La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal renunciará a la presidencia del partido Propuesta Republicana PRO el próximo 26 de diciembre y su lugar será ocupado por el intendente de Vicente López, Jorge Macri que actualmente es el vicepresidente partidario. 

El paso de Vidal en la conducción del PRO atravesó la turbulencia política más compleja para el oficialismo con lo que fue la denuncia de la falsificación de identidad de los aportantes de campaña de Cambiemos en la elección legislativa 2017. 

Como presidenta del partido, la gobernadora fue denunciada este año por la posible comisión de delitos de Usurpación de Identidad,  Falsificación de Documentos, Lavado de Activos y Violación de Secretos y Privacidad, en una causa de la que el oficialismo salió ileso judicialemente y que se inició a partir de una investigación periodística de Juan Amorín para El Destape. 

La denuncia también llegó hasta el Jefe de Gabinete, Federico Salvai, los intendentes de Lanús, Néstor Grindetti y Vicente López, Jorge Macri y Fernanda Inza quien era la secretaria Legal y Técnica de la provincia y ocupaba el cargo de Tesorera del partido.

El cambio de autoridades partidaria es acorde a los tiempos que establece la justicia electoral. 

Hasta el momento Vidal era presidenta del partido, Macri el vicepresidente primero y Grindetti el segundo. En la denuncia que había radicado la senadora bonaerense por Unidad Ciudadana se remarcaba que Salvai ocupaba el cargo de secretario general. Sin embargo esa información era errónea. El secretario general del partido era el senador nacional, Esteban Bullrich. Salvai era vocal y seguirá ocupando ese cargo. 

La gobernadora fue ungida como jefa del PRO luego de que el partido perdiera la personería jurídica por no haber recolectado en 2011 y 2013 el 2% de los votos.  

En realidad en esos años el partido no se presentó con sello propio, ni siquiera en alianza electoral. Los candidatos del macrismo fueron en diferentes frentes electorales, en los cuales el Pro no tenía participación.