Actualmente hay un petitorio online que está juntando firmas para recabar apoyos contra el desalojo, que podría producirse el próximo martes 30-04 en horas de la mañana, tal como consta en la orden del Juzgado de Garantías Nº 2, que ordenó desocupar el lugar.

La Okupa es un espacio en el que se han desarrollado toda clase de actividades culturales gratuitas, presentaciones en vivo, exposiciónes y ferias luego de ser recuperado un local que llevaba años de abandono en una de las esquinas más importantes de la Villa Balnearia. Los talleres presentados en La Okupa promovieron el uso de bicicletas en la ciudad e incluso llegaron a hacer donaciones de sillas de ruedas a un centro asistencial de ancianos. 

Tras ser recuperado y quedar abierto al público, la Justicia y el síndico Carlos Álvarez intentan ahora que el lugar se desaloje para cuando se resuelva su dificil situación legal.

Sucede que el local y el departamento en el piso superior donde viven dos familias, entra dentro de un patrimonio en litigio legal que interesa como negocio inmobiliario. "Es pura especulación inmobiliaria y financiera para sacar rédito a futuro", señalan desde La Okupa, plenamente conscientes que la recuperación del lugar y su apertura a la comunidad plantean un desafío a los intereses económicos en pugna.

Para intentar resistir un desalojo violento los ocupantes, un colectivo de artistas, activistas e intelectuales están convocando a los vecinos y agrupaciones afines a poner el cuerpo en la resistencia con una vigilia que se extenderá desde la noche del lunes a la mañana del martes 30. "Está previsto que el desalojo se realice entre las 9 y las 11 de la mañana por lo que llamamos a los que no vengan a la vigilia que se acerquen a las 8:30 de la mañana para frenar esto", indicó a Cuatro Vientos uno de los voceros de La Okupa.

En un comunicado que se replica abiertamente en las redes sociales, el colectivo de La Okupa señaló que está agotando todas las instancias legales para detener el desalojo. Se realizó una presentación en la UFI Nº 3 y se solicitó una acción de amparo dado que en el edificio, en la planta alta, viven dos familias.

"Si bien la Okupa funciona en la planta baja del edificio, la orden de desalojo abarca también el primer piso, donde viven personas desde hace más de 15 años", explicaron desde el colectivo en un comunicado. "Esta orden no solo atenta en contra del arte, la cultura popular y las economías autogestivas, sino que también vulnera derechos de lxs niñxs y el derecho a la vivienda digna de al menos 6 personas", agregaron.

Un hecho que sorprendió a todos es que en la causa sobre la que obra la orden de desalojo no constaba la presencia de las dos familias que habitan la planta alta del edificio, por lo que a través de un defensor público el colectivo pudo ingresar en la Fiscalía el pedido de amparo para frenar el desalojo. Los resultados podrían conocerse recién el lunes.

La Okupa está a la búsqueda de un abogado que los asesore dado que la asistencia brindada desde la Defensoría del Pueblo y la CORREPI tuvo su utilidad pero no alcanza. "Insistimos en nuestra urgente necesidad de unx representante legal, comprometidx y dispuestx a acompañarnos en el resto de esta lucha, que recién arranca y que vamos a sostener tanto como nos de el cuerpo", remarcó el comunicado.

Las definiciones empezarán a conocerse este lunes, cuando haya alguna clase de respuesta al pedido de acción de amparo para las dos familias y así frenar el desalojo. Mientras tanto La Okupa ha comenzado a recibir mensajes de apoyo y adhesiones de centros culturales y espacios libertarios de todo el país.