"La violencia deja marcas y no verla deja femicidios"

La frase del título se leía en el cartel de los estudiantes del Instituto Secundario Manuel Belgrano que llegaron caminando por la peatonal y se instalaron en la plaza con sus consignas. Momentos de emoción se vivieron en el marco de la radio abierta.

“Hay criminales que proclaman tan campantes ‘la maté porque era mía’, así no más, como si fuera cosa de sentido común y justo de toda justicia y derecho de propiedad privada, que hace al hombre dueño de la mujer. Pero ninguno, ninguno, ni el más macho de los supermachos tiene la valentía de confesar ‘la maté por miedo’, porque al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo” (Eduardo Galeano)

Y allí estaban las mujeres sin miedo, los hombres que no le tienen miedo a la mujer sin miedo, los jóvenes, los adolescentes. Allí estaban, allí estuvieron diciendo presente a la convocatoria que nació en las redes sociales, en el sentir del pueblo, en el pedido de paz, en la defensa de la igualdad.

Allí estuvieron, con sus carteles, con las lágrimas, con la energía, con los dolores. Y de pronto, bajo el sol de la cálida tarde de junio la plaza Centenario se fue poblando, minuto a minuto se fueron sumando corazones, todos y todas con la misma causa.

Familiares y amigos de víctimas, profesionales, dirigentes de instituciones y políticos, referentes gremiales, estudiantes, vecinos. Allí estuvieron en la tarde del 3 de junio, juntos en la esquina de General Paz y Buenos Aires.

Juntos para salir codo a codo, caminando rumbo a Tribunales y luego a entregar el petitorio del Foro de Mujeres en el Concejo Deliberante.

Fue una marcha masiva. Una movilización que demostró el compromiso de los villamarienses y de la región con un tema que golpea, que “deja marca” como expresó el cartel que portaban los chicos del Instituto Secundario Manuel Belgrano.

Luchando por la vida

La radio abierta, con la conducción de Rosana Calneggia y Patricia Gatti, fue el disparador de testimonios, poemas, expresiones de voces que están dispuestas a seguir “luchando” por la vida, por la justicia, por la equidad.

Los nombres de las víctimas de la violencia de género estuvieron presentes en la plaza. Sara Mundín, Mónica Leocatto, Sandra Zbinden, Mariela López, Mariela Bessonart, Lucrecia Gómez, Rosana Canelo, Claudia Rodríguez, Soledad Salguero, Rosa Santopolo.

Sus historias se filtraron por los canteros de la emblemática plaza céntrica. Ellas ya no están pero siguen estando. Estarán siempre para ser símbolo de la lucha por la vida en estos tiempos en que el tema del femicidio comienza a instalarse, a “verse”.

“La violencia deja marcas y no verla deja femicidios”. La frase escrita en el cartel que portaron los estudiantes del Instituto Secundario Manuel Belgrano fue una de las primeras en llamar la atención.

Los adolescentes que cursan tercero, quinto y sexto año de Ciencias Sociales llegaron pasada las 16.30 caminando desde la peatonal, acompañados por sus docentes, y ocuparon un sector importante de la plaza.

“Vinimos porque nos indignamos ante tanto abuso de poder, abuso de poder físico y social en todos los ámbitos que lleva a la violencia económica, sexual y física sobre la mujer”, dijeron un grupo de alumnas en diálogo con EL DIARIO.

Pasadas las 17, los vecinos ya habían colmado la zona de la plaza y parte de la calle Buenos Aires y General Paz.

“Tenemos que lograr cambios”

Varias voces se expresaron a través de la radio abierta instalada en el lugar de la convocatoria a la marcha.

Una de las oradores fue la titular de Vínculos en Red, Alicia Peressutti.

“Tenemos que lograr cambios, que esta movilización se siga haciendo, propongo que todos los días 3 de cada mes marchemos. Esta dejó de ser una lucha de unos pocos para ser una lucha de todos y todas”, señaló la dirigente social.

Una poetisa que reside en Agua de Oro y originaria de Villa María tomó el micrófono para contar su experiencia.

Eva, muy emocionada, habló de sus vivencias al lado de un hombre que identificó como “un renombrado profesor universitario”. “Fui golpeada y tengo miedo de que me mate”, dijo la mujer,

Las lágrimas empezaron a mostrarse en los ojos de algunos presentes en la marcha.

Norma Avaro, amiga de Mariela Bessonart, también tomó el micrófono para “rogar que se haga justicia”.

“Pedimos que salga el juicio porque se van a conocer muchas cosas, queremos que se sepa la verdad y si hay un culpable que vaya preso”.

Las expresiones continuaron. Con el talento que la caracteriza, Alicia Perrig leyó un escrito de Daniel Massara y luego conmovió a la mayoría con su arenga.

Les habló a los políticos y se refirió a la mujer con palabras cargadas de poesía.

“Pasaron mil años desde que nos comimos la manzana y parece que tenemos que seguir siendo castigadas”, señaló Perrig con una interpretación muy aplaudida por los manifestantes.

Sandra Gazzano y un estudiante universitario también fueron parte de los oradores en plaza Centenario.

Luego, y ya en los minutos previos de la caminata habló la cubana Aylín. “En Cuba no tenemos el problema del femicidio, veo que es una cuestión cultural y a mí me pone la piel de gallina”, dijo la profesora de ritmos caribeños.

Precisamente, pidiendo alegría a los presentes y con el ritmo de salsa dio el puntapié inicial a la marcha que partió por General Paz rumbo al edificio de Tribunales.

Un grupo de chicos con redoblantes encabezaron la movilización multitudinaria que hizo el recorrido hasta calle San Juan.

En la mencionada arteria, justo en la esquina del Palacio Judicial, doblaron para dirigirse hacia avenida Sabattini.

El paso del tren interrumpió unos minutos la marcha y dividió las columnas que ocuparon varias cuadras.

Con la barrera levantada, todos se unieron nuevamente para llegar al destino final: la sede del Concejo Deliberante ubicada en Mitre casi esquina Corrientes.

En la Casona de Pereira y Domínguez las representantes del Foro de Mujeres entregaron el petitorio que tiene los siguientes puntos principales:

► Tratamiento de los proyectos presentados en el año 2012, entre ellos la declaración de la emergencia en la violencia de género.

3Implementación de un programa de prevención, asistencia y erradicación de la violencia familiar.

► Adecuación y dotación de profesionales al Centro de Asistencia a la Víctima.

► Puesta en marcha de un programa de acompañamiento comunitario.

► Habilitación de un espacio físico para albergue transitorio destinado a contener a las víctimas y a sus hijos.

► La reasignación de partidas presupuestarias para afrontar la emergencia.

Frente al Concejo, fueron mencionados nuevamente los nombres de cada una de las víctimas locales y el grito de “Presente” ganó la calle.

La multitud se desconcentró a las 18.30, pero la consigna cantada “Ni una menos” seguirá. La masiva marcha de ayer es un capítulo de la historia de la ciudad que permanecerá en la memoria.

 

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