Violencia de género: una problemática que se acrecienta

Violencia de género: una problemática que se acrecienta

Los últimos relevamientos a nivel nacional y provincial indican un incremento en las denuncias vinculadas a estas situaciones. Desde la Subdirección de Políticas de Género local consideraron que "los casos de violencia se están acrecentando muchísimo".

Las estadísticas no alcanzan para dimensionar en toda su profundidad la problemática vinculada a la violencia de género. Sin embargo, los números disponibles permiten advertir la vigencia de una situación que parece no revertirse a pesar de la visibilidad lograda en los últimos años.

La ONG La Casa del Encuentro relevó el año pasado 290 femicidios en todo el país. Ese trabajo también mostró un incremento en los casos de abusos sexuales a mujeres asesinadas. En 2016 fueron 31, bastante por encima de los 21 casos de 2014. Esposos y novios aparecen como los principales victimarios y, en menor proporción, ex parejas. Otro dato aportado por La Casa del Encuentro correspondiente al año pasado muestra que entre las víctimas se encontraron dos niñas menores de un año, nueve de entre 2 y 12, y 27 de entre 13 y 18. La mayoría de los casos tuvo lugar puertas adentro. 

Esa tendencia creciente en materia de violencia de género no es ajena a Luján. Según confiaron desde la Subdirección de Políticas de Género, “la realidad es que los casos de violencia se están acrecentando muchísimo”. En diálogo con este medio, la titular del área, Celina De Belaieff, y la abogada Vanina Basso (integrante del equipo técnico) contaron que solo por esa dependencia pasaron el año pasado 248 mujeres que manifestaron sufrir violencia de género. El número representa una pequeña porción de la problemática. Por un lado, muchos casos no llegan a instancias públicas. Otras mujeres, en cambio, optan por recurrir a instituciones como la Comisaría de la Mujer o Fiscalía.

A pesar de haber sido varias veces anunciado por el actual gobierno municipal, Luján no cuenta con un refugio para mujeres víctimas de violencia que necesiten, transitoriamente, ser alejadas de sus hogares.  

UN PANORAMA

“Nuestro trabajo se divide en dos ejes centrales. Por un lado está la atención directa a las mujeres que atraviesan la situación de violencia. Estas mujeres llegan por su cuenta o derivadas de otras oficinas municipales y también por Fiscalía, Juzgado o Comisaría de la Mujer. El nuestro  es un abordaje más psicosocial, porque es el acompañamiento, la contención, el asesoramiento. No hacemos un tratamiento psicológico de tipo terapéutico. La otra pata de la Subdirección son los trabajos de promoción que hacemos, con diferentes talleres en las escuelas y otras instituciones”, explicaron.

De Belaieff agregó que durante 2016 esa dependencia apuntó a “fortalecer la vinculación con las distintas instituciones que trabajan con la problemática de la violencia”.

- Los últimos relevamientos disponibles muestran un incremento de la problemática a nivel provincial y nacional. ¿Esa situación también se repite en Luján?

- Basso: Quienes trabajamos en esta problemática pedimos poder contar con estadísticas oficiales. A nivel nacional y provincial no existen como Estado. Los números del ámbito nacional los releva la Casa del Encuentro, que tiene un observatorio. Solamente releva los datos que aparecen en los medios de comunicación. No son estadísticas oficiales. Son aquellos casos que aparecen en los medios. Nosotros relevamos datos desde 2010, algo que nos permite también cuantificar nuestro trabajo.

- De Belaieff: No deja de ser un recorte, porque lo que podemos decir es que durante todo el año pasado 248 mujeres que manifestaron estar atravesando situaciones de violencia pasaron por la Subdirección. Pero son solo las que pasaron por la Subdirección, es decir, un pequeñísimo recorte. Lo que se ve es un incremento año a año en el número. En 2015 pasaron 100 mujeres. 

- Basso: Es un porcentaje muy chico de la realidad. Trabajamos con mujeres mayores de edad y con su voluntad. A este espacio se asiste de manera voluntaria. El año pasado dimos 636 turnos, pero tuvimos 444 entrevistas, casi 200 que no vinieron a entrevistas. Eso nos sirve para medir el nivel de ausentismo que tenemos.

- ¿Ese incremento de las consultas es directamente proporcional a un incremento de la violencia o a que las víctimas se animan más que antes a denunciar?

- Basso: Son múltiples factores. La realidad es que los casos de violencia se están acrecentando muchísimo. También es cierto que al tratarse de un tema que está visibilizado más que antes y deja de ser un tema tabú, obviamente hay más mujeres que se acercan a denunciar. Pero sí es cierto que la violencia se está acrecentando. Vemos también que fue creciendo la crueldad que estos hombres ejercen. 

-¿Qué factores explican esto último?

- De Belaieff: Muchísimos factores. Por momentos aparecen diferentes modalidades. En algún momento fue prender fuego a las mujeres, ahora evaluamos que es la puñalada y las amenazas con armas.

- Basso: Esto no es matemática, no existe el dos más dos. Uno puede tener un registro año a año y pueden variar entre sí. 

- ¿Existe un rango de edad entre las mujeres que se acercan a la Subdirección?

