Este jueves por la noche todo era alegría en las calles céntricas de Villa Mercedes, una marea de cientos de hinchas con colores rojo y blanco celebraban una nueva copa internacional que se hizo esquiva durante 17 años. La euforia invadía los cuerpos de los fanáticos y un grupo de Policías cortaba el transito en las calles para que la fiesta fuera completa.

Sin embargo, cerca de las 23:30 un grupo reducido aprovechó el anonimato que da el estar inmerso en una masa de gente y tiró abajo el vidrio de un local comercial de calle Salta. No lograron saquear el local, la policía y otros hinchas los dispersó.

Los festejos siguieron y de a poco la multitud comenzó a desconcentrarse y cerca de las 2:20 de la mañana, eran sólo 30 los que continuaban con el festejo, algunos de ellos alcoholizados.

Esos 30 hinchas en la esquina de Hipólito Yrigoyen y Lavalle atacaron con piedras a la Policía que comenzó a dispersarlos y demoró por averiguación de antecedentes a uno de los revoltosos para que más tarde fue identificado cómo Mauro Atilio Gallardo.