De Vido tuvo su primera cita en la Justicia, por la tragedia de Once

De Vido tuvo su primera cita en la Justicia, por la tragedia de Once

Llamado a indagatoria por Bonadio, el ex ministro no respondió preguntas y presentó un escrito en el que responsabilizó a Jaime y Luna; la semana que viene deberá presentarse a declarar por otras causas

Intocable. Así era hasta ayer Julio De Vido. Pero el ex ministro de Planificación perdió el invicto y comenzó a desfilar por tribunales para responder ante la Justicia por denuncias de corrupción que lo jaquean por su gestión de 12 años en el gobierno kirchnerista. Ayer fue indagado por el juez federal Claudio Bonadio por la tragedia de Once, el mismo que la semana pasada interrogó a Cristina Kirchner.

De Vido se negó a responder preguntas, recusó al magistrado y se defendió con un escrito en el que dijo que la responsabilidad por el accidente en el murieron 51 personas fue de sus subalternos Ricardo Jaime y Antonio Luna. El primero ya fue condenado a seis años de prisión por ese hecho y otras causas de corrupción que arrastra, y Luna falleció antes del juicio oral por el accidente ferroviario.

De Vido deberá responder desde la semana próxima en otras causas: una en la que se investigan sus bienes y que está a cargo del juez Luis Rodríguez. Otra causa es por el plan de viviendas populares Sueños Compartido, de las Madres de Plaza de Mayo; por la corrupción en el Lava Jato de Brasil, y por obras que hizo desde su ministerio con contratistas como Lázaro Báez. Además, el juez Julián Ercolini lo indagará el 27 de este mes por la compra a España y Portugal de trenes usados y arrumbados, operación por la que procesó ayer a Jaime con prisión preventiva.

El ex ministro De Vido llegó a Comodoro Py 2002 ayer a media mañana vestido de sport, con anteojos negros, campera de hilo verde y chaleco de matelasé azul. Lo acompañó un reducido grupo de legisladores kirchneristas: Wado De Pedro, Andrés Larroque, Teresa García, Guillermo Carmona, Liliana Mazzure, Adrián Grana, Gustavo Arrieta y Juan Pedrini. La policía había colocado un doble vallado en la puerta de los tribunales, a la espera de una protesta camporista, que no fue. "Te acompañan hasta la puerta, pero no entran al cementerio", bromeó un encumbrado juez al aludir al edificio de Comodoro Py 2002, con pasillos muy transitados por kirchneristas en apuros legales estos días.

De Vido estuvo asesorado casi durante una década por el prestigioso estudio jurídico del ex juez Julio Virgolini y su socio Adrián Maloneay, quienes hasta ahora se encargaron de que el ex ministro no tuviera problemas. Ahora, en cambio, se dedican a tratar de resolverlos.

En un escrito redactado en primera persona, De Vido se defendió diciendo que lo persiguen "por peronista", que "afectó intereses muy fuertes de personas y empresas a las que no les conviene un país desarrollado" y que su enfrentamiento fue contra el conservadurismo elitista y explotador".

"Soy argentino y heredé la pasión por hacer de mis mayores, y por eso no es casualidad que haya elegido ser constructor. Mi única responsabilidad es haber construido", escribió De Vido.

Más adelante en su texto de 29 carillas, más jurídico y menos político, recusó a Bonadio porque dijo que teme que sea parcial. Se basó en que entiende que para la opinión pública el magistrado se erigió como juez anti-K, lo que, dijo, no le da garantías. Y puso como ejemplo de ello la indagatoria que Bonadio le tomó la semana pasada a Cristina Kirchner. También argumentó que Bonadio perdió independencia porque dijo que lo llamó a indagatoria tras la sentencia del Tribunal Oral Federal N° 2 que condenó a los ex funcionarios que debían controlar y al motorman que conducía el tren que no frenó y provocó la tragedia en 2012. Allí los jueces le indicaron a Bonadio que investigara la responsabilidad de De Vido. El ex ministro dijo que no es responsable de esa tragedia: "Todo se confunde en un argumento lineal que dice: si De Vido era el Ministro de Planificación, De Vido era responsable de todo lo que ocurría bajo la órbita del Ministerio, y si era responsable de todo eso, es penalmente responsable por la tragedia de Once. Ese razonamiento rudimentario pasa por alto que no son lo mismo la responsabilidad política, la responsabilidad administrativa y la responsabilidad penal". Y sostuvo que la gestión y el control de los trenes no era su responsabilidad, sino de Jaime y de la CNRT.

Sostuvo además que de haber sabido que se producían maniobras defraudatorias con los subsidios, lo habría corregido, denunciado y avisado a la Presidenta. "Pero nunca me constaron situaciones que ameritaran el curso de acción precedentemente señalado; el conocimiento general del estado deficitario del transporte ferroviario no implicaba conocer y ni siquiera imaginar el desarrollo de la maniobra defraudatoria", dijo el ex ministro. No supo ni sospechó, argumentó, en lo que parece que será su curso de defensa en sus próximas citas con la Justicia.

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