Más vidrieras vacías por un combo de inflación, suba de alquiler e impuestos

El cierre de locales en calles adyacentes a Junín es una constante. Empresarios señalaron las dificultades de emprender dentro del escenario comercial cambiante.La suba del dólar, la inflación, los costos de alquileres y las altas tasas fiscales complican la existencia tanto de locales nuevos como de aquellos con más años. 

El cierre de los pequeños comercios ubicados en las calles cercanas o perpendiculares a la peatonal Junín y la proliferación de locales en alquiler evidencian las dificultades que genera el complejo panorama económico de la economía nacional y al cual los empresarios locales califican como incierto a la hora de prever inversiones. Miembros de la Asociación de la Producción, Industria y Comercio de Corrientes (Apicc) señalaron que el elevado valor de las rentas, sumadas a la presión impositiva, el valor del dólar y la inflación ponen en jaque la subsistencia de los pequeños comercios tanto nuevos como aquellos más antiguos.Además de intentar mantenerse en el mercado pese a la poca rentabilidad, los empresarios destacan el cambio de hábito de consumo de los clientes y la dificultad de mantener al personal.En los últimos meses los pequeños comercios del microcentro capitalino fueron mutando en locales vacíos y las vidrieras pasaron de exponer ropas, productos y manufacturas a exhibir carteles de alquiler, siendo una postal habitual de las cercanías a la peatonal Junín. “Los elevados costos de alquiler en el microcentro, sumados a la gran presión impositiva, hace que muchos de los pequeños comercios deban cerrar al poco tiempo. La rentabilidad no es suficiente y se debe realizar un buen estudio de mercado antes de abrir”, explicó en diálogo con El Litoral el presidente de la Apicc, Cataldo Catapano. “El panorama se vuelve más preocupante cuando no sólo afecta a aquellos negocios que abrieron sus puertas hace poco y debieron cerrarse, sino también a aquellos que cuentan con antigüedad en el mercado local”, señaló el empresarioLa economía nacional y sus vaivenes modificaron las conductas de los pequeños inversores a la hora de iniciar un emprendimiento. “Hoy día los empresarios piensan muchas veces antes de invertir o de abrir un negocio debido a que el panorama económico es muy incierto. Hay que tener en cuenta el precio del dólar y la inflación, lo que hace que la industria no pueda exportar y encima los productos nacionales se rigen por el valor de la moneda norteamericana”, explicó el empresario local.Pero, según los empresarios, no sólo cambiaron las perspectivas y temores del empresariado sino también las conductas del público consumidor. “La gente también piensa y analiza mucho más a la hora de gastar, cuidando el dinero. Inclusive los pequeños negocios de los barrios comenzaron a repuntar de a poco, a contraposición de las grandes cadenas de supermercados, debido a que la gente compra sólo lo imprescindible para consumir”, analizó Catapano.“En cuanto a los empresarios, nuestra principal preocupación pasa por no despedir al personal a pesar de todas las presiones que se tienen. Se trata de cuidar hasta la mínima ganancia que ingresa a las empresas y no perjudicar a la mano de obra”, añadió Catapano. Asimismo, señalaron la esperanza de mejores panoramas futuros. “Ya hemos pasado por situaciones económicas complicadas. Son casi cíclicas y creemos que se puede mejorar y cambiar algunas medidas que se tomaron, pero para ello debe haber entendimiento entre los sectores económicos y el Gobierno”, expresó.

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