Con el asesinato del comerciante Luis Néstor Berardy la semana pasada, en lo que va del año ya hubo en la provincia 35 muertes, producto de la violencia en escenarios de robo u otras situaciones delictivas. Berardy fue asesinado delante de sus hijos por dos delincuentes que entraron a robar en su minimercado y le dispararon un balazo en el pecho.

Lamentablemente, la cifra revela un notable incremento en el nivel de violencia en Mendoza, donde en el mismo período de 2013 hubo veinte asesinatos.

Así, tanto las autoridades encargadas de garantizar la seguridad en Mendoza y el servicio de emergencias 911están hoy en el ojo de la tormenta. “Llamás al 911 y nadie atiende. Vivimos en zonas liberadas. Hoy han desarmado a una familia", dijo entre lágrimas Ana Sánchez, una vecina de Dorrego, lugar en donde asesinaron a Berardy.

Vale aclarar que muchos de esos homicidios tuvieron como móvil ajustes de cuentas entre bandas que venden droga, pero en la negra estadística también sigue preocupando la cantidad de asesinatos ocurridos en ocasión de robo a mano armada.

50 muertos en tres meses

Si se toma en cuenta el último mes de 2013, la cifra de crímenes asciende a cincuenta, dado que en esos treinta días se registraron quince hechos, de los cuales, según datos del Ministerio de Salud, cuatro tuvieron lugar en Guaymallén, otros tantos en Luján de Cuyo y el resto en otras zonas de la provincia.

“En Guaymallén hubo uno tipificado como pasional y el resto tuvo que ver con ajustes de cuenta. En Luján de Cuyo fueron tres por ajuste de cuenta y uno en riña", señaló Fernando Rosa, encargado de la Dirección de Investigaciones de la Policía de Mendoza.

Drogas y sangre

La tendencia es alarmante: sólo en enero de este año se registraron veinte homicidios, o sea, más del doble de los nueve que marcaron enero de 2013, y la escalada de violencia –teniendo en cuenta los últimos acontecimientos– sigue en ascenso. Es que tan sólo en los primeros 19 días del mes pasado ocurrieron quince crímenes, cuatro más de las muertes violentas de todo febrero de 2013.

Los escenarios no dejan de repetirse: en barrios de Guaymallén, Las Heras o Godoy Cruz, en donde la marginalidad es moneda corriente y la pobreza apremia, las diferencias no dejan de dirimirse a balazos, y nada parece ponerle un freno a esa forma de imponerse.

La disputa por el control de la venta de drogas, y por ende, de la delincuencia, es cada día más cruenta, y eso tal vez explique el por qué estos departamentos lideran el ranking de crímenes entre bandas en este año. En medio de la disputa por quién tiene el control de la delincuencia en Godoy Cruz, –ya acribillaron a seis personas– la mayoría son jóvenes menores de 24 años.

Según los investigadores, allí son cada vez más los menores de edad que hacen de sicarios o lideran las bandas delictivas, aprovechando la impunidad que les brinda tener menos de 16 años./ Orlando Tirapu