- Basso: En un principio sólo se empezó a trabajar con mujeres mayores de edad. Desde hace varios años empezamos a trabajar también con adolescentes desde los 16 años en adelante. Los noviazgos también expresan violencia. Hoy la franja etaria es de mujeres muy jóvenes o muy mayores. No es que las mujeres mayores de 60 años recién ahora estén atravesando situaciones de violencia, lo que sucede es que recién ahora pueden visualizar que están atravesando situaciones de violencia, que la normalidad no es la violencia. 

- ¿Qué modalidades de violencia se expresan en las consultas?

- Basso: Hay diferentes maneras de ejercer violencia, no solamente el golpe. La violencia psicológica que tiene que ver con expresiones verbales, la discriminación, el menosprecio. Por estadística las violencias físicas y psicológicas son las que más aparecen. A veces pasa que no se reconocen otras formas de violencia. Si una pregunta si sufre restricción a la libertad, te responden que no porque nunca las encerraron. Pero si una empieza a indagar sobre su libertad de movimientos, ahí aparece. Otra violencia muy solapada es la violencia sexual en la pareja, porque todavía cuesta vislumbrar que puede haber violencia sexual en una pareja. Y el otro punto es la violencia económica.

La violencia psicológica siempre está, porque así se empieza. 

- La violencia de género es una problemática que atraviesa todos los estratos sociales. ¿Esto se expresa en las consultas?

- De Belaieff: Consultan de todos los niveles socioeconómicos y de todas las profesiones. Por suerte se animan a acercarse de todos los sectores sociales. No atendemos solamente a una población de mayor vulnerabilidad económica. Evidentemente es un espacio accesible y de seguridad para todas las mujeres en general.

- Basso: Hemos atendido a mujeres que son abogadas, médicas, enfermeras, promotoras de salud, maestras. 

-¿Cómo evalúan el rol de la Justicia y de los agentes de seguridad?

- De Belaieff: La verdad es que los recursos estatales disponibles no alcanzan. Todos los espacios están desbordados.

- Basso: También hay que tener en cuenta que con la mera judicialización de los casos no alcanza para salir de determinadas situaciones de violencia. Se necesitan las medidas cautelares, pero también se necesita que la ley se aplique en todo su esplendor. La violencia debe convertirse en un delito, no solo el femicidio. Necesitamos que intervenga la Justicia, pero también el trabajo comunitario. Tenemos que saber que las medidas cautelares son necesarias, pero también es cierto que hay hombres que las acatan y hay hombres que no. Sólo con eso no alcanza. Necesitamos no solo la medida cautelar, sino también que estas mujeres tengan una red social, que puedan contar con vecinos, con organizaciones, con familiares. Cuando la mujer sufre violencia, también padecen esa situación sus hijos, son víctimas indirectas. Está comprobado que niños y niñas que viven en estos espacios padecen la violencia como si ellos mismos la estuviesen sufriendo. 

- ¿Existe en Luján algún espacio municipal donde puedan alojarse mujeres que padecen violencia?

- De Belaieff: En Luján no tenemos un lugar de alojamiento transitorio. Sí desde Provincia nos plantean que podemos contar con la red de hogares de alojamientos transitorios. Cuando hemos necesitado resguardar a una mujer hemos recurrido a lugares de alojamiento en la ciudad o a lugares conveniados con otras instituciones. Esos casos el Municipio los resolvió, pero no tiene un espacio propio.

- ¿Está proyectado tenerlo?

- De Belaieff: No hay un proyecto específico. A nosotros nos facilitaría mucho la tarea, al menos en las primeras 48 horas.

- Basso: Hay que tener en cuenta que no todas las mujeres necesitan refugiarse y el refugio no es la solución a la situación de violencia. Que haya un refugio en la ciudad no va a significar que haya menos casos de violencia o que la mujer una vez que se va del refugio no regrese luego con estos hombres violentos. Sí es verdad que ante un caso que necesita ser alojada en otro espacio, contar con un refugio te permite trabajar de otra manera. 

-¿Existe algún abordaje hacia el hombre violento?

- Basso: En una situación de violencia hay tres patas fundamentales: la mujer que sufre, el hombre y los niños.  ¿Qué hacemos con estos hombres? Desde el 2013 comenzamos a plantear en la Subdirección la necesidad de trabajar con estos hombres. La mujer puede romper con esa relación violenta, pero el hombre violento va a reproducir esa situación con otra mujer. En 2013 hicimos una capacitación con una Asociación Civil que se llama Decidir, dedicada a trabajar mediante grupos con estos hombres que ejercen violencia. Después estuvimos mucho tiempo sin tener referente. Ahora reflotamos ese proyecto que surgió en convenio con Patronato de Liberados.

- De Belaieff: El 15 de marzo arrancamos una capacitación sobre la construcción de dispositivos para hombres que ejercen violencia de género. Se invita a trabajadores de distintos ámbitos a que realicen estos ocho encuentros de capacitación. La idea es empezar a conformar el equipo para trabajar con los hombres.  

Por consultas

La Subdirección de Políticas de Género funciona de lunes a viernes, de 8 a 15, en Colón 1.177 (teléfono: 440077). También se puede recurrir a la Comisaría de la Mujer o Fiscalía.

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