Los basurales clandestinos de Villa Mercedes parecen no poder erradicarse nunca debido a que aún hay gente que en vez de sacar los residuos a la calle para que los retire el camión recolector, prefiere arrojarlos donde encuentra un lugar desolado. Uno de esos sitios elegidos fue el punto verde del barrio Justo Daract, entre las calles Olloqui y Jujuy, donde la cantidad desmedida de basura ocupaba varios terrenos aledaños y debieron utilizar camiones y palas volcadoras para retirar casi setenta camionadas de desechos.

 

 El alerta llegó de parte de los vecinos que llamaron al 147 para hacer el reclamo. "Ahí hay un punto verde en el que puede dejarse el material orgánico (ramas y restos de poda) más escombros, pero habían desparramado muchos residuos en las calles. Los que tienen carritos y la gente tiraron residuos de forma indiscriminada y habían desordenado el sector", explicó Daniel Desotti, el secretario de Servicios Públicos del Municipio.

 

El lunes dispusieron de la maquinaria y retiraron cuarenta y ocho camionadas de escombros y ramas, pero también residuos domiciliarios, cubiertas y plásticos que no debían estar ahí. Anteayer concluyeron las tareas al sacar casi veinte camiones más. El material fue seleccionado y lo orgánico se destinó a la escombrera municipal mientras que el resto fue al centro de disposición final.

 

Si bien la barriada cuenta con el servicio de recolección de residuos, como aseguró el secretario, la esquina de Olloqui y Jujuy está desolada y sin residentes, lo que parecería favorecer la gestación de los basurales clandestinos. "Vienen de noche o cuando está oscuro y se van trasladando a los lugares que están despoblados y abiertos. El punto estaba en Maipú y Olloqui, pero fue desplazado después de la inauguración de la avenida. La idea es trabajar para que los propietarios de los terrenos empiecen a cerrarlos con alambre, porque como nadie los habita se generan estos sitios indeseables", aseguró Desotti.

 

Además de limpiar toda la zona, la Secretaría dispuso el cierre de las calles aledañas que llevan hasta esa esquina y así poder evitar que ingresen los vehículos y carros con los residuos a cuestas listos para arrojar. "Hemos tenido reuniones con los vecinos que han denunciado y planteado estos problemas, por eso la determinación que hemos tomado es empezar a cerrar las calles donde no hay vecinos para no permitir el ingreso de quienes tiran desechos en cualquier parte. En este sentido, trabajaremos sobre la costanera, entre el puente Monseñor Miranda y la avenida 25 de Mayo, porque ensucian la ciudad permanentemente", sostuvo el funcionario.

 

La primera calle que tuvieron que clausurar fue Susana Ledesma, la última del barrio Quintas de Betbeder, en el extremo este, que atraviesa la vía Chacabuco. Hace dos semanas debieron colocar barreras de tierra en el trazo que llega hasta el canal de la dársena, porque algunos la transitaban para depositar desperdicios a lo largo del curso de agua.

 

Dentro de las acciones para erradicar los basurales, Desotti indicó que el encargado de la Escombrera, Rubén Lucero, es quien recorre la ciudad y monitorea aquellos focos más preocupantes. De acuerdo a la cantidad de desechos por remover, contratan la maquinaria específica.

 

Sin embargo, quedan una decena de espacios ilegales dispersos en diferentes puntos. "Son los más  grandes los que aún no podemos eliminar, se forman permanentemente después de limpiarlos. Trabajamos en su disminución. Al implementar el cercado para achicar el espacio de funcionamiento, esperemos que empiecen a desaparecer", expresó Desotti.