De Vido: "La inversión en obra pública desde 2003 supera los 89.000 millones de dólares"

El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, subrayó hoy que la inversión en obras públicas supera los 89.000 millones de dólares en los últimos diez años y aseveró que es "fundamental" que los principales candidatos presidenciales digan "cómo van a prestar los servicios" para que se pueda saber si continuará el actual "modelo de inclusión" o "si se transforma en un privilegio de quienes puedan pagarlo".

"Es central saber y exigir a los candidatos que nos digan quién va a prestar el servicio, porque de esa manera sabremos cómo lo van a prestar, y fundamentalmente vamos a saber cuánto nos va a costar", dijo De Vido este mediodía al dejar inaugurado el cuarto Congreso de la Asociación Latinoamericana de Operadores de Agua y Servicio (Aloas).

El encuentro, que finalizará mañana, se desarrolla en el Palacio de Aguas Corrientes, en Ayacucho 771, y cuenta con la participación de referentes del BID, la CEPAL, asociaciones de usuarios, operadores y funcionarios del área de 14 países de la región.

En la jornada inaugural también estuvieron presentes el secretario de Obras Públicas, José López; el titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gustavo Weiss; y el secretario general del gremio de Trabajadores Sanitarios, José Luis Lingieri, entre otros.

El gobierno "invirtió desde 2003 unos 89.000 millones de dólares, 2.200 dólares per cápita en obra pública", dijo el ministro, quien insistió en que los partidos políticos deben presentar sus programas de gobierno en materia de infraestructura y advirtió "que los servicios públicos deben reflejar los costos del país en los que se los produce".

"Sí reflejan costos internacionales que nada tienen que ver con la capacidad de producirlos, dejan de ser públicos y se transforman en un privilegio de sólo quienes puedan pagarlos. Esto fue lo que sucedió en la década previa a 2003 y determinó la exclusión de millones de argentinos de los servicios básicos de agua, cloaca, gas y energía eléctrica", afirmó.

En su presentación sostuvo: "Nosotros vamos a decir qué es lo que vamos a hacer en el próximo año -como funcionarios- y por supuesto también, qué vamos a hacer los argentinos en función de la continuidad de este modelo nacional y popular de progreso social, de inclusión social, de desarrollo de las infraestructuras públicas en los próximos cinco años, para los que tenemos un plan quinquenal".

"La inversión en obra pública no es un gasto como quieren hacernos creer algunos, es inversión para mejorar la calidad de vida de la gente. El desarrollo de los servicios públicos es una herramienta imprescindible de bienestar social y crecimiento industrial. Sin infraestructura no hay ninguna posibilidad de llegar con un servicio y tampoco de que se instale una industria”, subrayó De Vido.

Recordó que "antes de 2003 había ministros en Argentina que planteaban ponerle gas a los colectivos en Buenos Aires y la provincia de Chaco no tenía medio metro de cañería", tras lo cual cotejo que "la diferencia" con la política actual reside en "cómo se toman las decisiones políticas, para quién y en qué lugar del mapa se toma".

De Vido sostuvo que el Plan de Obras del Gobierno propició un crecimiento récord de la economía con la construcción de un millón de viviendas, 1.800 kilómetros de autopistas, 1.700 escuelas, 140 obras en hospitales más de 2.500 obras de agua y saneamiento, gasoductos y centrales eléctricas, entre otros emprendimientos.

Hizo un pormenorizado detalle de obras ejecutadas, en especial las dos más importantes en materia de saneamiento realizada en los últimos 50 años, en referencia la Planta de Pretratamiento de Liquidos Cloacales "Del Bicentenario", inaugurada este año Berazategui con capacidad para procesar 2.894.400 metros cúbicos por día y que beneficia a 4 millones de personas.

A la que se sumó la primera etapa de la Planta Potabilizadora "Juan Manuel de Rosas", en Tigre, que tiene capacidad de producción de agua potable de 900.000 metros cúbicos por día y beneficia a 2 millones de personas del conurbano norte.

Dijo que "queda mucho por resolver y eso debe ser el desvelo de quien gobierna. Eso se debe ver reflejado en el presupuesto y eso se debe ver reflejado en una planificación prolija, ordenada y fundamentalmente transparente en relación a lo que se muestra", insistió.

En cuanto a la gestión de AYSA, recordó que en marzo de 2006, cuando el Estado nacional se hizo cargo de la empresa, el servicio estaba quebrado y cuestionó a la francesa Suez -a cargo de la concesión- debido a que pretendió dilatar la ejecución de obras "como si el agua, las cloacas y la salud pudiesen esperar 15 años".

Destacó el trabajo realizado por la empresa estatal bajo la gestión de Carlos Ben, sobre la que señaló que "se lograron resultados notables".

A modo de ejemplo, dijo que "un usuario de AYSa tiene un consumo promedio per cápita de 500 litros diarios con un pico de 670 litros durante el pasado verano, cifra que representa el triple del consumo promedio de Europa y el doble de Estados Unidos".

Por último, el ministro expresó que "el año que viene será trascendental".

"Estas cifras que damos no deben ser consideradas como parte de una historia, sino como una política activa y para todos nosotros, los que llevamos adelante este modelo de inclusión social, de crecimiento y de desarrollo, debe ser una bandera innegociable e inclaudicable", concluyó.

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