Durante su recorrida por el sur de la Provincia, Vidal se mostró con el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, y con el de Carmen de Patagones, José Luis Zara.

Durante su recorrida por el sur de la Provincia, la gobernadora, María Eugenia Vidal, volvió a apuntarle al sciolismo por la herencia recibida, en este caso en lo referente al estado de situación en el que se encuentra la empresa ABSA. 

"Los trabajadores del gobierno de la Provincia, con los recursos que hacen falta, con un buen liderazgo, pueden competir con cualquier otra compañía y conformar una empresa estatal de la que nos sintamos orgullosos, porque le pueden dar respuesta al vecino. ABSA (Aguas Bonaerenses S.A.) no estaba mal por sus trabajadores, estaba como estaba porque no tenía el compromiso de los que estaban a cargo del gobierno", afirmó la mandataria bonaerense al supervisar en Ingeniero White (Bahía Blanca) las obras de ampliación de una planta depuradora de desechos cloacales. 

Acompañada por el intendente local Héctor Gay, Vidal destacó el emprendimiento en cuestión: “Esta planta es una realidad, ya no es más un anuncio. En enero de 2019 vamos a venir a inaugurar y va a generar y recuperar agua que es algo que todos debemos cuidar, para devolvérsela a los vecinos. Esto es hacer y estar, no tanto hablar". 

Horas después, Vidal se presentó en Carmen de Patagones, donde visitó, junto al intendente local José Luis Zara, las obras del Hospital Municipal de Agudos Dr. Pedro Ecay.

"En cada lugar –expresó durante una conferencia de prensa- veo máquinas, gente trabajando, obras que van a mejorar la vida de los vecinos. Todo esto tiene que ver con el Fondo de Infraestructura de la Provincia y se traduce en que la gente esté mejor. Para mí no hay ciudad chica: cada bonaerense vale lo mismo, es igual de importante".