“Esto demuestra una vez más, la inexistencia de una política permanente y estable de preservación patrimonial, y la evidencia de falta de voluntad política por tenerla”, expresó el Defensor, quien se reunió con referentes de la Asociación Marplatenses Defensores del Patrimonio Arquitectónico y Urbano junto a su par Walter Rodríguez.

Rizzi indicó que “se ha hecho una constante que en los lotes declarados de interés patrimonial se puedan asignar indicadores urbanísticos especiales a cambio de la preservación de la construcción histórica. Esto requiere ser analizado con razonabilidad, para que el bien protegido no se desnaturalice. Además, dicho bien se integra por un entorno, que con las edificaciones pierde valor. Nadie habla de que el titular de un bien declarado de interés patrimonial deba padecer un sacrificio especial, pero tampoco es lógico que se vea privilegiado con indicadores especiales mayores a los vigentes en el distrito”, agregó.

Para el defensor del Pueblo, este caso, como los que vienen o están en tratamiento en los últimos tiempos, “denota una vez más que el municipio carece de una política de preservación patrimonial”.

“Para eso hace falta una orientación política, hace falta que exista una dependencia específica ajena a los vaivenes políticos, que entienda en la aplicación y generación de una política. Hoy no existe. El denominado ‘área de preservación patrimonial’ es simplemente una oficina con dos excelentes y prestigiosas profesionales de la arquitectura, expertas en preservación que no tienen capacidad operativa dado que no tienen estructura ni cargo, que hacen lo que pueden con auténtica vocación, pero sin poder de decisión alguno”, concluyó Rizzi.