Vidal permite la contaminación de campos de la Colonia Cabred y las napas de agua de Open Door

La gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, a través del ministerio de salud de la provincia, permite que camiones con tanques atmosféricos vuelquen sus cargas de líquidos sépticos en los campos de la Colonia Doctor Domingo Cabred, el hospital psiquiátrico de la localidad de Open Door, partido de Luján, dado que la falta de control e inversiones en ese predio ha provocado que “el 100% de los efluentes domiciliarios producidos en Luján son tirados al medioambiente sin ningún tratamiento”, expresaron fuentes consultadas en el ámbito de la carrera de ecología de la Universidad Nacional de Luján, quienes además consideraron que “el río Luján está muy cerca de convertirse en un río Reconquista”, debido a la gran cantidad de vuelcos realizados en esos cursos de agua.

En el hospital psiquiátrico Cabred, de la localidad de Open Door, se instaló una planta de tratamientos para líquidos sépticos domiciliarios, pero, en verdad las fuentes consultadas al respecto aseguran que “no hay un laboratorio ni una dependencia municipal que asegure calidad de los controles, porque de hecho no hay controles de lo que tiran los camiones atmosféricos, sino que pasan con lo que venga y nadie mira qué traen,… porque pagan solo 40 pesos por cada descarga y se van…”, incluso consideran que “con 40 pesos nadie puede tratar líquidos sépticos en serio, no hay manera de tratar nada con 40 pesos”, “y así como descargan eso va directamente al río después de pasar por piletones, pero con eso de meterle un poco de cloro no alcanza…”.

Inclusive funcionarios municipales que se encuentran actualmente bajo las órdenes del intendente municipal Oscar Ernesto Luciani recientemente en diferentes medios de comunicación locales, alineados todos ellos con la pauta publicitaria oficial, expresaron que resultaría insuficiente el cobro de unos 40 pesos por cada descarga, cuando las empresas de tanques atmosféricos estarían facturando mensualmente cifras millonarias por transportar los líquidos sépticos procedentes de los pozos ciegos del 70 por ciento de la población del partido de Luján. Es decir que es un gran negocio el transportar hasta la “planta de tratamientos” de la localidad de Open Door el desperdicio líquido generado a partir de lo que tiran por el inodoro más de 80.000 habitantes de estas tierras, esto sumado al transporte de líquidos que procederían de las industrias, cosa que debería estar controlada este tipo de descargas a través de la secretaría de salud de la municipalidad.

Ya hemos informado sobre conexiones clandestinas de parte de industrias lujanenses a las redes de cloacas, pero este es otro asunto que tiene que ver con el mismo tema de fondo la absoluta falta de controles y presuntos cobros de coimas a empresas para “permitirles” tirar sus desechos a las redes de cloacas, las que desagotan en la “planta de tratamiento” del barrio San Bernardo, otra planta de “tratamiento” que en realidad “no trata nada”.

Lo cierto es que “unas 40 o 50 hectáreas de los campos de la Cabred están inundados de caca, porque van los camiones y descargan en un vaciadero, todo eso va por caños hasta unos piletones, pero esos caños están todos rotos y todo se inunda en Cabred, y eso lo absorbe la tierra”,… “Es más, los camioneros a veces tienen que esperar más de tres horas para poder descargar porque el embudo donde vuelcan está mal hecho, a desnivel, así que se amontonan los camiones y como son muchos y se arma un quilombo bárbaro les tiran unos pesos al de la garita y los deja tirar ahí nomás en el campo, y hasta en las zanjas antes de entrar…”, expresaron las fuentes consultadas.

Debemos mencionar al respecto que incluso hemos consultado a empresarios con relación a este tema de los vuelcos por fuera de la planta de tratamientos de Open Door, y corroboraron el hecho de que el funcionario “Sergio Fernández”, alias “Papa Verde”, subsecretario de obras y servicios públicos, fue quien les dio autorización para volcar los líquidos en una zanja, al costado del camino de acceso a la planta de trata-mientos, muy cerca de domicilios de vecinos del lugar. Inclusive lugareños consultados al respecto mencionaron que recientemente se quedó encajado en el barro un camión que transportaba madera de la poda, y que cuando vinieron a rescatarlos se dieron cuenta de que el pantano generado en el callejón de tierra que continúa a la avenida Cabred no solo era agua y barro sino también materia fecal.

Evidentemente, el ministerio de salud de la provincia de Buenos Aires mira para el costado ante una situación generada por la inoperancia de gente de sus propias filas, políticamente hablando, dado que el intendente Oscar Luciani parecería ser por estos tiempos el niño mimado de la gobernadora Vidal, pero termina expuesta la mandataria provincial ante estos actos demenciales de llenar de caca los campos de un hospital psiquiátrico que debería ser el eje de la cordura.

 

¿Se trata de un gran negocio?

¿Los funcionarios municipales han dejado caer todo esto para generar el escenario perfecto “para hacerles el bolsillo a los atmosféricos”? Es que nos preguntamos esto debido a que los funcionarios municipales, en la figura de Sergio “Papa Verde” Fernández, en sus declaraciones mediáticos solo se ocupa de mencionar que las empresas facturan cifran millonarias tan solo por transportar por unos 10 kilómetros la caca de los lujanenses hasta Open Door,… ¿pretenderían los funcionarios complicar la labor de los empresarios de manera deliberada?

Es que en alguna captura de pantalla habría quedado registrada una pregunta realizada por un personaje relacionado con el poder político, que expresa: “¿Cuál es el número?”.

Ante esta situación como periodistas nos preguntamos ¿qué pretenderían conocer? ¿el número de un tanque atmosférico para solicitar un servicio? ¿Una chapa patente de los camiones que volcaron los líquidos sépticos en una zanja de Open Door?

Pues, no nos queda claro “cuál es el número”, aunque la realidad de Luján es tal cual como lo expresaron especialistas en medioambiente en la Universidad de Luján: “el 100% de los efluentes domiciliarios producidos en Luján son tirados al medioambiente sin ningún tratamiento”.

¿Esto es gratis o unos cuantos vivos se llenan de plata los bolsillos a costa de la salud del resto?

Es la gobernadora María Eugenia Vidal quien ahora tiene la palabra.

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