Ayer por la tarde tuvo lugar un violento desalojo en la toma Huilén, del barrio Melipalde Neuquén. Es que dicho acto de usurpación había empezado a convertirse en un nuevo asentamiento en dichos predios que son considerados como reserva paleontológica por ordenanza municipal. Entonces, a contrareloj las autoridades de la fuerza policial impidieron que esto se concrete.

Efectivos de la fuerza arrojaron balas de goma  y gases lacrimógenos contra los ocupantes, quienes resistieron con piedras, por el lapso de más de dos horas. 

En la toma ya se habían montado carpas y el espacio había sido "loteado" clandestinamente con alambres. Los terrenos fueron "tomados" en su mayoría por parejas jóvenes con hijos, quienes relataron que decidieron ocupar ilegalmente estos espacios porque formaron sus propias familias y siguen viviendo en casa de sus padres, sin la posibilidad de acceder a una casa propia.

Fue el fiscal Marcelo Jara, quien dio la orden de desalojo.  Ante la intimación, el grupo solicitó que les permitieran plantear su problemática ante las autoridades competentes. Unos minutos después, más de 100 efectivos de las fuerzas policiales (Uespo) y la Metropolitana arribaron al lugar. Y empezó el caos.

Los que ocuparon el espacio querían hablar con autoridades para plantearles la situación, pero al ver que nadie se acercó decidieron permanecer allí. Una hora después, cerca de las 18 horas, uniformados comenzaron a actuar y sobrevino el intercambio de balas de goma y piedras, de gases y agresiones cruzadas. 

Luego de mucha tensión, el lugar fue desocupado. Pero no faltaron los heridos: Hubieron dos efectivos lesionados con piedras, una señora con impactos de bala de goma, cuatro personas demoradas por confrontar durante el operativo y otros tres una vez finalizado el desalojo, informó la policía.

Toda la noche quedó custodia policial en el lugar para evitar nuevos desmanes debido al violento desalojo acontecido en horas de la tarde.