"Ellos no hacen nada, como si el problema fuese de otros. Esperemos que ahora reaccionen". Hay una dosis de desazón y pánico en la frase que pronuncia el dirigente peronista. En su relato, "ellos" son el PRO que comanda María Eugenia Vidal, y la falta de reacción refiere a lo que para el PJ con poder territorial, cualquiera sea su versión o sigla, martilla como alerta bravo y permanente: la inseguridad. Al rato, hubo un primer rebote: "Creo en las policías locales, creo en ese camino", deslizó la gobernadora.

A pesar de ser una remake de un antiguo texto de Sergio Massa y de haber tomado, con los días, cierto volumen legislativo, el proyecto para descentralizar la Bonaerense y crear una multipolicía, una por municipio que reporte al mando de cada intendente, tiene una matriz política. Es, ante todo, un mensaje del PJ para que Vidal abra un canal de diálogo con los intendentes y, de rebote, la manera de transmitirle que consideran agotada la permanencia de Cristian Ritondo como ministro de Seguridad.

La determinación de panperonismo para avanzar con el proyecto que replica el modelo "Metropolitana-Federal" es la principal intriga. La foto de ayer que mostró a intendentes del PJ y el Frente Renovador, a legisladores post-K y residuales K, más otros peronismos silvestres, arroja una sumatoria simple: juntan el quórum y los votos para aprobar en las dos cámaras provinciales la ley que lotea la Bonaerense y la multiplica en 135 policías locales.

Sin embargo, dentro de ese conglomerado hay matices, algunos profundos, sobre el formato final del texto -que los impulsores admiten que es casi un borrador- pero, más que nada, respecto a si existe la convicción de sacarle la Policía de prevención al Gobierno provincial para que quede en manos de los municipios. "Así como estamos, no se puede seguir: nosotros queremos hacernos cargo, ellos parece que no", sintetiza un intendente.

Matices

En la Legislatura, hay miradas distintas. Un diputado peronista lee la maniobra como un mensaje para que Vidal reaccione. A principios de año, un alcalde la recibió en su distrito y le ofreció ser su principal ladero si decidía embestir contra la Bonaerense. Luego el dirigente contó que la respuesta fue una evasiva. "Contra la poli no van a ir", le anticipó a otros intendentes. La idea de Ritondo para "provincializar" las policías locales reavivó aquella presunción y operó como puntapié para relanzar el proyecto en sintonía con el massismo. 

Días atrás, en declaraciones al canal C5N, Felipe Solá relató que le advirtió a Vidal y a Ritondo sobre Pablo Bressi, el comisario que designaron al frente de la Bonaerense, pero que la respuesta que recibió fue que había sido "pedido por la Embajada de EE.UU. y la DEA". Las palabras de Solá, exgobernador y actual diputado del FR, aparecen en el menú argumental del peronismo.

Así y todo, todavía no hay más que un acuerdo macro. "El proyecto necesita muchas correcciones" dijeron del bloque FpV que preside Juan José Mussi y fue el último que se sumó a la juntada panperonista. El exalcalde de Berazategui, que estuvo junto a Marcelo "Patón" Torres, preside la bancada donde habitan los legisladores de La Cámpora (o las cámporas) que ayer no estuvieron porque tuvieron una reunión provincial.

De esa trinchera saldrá, por caso, el planteo para que la elección de los jefes uniformados de las policías municipales tengan un procedimiento de selección pública donde se expongan antecedentes en una especie de audiencia pública. Hace años se habló de algo más osado: que sean electos por voto directo. 

El proyecto presentado ayer no entra en ese terreno: propone darle carácter de ley a las policías locales creadas por Daniel Scioli mediante una resolución administrativa y dotarla de los elementos y las facultades que tiene la Bonaerense. El modelo es similar a la Metropolitana porteña: que el Gobierno provincial traspase personal, equipamiento y recursos (establecidos por coparticipación automática y diaria) a los municpios y permanezca una Policía Bonaerense que actúe en delitos complejos.

Bajo ese título, pero entre las diferencias, tratarán de avanzar los legisladores peronistas. Ayer, como señal, junto a los intendentes PJ Martín Insaurralde (Lomas), Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham) y, entre otros, Fernando Gray (Echeverría) y los renovadores Germán Di Cesare (Miramar) y Guillermo Britos (Chivilcoy), se mostraron legisladores de todos los clanes: Mussi, Sergio Berni, el randazzista Norberto García, Walter Abarca, el evitista Fernando "Chino" Navarro, y Patricio García por los diversos PJ-FpV y los massistas Juan Amondarain y Patricio Hogan, en una lista larga y diversa.

Con esa foto y ese proyecto caliente en curso, la Legislatura provincial entra en receso hasta agosto cuando se reactivará con la discusión por la reforma de la ley de Ministerios con la que Vidal quiere dividir el ministerio de Producción -donde asumirá el peronista Joaquín De La Torre- y crear un área de Ciencia y Tecnología, adonde irá el radical Jorge Elustondo.