No fueron cien por ciento prolijos. Revolvieron una oficina, carpetas y los cajones de un escritorio. Pero sí bastante precisos. Sólo apuntaron a esa oficina y, en particular, a ese escritorio. Para entrar también fueron exactos. Sabían dónde el dueño dejaba colgado el manojo de llaves: muy cerca del ventilador del extractor de aire. Bastaba meter una mano para, con mucho cuidado, sacarlo. Eso hicieron, porque no forzaron la cerradura de la puerta trasera del local, la abrieron con la llave. Aunque los delincuentes lograron alzarse con los 90 mil pesos de la empresa de limpieza y desinfección Eucaliptus SRL, de Villa Mercedes, su modus operandi bastante certero no tardó en guiar a los investigadores hacia los tres sospechosos.

 

Los ubicaron anteayer, a un día y medio del robo. Fueron identificados como Jorge Velazco, de 40 años, Carlos Chamorro, de 32, y un menor de 17 años. 

 

Los adultos continúan a disposición del juez de Instrucción Penal N° 1, Alfredo Cuello. A los dos los investigan por el robo calificado, pero a Velazco le suman otra causa por "tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil condicional".

 

El adolescente, en cambio, estuvo alojado en la Comisaría del Menor un par de horas y luego, como establece la Ley, fue entregado a sus padres, dijo Eduardo Ávila, el jefe de la Comisaría 8ª, a cargo de las actuaciones.

 

El chico fue, sin embargo, la punta del ovillo en la investigación. La persona que terminó, de alguna manera, conduciendo al resto de la banda.

 

Estaba más que claro que, al menos, uno de los ladrones trabajó o trabaja o conoce a un empleado o a alguien que tiene acceso a las oficinas de Las Heras 173, refirió una fuente. El menor justamente se desempeñaba como cadete para Eucaliptus SRL.

 

Es muy probable que haya entrado a trabajar ahí a través de su madre, quien a su vez tiene una relación directa con la firma porque se gana la vida limpiando en la terminal de ómnibus, contó un informante.

 

La noche del escrutinio

 

El robo ocurrió, calculan los investigadores y Duilio Audrito, el dueño de Eucaliptus SRL, pasada la primera media hora del lunes, en pleno escrutinio de las Elecciones  Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). "Pensamos que fue a esa hora por el ruido y los movimientos que algunos vecinos notaron", relató el empresario.

 

Según le habría confesado el menor a la Policía, los tres llegaron en un Fiat 147 blanco y estacionaron a media cuadra de las oficinas, en Las Heras y Potosí, frente a un almacén.

 

La empresa de limpieza es, en realidad, un negocio familiar y el lugar en donde están las oficinas administrativas antes era una casa. De hecho el frente aún luce como una vivienda particular.

 

El chico relató que se valieron de un relieve, de un metro de alto, ubicado a los costados de la puerta del frente, para escalar al techo. “De ahí fueron hasta la parte trasera de la casa”, narró un familiar del damnificado.

 

Primero buscaron abrir una ventana. No pudieron y fueron a lo seguro. Uno de ellos metió la mano y luego el brazo entero en el ventilador del extractor. “Muy cerca de ahí, abajo, está la llave de paso, donde colgamos, por lo general, las llaves”, contó.

 

Una vez adentro fueron hasta el escritorio donde Duilio guarda el dinero. El empresario prefirió no dar precisiones sobre la suma que le robaron. Y aclaró que jamás suele dejar plata allí. Fue algo circunstancial, puesto que el lunes iba a pagarles a sus empleados.

 

 Según informó la vocera de Relaciones Policiales, Anahí Becerra, los ladrones se llevaron una caja fuerte de chapa roja con 35 mil pesos y tres cheques, por 12.500 pesos cada uno, y otra caja de chapa azul con la suma 55 mil pesos, una alcancía con monedas y dos netbooks. 

 

Cuando el más joven de los sospechosos fue ubicado, de la mano vinieron los nombres y los domicilios de los otros.

 

El martes, a las 11, la Policía allanó en Europa 32, la casa de Velazco. El jujeño no estaba ahí, sólo su esposa y su criatura de dos años.

 

Allí secuestraron 15 mil pesos, una netbook Toshiba y un arma de fuego, detalló Ávila. Con esas pruebas, los efectivos fueron hasta  "El Sobrino", el negocio donde el hombre trabaja como carnicero, y lo detuvieron.

 

Los investigadores presumen que el carnicero ya usó una parte del botín. Gastó alrededor de 5 mil pesos en zapatillas y  prendas en una casa de ropa deportiva.

 

Cerca del mediodía, otro grupo de policías se dirigió a lo de Chamorro, en Suipacha y Juan B. Justo. El hombre de Río Negro y empleado de una rotisería del barrio Estación fue arrestado a la vista de su pareja. Le secuestraron un dinero suelto que traía consigo y el Fiat 147 blanco, patente WBU 331, que tenía en la cochera.

 

El comisario Ávila no quiso dar precisiones sobre dónde encontraron al adolescente, sólo dijo que lo atraparon “en un barrio de la zona este”. Pero el parte de Relaciones Policiales sostiene que fue aprehendido junto con Chamorro.

 

Duilio, por su parte, expresó, casi con culpa, que todo lo que pasó pudo haberlo evitarlo. “Nos olvidamos de activar la alarma”, dijo.