Se viene Massa: ¿Con Pulti o con Ciano? O ¿viene de la mano del Papa?

Sergio Massa desembarcó con pintadas callejeras. Los típicos y cero creativos grafittis políticos, aparecen en los muros marplatenses, anunciando que el hombre la ancha avenida del medio será parte del  zoológico que andará por la costa atlántica en los próximos días, aprovechando el marco de una masiva asistencia turística.

 

“Massita” cómo le decía Néstor K, es un hombre cercano a Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, no le hacen asco a nada y también le arriman a Roberto y Marco Lavagna, por si las moscas.  Pero a Massa se le han acercado, en el orden local, el ex intendente Gustavo Pulti y el ex fiscal, ex concejal y múltiple ex funcionario municipal de Acción Marplatense, Ariel Ciano, quien recibe generosa cobertura del multimedios La Capital.

 ¿ O quizás llegue de la mano del Papa Francisco?. Massa fue el único político argentino a quien no recibió nunca el Papa, por haber sido un servil operador de Néstor Kirchner, en su momento para combatir al sacerdote Jorge Bergoglio.

Pulti aparece como un posible pre candidato a la gorra, de cualquier boleta vinculada al PJ, por adentro o afuera del kirchnerismo, o del peronismo racional si lo hubiera. Pulti puede colgarse del ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, y sería necesario recordar, que Massa llevó al gobierno nacional a Amado Boudou, luego convertido en vicepresidente de la Nación de CFK.

Massa, como jefe de gabinete, Pulti como intendente y Ciano como secretario de Gobierno, tuvieron a su cargo el despilfarro descontrolado de $ 28.600.000.- como fondos afectados a infraestructura de Seguridad, que se evaporaron según lo consignaron ampliamente desde el Foro Municipal de Seguridad.

Por ahí anduvo también la mano larga del diputado provincial Manino Iriart, el hombre de confianza de Daniel Scioli y habría que preguntarse entonces,  cómo sería el “hombre de desconfianza”. Iriart  era quien asaba  vaquillonas con cuero y cuyas costillas cortaba y repartía con Karina Rabollini.

Los fondos públicos desaparecieron y las vaquillonas con cuero con los mismos. Ahora toda esta troupe se la pasa ofreciendo un  menú de opciones y se ofrecen para ser reelegidos, o volver a cargos públicos. “País generoso” decía el inolvidable Tato Bores.      

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