Viñateros piden un dólar a $35 para ser competitivos

Viñateros piden un dólar a $35 para ser competitivos

Eduardo Garcés, de la Federación de Viñateros argumentó que la caída de las exportaciones de vinos corresponde “al atraso cambiario porque el dólar no está realmente liberado”.

 

En un panorama complejo para el sector vitivinícola, con cifras que reflejan la caída en el consumo interno y en la demanda externa, el presidente de la Federación de Viñateros, Eduardo Garcés, explicó que las bajas en las exportaciones de vino son producto del retraso cambiario, generando pérdida de mercados en todo el mundo. 

“La retracción corresponde al atraso cambiario porque el dólar no está realmente liberado y esto afecta directamente a todas las economías regionales, entre ellas, la vitivinícola”, manifestó el referente de los productores de la región cuyana, al mismo tiempo que señaló: “A mi criterio, el dólar debería estar en los $35, para estar acorde a los precios mundiales y para poder ser competitivos, frente a otros mercados. No sé por qué el Gobierno Nacional toma acciones en serio para dejar de perjudicar a los productores argentinos”. 

El Instituto Nacional de Vitivinicultura informó que durante el período enero-noviembre de 2017, las ventas al exterior de vinos argentinos sumaron una retracción del -6,9%, marcada por la caída tanto en los vinos blancos, del -7,5% como en los vinos de color, en el orden del -6,7%.

En ese sentido, Garcés detalló que la capacidad para abastecer al mundo, desde todos los sectores productivos, está siendo desperdiciada y que el mercado interno no puede absorber todo. “Vivimos diciendo que tenemos la producción para abastecer a 400 millones de personas en el mundo, cuando somos 44 millones de habitantes. Sin embargo, al no tener competitividad no podemos dar provecho a lo que generamos”, declaró. 

A su vez, el INV dio a conocer los números del consumo interno, que también fueron negativos. En noviembre del 2017 representaron el -2,9% y las ventas acumularon un retroceso del -5%. Por esa razón, el dirigente vitivinícola puso el acento en la crisis económica del país y la catalogó como la causante. “Si bien el vino es considerado un alimento y es bebida nacional, no resulta primordial entre los consumidores. Cuando te aprieta el bolsillo, la gente piensa en cubrir las necesidades básicas”, expresó. 

En consecuencia, expresó: “Debemos generar divisas genuinas, es decir que los productores exportemos lo que producimos, pero con un dólar verdaderamente liberado”.

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