dirigió una misiva el pasado fin de semana. La acompañan Antonio González Rodiles, creador de Estado de Sats, y Guillermo Fariñas, premio Sakharov y conocido por sus huelgas de hambre. Y cercana, con su propia postura exigente, Rosa María Payá, disidente emergente y fundadora del movimiento Cuba Decide.

"Esta visita será histórica en la medida en que los ciudadanos puedan sentirse acompañados por la administración de una de las democracias más poderosas del mundo. Que sea una visita al pueblo cubano y no al régimen cubano de los generales. Proponemos que Obama apoye el derecho a decidir de los cubanos, un plebiscito que decida si queremos vivir en un sistema plural", explicó Payá a LA NACION.

Inasequibles al desaliento, las Damas de Blanco y los activistas del Foro por los Derechos y la Libertad (Foro DyL) volverán a protestar el domingo. Ya van 46 semanas de la campaña Todos Marchamos, que contempla una hoja de ruta cuyo primer objetivo es la amnistía general. La mayoría en su seno estima que el viaje de Obama legitima a los hermanos Castro.

"Si los planes actuales del régimen de transferir el poder a sus herederos y adeptos se materializan, nosotros los cubanos nos enfrentaremos a una nueva encarnación de esta despiadada dictadura", subraya el Foro DyL en una carta dirigida anteayer al presidente norteamericano.

"Si la búsqueda de negocios continúa estando por encima de la ayuda al movimiento pro democracia, el legado que dejará su administración será el haber prolongado el sufrimiento del pueblo cubano", insiste la misiva, que reclama a Obama que propicie "una verdadera transición democrática".

Espejo en Venezuela

En el lado moderado no prosperó la plataforma única denominada Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD), de gran parecido con la oposición venezolana (MUD), cuyo ejemplo es seguido fielmente por una parte de este grupo. Esta primera iniciativa se dividió en dos: Otro 18 y Candidatos por el Cambio.

La primera, la más numerosa, hace referencia directa a 2018, año en que Raúl Castro dejará el poder. Morúa y Ferrer, entre otros, la conforman en una apuesta clara por el "cambio desde dentro", a semejanza de la transición española. Una de sus propuestas es que sus dirigentes puedan participar como candidatos independientes en las elecciones de partido único que se celebran en Cuba, dirigidas por el Partido Comunista Cubano (PCC). El grupo radical los acusa de no ser en absoluto críticos con la agenda Obama.

Candidatos por el Cambio está encabezado por Julio Aleaga y ocupa el espacio más cercano al pacto con la dictadura.

Todos ellos recibieron con alegría la liberación esta semana de los últimos cinco presos políticos, integrantes del grupo que recobraron la libertad en diciembre de 2014 tras el deshielo, pero que fueron encarcelados de nuevo. Algunos, como Ferrer, lo consideran un regalo para Obama. Los cuatro primeros ya han viajado a Estados Unidos y el quinto espera los últimos trámites.

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